Santander respondió a Andrea Orcel acusándolo de “comportamiento ética y moralmente dudoso” y presentando detalles de “una pérdida gradual de confianza” en el negociador italiano durante el intento fallido del banco para contratarlo como director ejecutivo.
El banco español dijo que Orcel, el ex jefe de la banca de inversión de UBS, que demanda a Santander por 100 millones de euros, comenzó a grabar en secreto conversaciones privadas con ejecutivos de Santander en enero después de que su oferta para convertirse en director ejecutivo se retiró en una disputa sobre la remuneración y el perfil.
“Esta es una práctica de comportamiento ética y moralmente dudosa para alguien que podría convertirse en el CEO de Santander, y que al final confirmó que la decisión de la junta directiva de no seguir adelante con su nombramiento fue la correcta”, dijo el banco español en un comunicado el viernes.
Santander también dijo que Orcel engañó y no cumplió con una promesa de tratar de extraer una parte de sus acciones diferidas de UBS, algo que habría reducido el costo para que lo contratara el banco español.
“Varias veces Orcel le transmitió a muchos ejecutivos que tenía confianza de que UBS estaría de acuerdo en pagar hasta 50 por ciento de la cantidad a la que tenía derecho por su trabajo allí”, dijo el banco en un comunicado. “Incluso le pidió apoyo a Santander al solicitar su ayuda para escribir una carta a UBS… no hay evidencia de que alguna vez enviara esa carta, de la cual se le entregó un borrador”.
La demanda de Orcel contiene un correo electrónico que le envió la presidenta ejecutiva de Santander, Ana Botín, en la que le sugiere una línea de ataque. Botín, anteriormente cercana a Orcel, al parecer le dice que amenace al presidente de UBS, Axel Weber, con la pérdida del mandato de asesoría del banco suizo con Santander.
“Si deciden que no te pagan nada porque somos competidores, entonces es bueno saber que no pueden ser nuestros asesores estratégicos, eso es irrefutable y una forma ‘elegante’ de decir las cosas con claridad”, escribió, según el correo electrónico, que publicó primera vez por El Confidencial.
En el comunicado de Santander se dice que, aunque UBS terminó acordando pagarle a Orcel 13.7 millones de euros en bonos y pagos diferidos, el banquero se negó a aceptar que eso se dedujera de su cuota de contratación de Santander.
Santander dijo que emitió el comunicado “en vista de las filtraciones, que ocurrieron con el propósito de crear una impresión equivocada de los hechos”.
Un portavoz de Orcel dijo que “confía en los méritos de su caso” y que lamentaba el comunicado que emitió Santander con relación a la batalla legal.
Agregó que Orcel no va a hacer comentarios sobre las acusaciones que hay en el comunicado de Santander, porque “este es una cuestión jurídica que se debe tratar en términos legales estrictos… por el tribunal competente”.
El banco más grande de España retiró en enero la oferta de trabajo de Orcel, solo cuatro meses después de anunciar su nombramiento. El banco dijo oficialmente que cambió la decisión después de concluir que no podía justificar pagarle un paquete de contratación tan grande y que el costo final estaba “significativamente por encima de las expectativas del consejo de administración”.
El Financial Times informó anteriormente que Santander le dio a Orcel una carta de oferta en la que se dijo que se esperaba que hiciera su “mejor esfuerzo” para asegurarse de que UBS siguiera pagándole decenas de millones en salarios diferidos que acumuló durante un periodo de siete años en el banco suizo. Esto habría reducido el costo de su paquete de contratación.
Sin embargo, en la carta también se declara que si UBS pagaba menos de lo que debía, entonces Santander le pagaría una “compra” hasta de un máximo de 35 millones de euros en acciones de Santander, además de lo cual recibiría un bono en efectivo de 17 millones de euros por contratación.
El FT también informó que las tensas negociaciones sobre el paquete de contratación de Orcel fueron solo un factor en la decisión del banco para rechazar al banquero. Ana Botín, presidenta ejecutiva de Santander, comenzó a dudar de la decisión de contratarlo después de que el par discutió sobre el nivel de perfil público que tendría después de unirse al banco.
100 Millones de euros pide el ex jefe de la banca de inversión de UBS en la demanda que presentó a principios de julio contra Santander.
200 Páginas tiene la demanda en la cual Orcel alega que el banco español no cumplió con su contrato y exige que lo contrate como director ejecutivo o pague los daños.