Los líderes europeos llegaron a un acuerdo para llenar los puestos más importantes de la Unión Europea, respaldando a Christine Lagarde para que encabece el Banco Central Europeo (BCE) y a Ursula von der Leyen para que sea la presidenta de la Comisión Europea.
En el tercer día de una agotadora cumbre en Bruselas, los líderes de la Unión Europea dieron su apoyo casi unánime al paquete basado en torno a Lagarde, la ex ministra de Finanzas de Francia, quien ahora dirige el FMI, y von der Leyen, la ministra de Defensa de Alemania.
Pero aún no se confirma el acuerdo propuesto debido a que se enfrenta a la resistencia de partes del Parlamento Europeo, que deben respaldar el nombramiento de Von der Leyen. Angela Merkel, canciller alemana, tuvo que abstenerse en el acuerdo debido a la resistencia de algunos socios de la coalición de su partido en Berlín.
El avance entre los líderes pone fin a cinco semanas de luchas para llenar los puestos de formulación de políticas más importantes en la UE, que quedaron vacantes al mismo tiempo. El bloque nunca tuvo que llenar todos sus puestos claves en un periodo tan corto.
El equipo elegido tendrá que dirigir al bloque a través de una era de agitación, manejar el Brexit, las consecuencias de la crisis financiera y la política comercial con respecto al proteccionismo de Estados Unidos y el poder económico de China.
El acuerdo significa que los dos puestos de formulación de políticas en la UE por primera vez serán ocupados por mujeres.
La selección de Lagarde, quien no es economista ni una de las favoritas para reemplazar a Mario Draghi, fue inesperada. Ella se convirtió en una superestrella de las finanzas internacionales después de ocho años a la cabeza del FMI y cuatro como ministra del sector en Francia.
Pero ella no tiene experiencia directa con la política monetaria, lo cual podría llegar a ser una desventaja ya que el BCE busca nuevas formas para combatir la debilidad en la inflación y de impulsar la economía de la zona euro.
Lagarde dijo que se siente honrada de ser nominada para la presidencia del BCE. “A la luz de esto, y en consulta con el comité de ética del directorio ejecutivo del FMI, decidí renunciar temporalmente a mis responsabilidades como directora general del FMI durante el periodo de nominación”.