Funcionarios estadunidenses de alto nivel acusaron a China de dar marcha atrás a sus promesas en las conversaciones para poner fin a la guerra comercial entre las economías más grandes del mundo y dijeron que una nueva ronda de aranceles para las exportaciones chinas entrará en vigor el viernes.
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A pesar de las mordaces críticas dirigidas a los negociadores comerciales del presidente Xi Jinping, el Ministerio de Comercio de China avisó el martes que el viceprimer ministro Liu He llegará a Washington mañana para una breve ronda de conversaciones. Anteriormente, se tenía programado que Liu encabezara una gran delegación durante al menos tres días de discusiones con el objetivo de concluir un proyecto de acuerdo.
En una sesión informativa el lunes, Robert Lighthizer, representante de Comercio de EU, y Steven Mnuchin, secretario del Tesoro de EU, dijeron que la administración Trump está lista para seguir adelante con aranceles más altos para 200 mil millones de dólares en importaciones chinas, ya que acusaron al equipo de Liu de no cumplir con los compromisos que hicieron durante las rondas de negociación anteriores.
“Más o menos durante el transcurso de la última semana hemos visto una erosión en los compromisos por parte de China”, dijo Lighthizer. “En realidad, usaría la palabra de no cumplir con los compromisos anteriores”.
Mnuchin describió un “gran cambio en la dirección de las negociaciones”.
En su declaración, el Ministerio de Comercio de China no respondió a los comentarios de Lighthizer ni de Mnuchin. Los mercados de valores chinos, que el lunes registraron una fuerte caída, también se estabilizaron cuando se supo que no se descarrilaron por completo las negociaciones de esta semana.
Un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China se negó a hacer comentarios sobre las acusaciones de EU, y dijo que era “natural que las dos partes tengan diferencias”. Geng Shuang también desestimó la amenaza de aranceles más altos por parte de EU a las importaciones chinas y las calificó como “algo que hemos visto muchas veces antes”.
Los comentarios pusieron de relieve el abrupto cambio en el tono de las negociaciones entre EU y China en los últimos días. La semana pasada, Lighthizer y Mnuchin salieron de Pekín pregonando las “productivas” conversaciones que se esperaba de manera generalizada, preparaban el escenario para una última sesión y posiblemente un acuerdo para finales de esta semana.
Sin embargo, el domingo, el presidente estadunidense, Donald Trump, publicó un par de tuits en los que denunció el lento ritmo de las negociaciones y prometió imponer aranceles más altos a una gama amplia de productos chinos.
Los tuits de Trump provocaron una venta masiva en los mercados de capitales el lunes, cuando los inversores se enfrentaron a la posibilidad de una nueva escalada en las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China. En las operaciones al terminar el día en Nueva York, las pérdidas se contuvieron, en parte debido a las expectativas de que todavía se podría encontrar algún tipo de acuerdo entre Washington y Pekín. Pero los comentarios de Lighthizer hicieron que el contrato de futuros del S&P 500 cayera una vez más, y afectó las operaciones después del cierre de mercado de las acciones sensibles al comercio como Apple, Caterpillar y Boeing.
El martes las acciones chinas se recuperaron ligeramente, con un repunte de más de 1 por ciento después de registrar una caída de 5.8 por ciento el lunes, la mayor caída de un solo día en más de tres años, mientras que el índice Hang Seng de Hong Kong subió casi 0.6 por ciento después de perder más de 2.8 por ciento el día anterior.
El Topix de Japón cayó casi 0.5 por ciento después de que los operadores regresaron de unas vacaciones de seis días. El Kospi surcoreano cayó más de 0.9 por ciento, mientras que el S&P / ASX 200 de Australia subió casi 0.9 por ciento.
Las acciones de EU se mantuvieron bajo presión el martes después de que comenzaron las operaciones bursátiles, con el S&P 500 que registró una caída de 1.5 por ciento, el Dow Jones Industrial Average perdió 1.4 por ciento y el Nasdaq Composite registró una caída de 1.75 por ciento.
Lighthizer y Mnuchin señalaron que no se rompen las conversaciones con Pekín, lo que deja un poco de esperanza de que las negociaciones puedan volver al buen camino.
Sin embargo, Lighthizer dijo que estaban listos para seguir con los aranceles más altos para los productos chinos, mientras que Liu y su equipo están en Washington. Bajo un escenario de ese tipo, dijo que los gravámenes sobre los 200 mil mdd de productos chinos aumentarían de 10 a 25 por ciento a las 12.01 am del viernes.
Lighthizer no especificó con precisión cómo China no cumplió con sus promesas, pero sugirió que una reacción negativa de los políticos de línea dura en Pekín posiblemente provocaron el cambio.
“Mi opinión es que estos fueron compromisos serios y reales que se podían hacer cumplir y que algunas personas en China los consideraron difíciles y se opusieron”, dijo. “Por alguna razón, está donde está”.
De acuerdo con personas con información de las negociaciones, los funcionarios chinos se alejaron de su disposición anterior de consagrar medidas para frenar la transferencia de tecnología y proteger la propiedad intelectual de EU, insistiendo en que se podrían tomar esas medidas simplemente cambiando las regulaciones.
Sin embargo, Lighthizer y Mnuchin no especificaron lo que estaba en el centro de la disputa de último momento.
“Durante el fin de semana, quedó particularmente claro, con alguna nueva información, que estaban tratando de no cumplir con las promesas que se negociaron anteriormente, promesas muy claras de que tenían el potencial de cambiar drásticamente el acuerdo”, dijo Mnuchin. “Es lamentable si no podemos concluir un acuerdo porque creo que este acuerdo habría abierto a China”.
Los grupos empresariales estadunidenses esperaban que se concretara un acuerdo, y en su mayoría reaccionaron con decepción ante la perspectiva de aranceles más altos.
“El crecimiento futuro de nuestra industria depende de una sólida relación comercial con China y de una política comercial que genere certidumbre y previsibilidad para los inversionistas, no una amenaza inminente de más aranceles o aranceles más altos”, dijo Cal Dooley, presidente del American Chemistry Council. “Estamos empezando a ver señales de que las tarifas provocan disrupciones en las cadenas de suministro, separando mercados y erosionando la competitividad de la fabricación de productos químicos en EU”.
Lighthizer sugirió que las empresas deberían tomar en cuenta la posibilidad de que fracasaran las negociaciones, y dijo que “se les avisó de que esto es algo que muy bien podría pasar”. También dijo que habría un proceso para eximir a algunas compañías de los impuestos.
Justificación
Según Trump, la buena salud de Wall Street y de la economía estadunidense son indicativos de que su gobierno está ganando en el conflicto comercial contra China.
Reacción asiática
Pekín busca rebajar tensiones, y confirmó que su principal negociador, Liu He, visitará Washington esta semana para retomar las negociaciones, tal y como estaba previsto.
Advertencia
Consideran analistas que Xi debe combinar su apoyo a la economía con reformas en las empresas públicas deficitarias. Además, Pekín debe reducir un endeudamiento “peligroso”, según el FMI.
Demanda de EU
Washington exige que Pekín lleve a cabo reformas estructurales, sobre todo para terminar con las subvenciones a empresas públicas y que apruebe normas de competencia equitativas para los extranjeros.
En chino
Parece improbable que Pekín vaya a abandonar la política de subvenciones, que dio lugar al milagro económico chino, señaló el economista Christopher Balding, de la Universidad Fulbright en Ciudad Ho ChiMinh.