Nissan advirtió que su utilidad operativa caerá a su nivel más bajo en más de una década después de que la automotriz japonesa abandonó los planes de expansión que buscaba el ex presidente, ahora destituido, Carlos Ghosn.
- Te recomendamos Buscan auditores que Ghosn justifique gastos por 12 mde Financial Times
Hiroto Saikawa, el director ejecutivo de Nissan, responsabilizó directamente a la política de expansión de la era Ghosn en EU y los mercados emergentes. Prometió una ruptura con el pasado, presentando un esquema general de un plan de reestructuración que implicaría un recorte de 4 mil 800 puestos de trabajo y una reducción de 10 por ciento en la capacidad a nivel global.
“Este es el fondo para nosotros. Si pueden darnos dos o tres años más, vamos a traer de vuelta a Nissan”, dijo Saikawa en una conferencia de prensa. “Nuestra principal prioridad es escapar de este desplome en el desempeño financiero”.
Para el año fiscal que termina en marzo de 2020, la compañía proyecta que su utilidad de operación caerá 28 por ciento en comparación con el año anterior a 230 mil millones de yenes (2 mil 100 millones de dólares), el nivel más bajo desde que la compañía registró una pérdida para el año fiscal 2008-2009. El pronóstico se ubicó muy por debajo de las expectativas de los analistas.
En los objetivos a más largo plazo, la compañía dijo que busca un margen de utilidad operativa de 6 por ciento para el año 2023, en comparación con su objetivo anterior de 8 por ciento que anunció en noviembre de 2017 y su margen actual de 2.7 por ciento.
“El mayor problema para Nissan es que perdieron a muchos gerentes de alto nivel”, dijo Janet Lewis, analista de Macquarie. “Incluso antes de que se vea una mejora en las utilidades o las ventas, la forma como reconstruya el equipo de administración es la forma como debería evaluarse a Saikawa”.
Tan solo en los últimos cinco meses, la marca Infiniti de Nissan perdió a dos jefes, y un conjunto de ejecutivos más se fueron, entre ellos el jefe de ventas y mercadotecnia, Daniele Schillaci, y José Muñoz, ex director de desempeño de Nissan.
Los analistas también advirtieron que el débil desempeño podría minar el poder de negociación de Nissan con Renault, que posee una participación de 43 por ciento en el grupo japonés y presiona para reanudar las conversaciones de fusión lo antes posible.
Saikawa dijo que tenía diferencias de opinión con Jean-Dominique Senard, el presidente de Renault, con respecto a la alianza y mantuvo su oposición a una fusión total que, según él, tendría más implicaciones negativas que beneficios para Nissan.
Más temprano el martes, los fiscales japoneses revisaron los cargos que se presentaron contra Ghosn, en los que se alega que una cuenta de corretaje que tiene su compañía privada de gestión de activos recibió 20 millones de dólares de una compañía de la que no se dio su nombre, que según personas cercanas a la investigación era la compañía del empresario saudí Khaled al-Juffali.
Los fiscales no explicaron más a fondo el impacto que tuvieron los 20 millones de dólares en el caso, pero ya alegaron anteriormente que Ghosn trató de abordar las pérdidas no realizadas de una transacción de derivados por un total de 1 mil 850 millones de yenes (16.7 millones de dólares) en la que incurrió su compañía de gestión de activos, al transferirlas a Nissan en el punto máximo de la crisis financiera de 2008.
MRA