Perfila Washington envío de gas natural licuado por tren

FINANCIAL TIMES

Fecha límite. Ayer concluyó el plazo para emitir los comentarios públicos que les permitirán tomar la decisión y aligerar el congestionamiento de ductos.

El hidrocarburo puede condensarse en líquido para ser transportado. Foto: (Shuterstock)
Gregory Meyer
Nueva York /

El rico suministro de gas natural de Estados Unidos en breve puede ser transportado en tren, lo que permitirá a los transportistas de energía eludir los congestionados ductos en zonas del país. 

El gobierno federal tiene la intención de permitir que el gas natural licuado (GNL) se cargue en vagones cisterna y se traslade a través de la red ferroviaria de la nación, con el lunes como fecha límite para comentarios públicos sobre la propuesta. 

EU es el mayor productor de gas del mundo después de que el fracking revivió los viejos campos de esquisto. Pero los opositores desaceleraron la construcción de los nuevos ductos en el noreste. En la cuenca del Permian de Texas y Nuevo México, los productores de petróleo queman 750 millones de pies cúbicos por día de gas asociado, en parte frente a los cuellos de botella de los ductos, de acuerdo con la consultora Rystad Energy. 

Condensar el gas en un líquido y transportarlo por tren es una posible alternativa, dicen los ejecutivos. La tecnología se utiliza en Japón desde hace casi dos décadas. A pesar de ser menos eficientes que los ductos, los trenes son potencialmente una forma más versátil de enviar volúmenes modestos. 

“Es una idea interesante, especialmente en áreas donde existen limitaciones en los ductos y eso dificulta llevar el gas al mercado”, comentó Charlie Riedl, director ejecutivo del Center for LNG, un grupo comercial que apoya la propuesta del Departamento de Transporte de EU.  

El mes pasado, el gobierno emitió el primer permiso especial a una filial de New Fortress Energy para cargar carros cisterna con GNL en Marcellus Shale de Pensilvania y transportarlos 200 millas (aproximadamente 322 kilómetros) al sur hasta un puerto fluvial de Nueva Jersey. Allí, el GNL se colocará en buques con diferentes destinos, entre ellos las centrales eléctricas de gas en la región del Caribe.  

New Fortress está bajo la gestión de Wes Edens, el multimillonario cofundador y director ejecutivo de Fortress Investment Group, un negocio de capital privado propiedad de SoftBank de Japón. La compañía tiene planes de licuar y enviar alrededor de 300 millones de pies cúbicos por día de gas, una fracción de la producción de 19 mil millones de pies cúbicos por día en Pensilvania.


“Este permiso especial es un hito importante que establece los requisitos para mover GNL doméstico de manera segura y eficiente. Apoya nuestros esfuerzos para llevar energía más limpia y asequible a los mercados que dependen de combustibles basados ​​en petróleo”, dijo New Fortress. 

Los trenes se usaron por primera vez para transportar petróleo durante el auge petrolero de Pensilvania de la década de 1860. El petróleo crudo regresó a las vías ferroviarias hace aproximadamente una década, ya que el aumento de la producción de esquisto ejerció presión sobre los oleoductos.

El presidente Donald Trump solicitó al departamento de transporte una política nacional de GNL por ferrocarril en una orden ejecutiva que emitió el año pasado sobre infraestructura de energía. Es coherente con otras medidas de la administración para facilitar la producción y el comercio de combustibles fósiles.

La propuesta provocó críticas por la preocupación sobre el impacto ambiental y la seguridad. La International Association of Fire Fighters (Asociación Internacional de Bomberos), un sindicato, instó a un mayor estudio sobre el tipo de vagones que se se van a utilizar. “Con una relación de expansión de 600 a uno, el contenido de un solo vagón cisterna perforado se expandiría para cubrir más de 2,500,000 pies cúbicos”, escribió la asociación en su presentación a la reglamentación.

El departamento de transporte dijo que un derrame de GNL podría provocar un “incendio de charco” o un “fuego de vapor explosivo” que “podría provocar muertes, lesiones graves y daños a la propiedad”, pero calificó el riesgo como bajo.

También señaló la posibilidad de una “explosión del vapor en expansión de un líquido en ebullición”, conocido por el acrónimo BLEVE, en el que un coche tanque explota después de una ruptura. Como los vagones están equipados con válvulas y otros equipos de seguridad, ese tipo de situación es “muy poco probable”, dijo la agencia.

Los opositores a los ductos de gas natural también desaprueban el transporte de GNL por ferrocarril.

Reclamo de ambientalistas

Karen Feridun, del grupo activista de Pensilvania Berks Gas Truth, dijo “es momento en que todas sus energías deberían dedicarse a ayudar. En su lugar, hacen propuestas que permitirán un mayor desarrollo de gases de efecto invernadero”.


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