Nissan y Honda hacen a un lado su rivalidad para desarrollar autos eléctricos

FT MERCADOS

Esta alianza podría beneficiar a ambas empresas japonesas de la próxima oleada de autos eléctricos de alta tecnología y bajo costo procedentes de China.

La alianza incluye el desarrollo de software y componentes básicos para vehículos electricos. Foto: Reuters
Kana Inagaki
Ciudad de México /

En el verano de 2020, cuando el Financial Times informó de que funcionarios del gobierno japonés intentaron fusionar Honda y Nissan, los escépticos se burlaron de la idea por considerarla similar a mezclar “agua y aceite”. 

Casi cuatro años después, el segundo y el tercer mayor fabricante de automóviles de Japón (por detrás de Toyota) planean combinar fuerzas para desarrollar coches eléctricos, en un intento de sobrevivir a la próxima oleada de modelos de alta tecnología y bajo costo procedentes de China.

Aunque Honda por el momento descartó una asociación de capital con Nissan, este proyecto es lo más cerca que han estado los dos rivales históricos de trabajar juntos.

Cuando Nissan inició actividades en 1934, su fundador Yoshisuke Aikawa convirtió el grupo en un enorme conglomerado durante el periodo de previo a la guerra, a través de una serie de agresivas adquisiciones que se financiaron sacando a bolsa sus empresas. En el caso de Soichiro Honda, el carismático fundador del grupo automotriz del mismo nombre, era famoso por su estrategia de “ir por su cuenta” y se dice que criticaba las alianzas por frenar las cosas. Hasta hace poco, ese ADN había permanecido en la compañía.

En la actualidad, las dos culturas corporativas siguen siendo tan diferentes como en el pasado, pero eso no significa necesariamente que la asociación que planean esté condenada al fracaso. Las razones que unen a los acérrimos rivales son similares, aunque el grado de desesperación puede variar.

Tanto Nissan como Honda tropezaron en sus enfoques tradicionales de expansión, malinterpretando el ritmo de los cambios del mercado en China, y carecen de la escala y los recursos para seguir siendo actores globales competitivos en la industria.

Ambos grupos automotrices japoneses, que venden cada uno alrededor de 4 millones de vehículos al año en todo el mundo, se vieron sorprendidos por el ascenso de los grupos locales de vehículos eléctricos de China, mientras que Nissan se perdió el auge en las ventas de automóviles híbridos en Estados Unidos por la falta de oferta en esa categoría.

En una entrevista, Makoto Uchida, presidente de Nissan, dijo que la automotriz necesitaba socios como Honda para adquirir escala y compartir costos. “Tenemos que movernos más rápido. No sé medio año o un año después qué podría pasar con la industria”.

Nissan y Honda iniciaron conversaciones en enero y el alcance de su cooperación incluye software, componentes básicos para vehículos eléctricos y tecnología de autointeligencia. Pero, hasta ahora, solo se ha firmado un memorando no vinculante, y ambos directores ejecutivos expresaron cautela sobre hasta qué punto se va a expandir la asociación automotriz.

Al final de su conferencia de prensa conjunta el mes pasado, se produjo un momento incómodo cuando sus directores ejecutivos, Uchida y Mibe, rechazaron una solicitud de los fotógrafos de estrecharse la mano. En muchos sentidos, la distancia física entre ellos es un símbolo de los retos a los que se enfrentan para superar sus diferencias y garantizar el éxito de la última asociación.

​PRL










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