En el punto álgido de la pandemia, los inversionistas se volcaron a la compra de fabricantes de vacunas, lo más parecido a una apuesta segura. Sin embargo, el descenso de las infecciones por covid-19 cambió la suerte de estos ganadores de la pandemia, cuyas acciones registran una caída debido a la incertidumbre sobre las ventas y las dudas que hay sobre su crecimiento futuro.
Las acciones de Pfizer, que desarrolló una vacuna y un medicamento antiviral, se desplomaron 46 por ciento desde su punto máximo alcanzado a finales de 2021, mientras que su socio alemán BioNTech registra una caída de 75 por ciento y su rival Moderna se desplomó 79 por ciento.
Los fabricantes de vacunas menos exitosos retrocedieron de una manera aún más significativa: las acciones de Novavax, cuya vacuna contra el covid se vendió mucho menos que las inyecciones de ARN mensajero, cayeron 97 por ciento desde principios de 2021.
Evan Seigerman, analista de BMO Capital Markets, dice que los inversionistas que hicieron subir estas acciones, en una “fiebre con un subidón de azúcar”, ahora “ya superaron mentalmente la pandemia”.
Ahora que terminó el auge de sus acciones, las empresas todavía tienen que ofrecer una visión convincente de la vida después de la pandemia. El mercado de las vacunas contra el covid se ve acosado por la incertidumbre debido a una demanda impredecible, mientras que las compañías gastan sus ganancias inesperadas en ambiciosos planes que tardarán años en hacerse realidad.
El dato10 mil mdd en ingresos espera Pfizer
Que aporten las cuatro empresas que adquirió para 2030.
Un invierno incierto
Pfizer, que tiene la vacuna contra el covid más vendida, pronostica una caída de 64 por ciento en las ventas del biológico este año y de 58 por ciento en las del antiviral Paxlovid, con respecto a 2022.
El director ejecutivo de Pfizer, Albert Bourla, dijo en la última conferencia de resultados de la compañía que tendría mucha más claridad y certeza sobre el futuro de sus productos contra el covid a finales de 2023. “Somos muy conscientes de que todas estas incertidumbres dificultan la proyección de los ingresos futuros de Pfizer, y también afectan el precio de nuestras acciones”, dijo.
Michael Leuchten, analista de UBS, dice que incluso durante la pandemia, muchos expertos predijeron que las vacunas no presentarían un esquema de ingresos anuales seguros. “Para cualquiera que haya analizado una pandemia, era muy obvio que eso no iba a ocurrir”, comenta.
El dato64 por ciento podrían caer las ventas
De la vacuna contra el covid de Pfizer este año.
Las ventas futuras para Pfizer van a depender del comodín de nuevas variantes que eludan la protección anterior. Entre los factores que se tendrán que considerar se encuentran el número de personas que sufran fatiga por la vacuna y la demanda de Paxlovid más allá de la del gobierno de Estados Unidos (EU), cuando la compañía farmacéutica empiece a venderlo comercialmente.
Moderna y BioNTech también esperan que el invierno de 2023 en el hemisferio norte brinde más certeza sobre cómo sería un mercado “normal” para la vacuna contra el covid. El presidente de Moderna, Stephen Hoge, dice que la compañía espera entre 6 mil y 8 mil millones de dólares (mdd) en ventas de su vacuna contra el covid este año y no sabe si eso se va a repetir o será ligeramente menor en los próximos años. “Realmente depende de lo que suceda con el consumo de la vacuna durante el otoño”, dice.
La forma en que los inversionistas evalúan el futuro de compañías como Moderna y BioNTech, se basa en su visión del potencial del ARNm, que se utilizó por primera vez en la pandemia para producir rápidamente vacunas contra el covid adaptables, pero con el que también se hacen ensayos clínicos para tratamientos oncológicos.
El dato75 por ciento bajaron las acciones
De BioNTech este 2023.
Una carrera contra el cáncer
Las altas tasas iniciales de eficacia de las vacunas entusiasmaron a algunos inversionistas y aumentaron las esperanzas de que el ARNm tuviera éxito en otros grandes mercados de vacunas, desde mejorar la eficacia de las inmunización contra la gripe hasta abordar objetivos difíciles como el VIH. Después de los primeros resultados decepcionantes del programa de vacunas contra la gripe de Moderna, los ensayos contra la gripe modificada parecieron más positivos. Sin embargo, los accionistas ahora son más conscientes de que el ARNm no es el Santo Grial.
Gareth Powell, director de atención de salud de Polar Capital, dice que el ARNm sigue el camino de plataformas anteriores, como los anticuerpos, en las que los inversionistas se entusiasmaban con que los desarrolladores usaran inicialmente la tecnología, pero a las empresas rápidamente les seguirán otras. Los otros grandes fabricantes de vacunas, incluidos Sanofi y GSK, ahora trabajan en ARNm.
BioNTech puede enfrentar un desafío aún mayor. La compañía se especializa en oncología, pero su único producto aprobado es el de enfermedades infecciosas. El grupo alemán de biotecnología quiere crear tratamientos personalizados contra el cáncer utilizando ARNm junto con otras tecnologías, pero la gran mayoría de sus programas todavía se encuentran en las etapas iniciales de sus ensayos clínicos.
La ganancia inesperada de las vacunas contra el covid le da a la empresa el dinero para respaldar la investigación de muchos medicamentos. Pero los inversionistas también se encuentran nerviosos por la cantidad de dinero que está gastando. El mes pasado, la empresa recortó sus pronósticos de gastos de investigación y desarrollo para todo el año en 400 millones de euros (mde), para intentar “aumentar la conciencia de los costos”.
“Creo que eso es inteligente. Si recibes miles de millones, no vas a querer convertirte en una compañía de biotecnología que quema el dinero”, dice Suzanne van Voorthuizen, analista de Van Lanschot Kempen. Menciona que si se controlan los costos, la capitalización de mercado de 27 mil mdd es bastante atractiva, al tener en cuenta que tiene más de 17 mil mde en efectivo.
Ryan Richardson, director de estrategia de BioNTech, dice que la compañía se enfoca en el mediano y largo plazo y que la mayoría de los accionistas son inversionistas a largo plazo. “No nos enfocamos demasiado en el precio de las acciones”, dice.
“Sin duda quieren ver más inversiones.… para aprovechar todo su potencial”, dice Richardson. “Pero... también quieren que administremos nuestro estado de resultados y gastos de manera prudente, lo que a veces puede implicar hacer concesiones difíciles entre el corto y el largo plazo”.
Añade que la compañía se dirige a unos 12 meses “ricos en datos”, con la oportunidad de mostrar a los inversionistas lo que puede hacer en oncología. Los inversores todavía tendrán que esperar al menos hasta 2026 para obtener un producto oncológico aprobado.
Más adquisiciones
Pfizer también invirtió el dinero que obtuvo por el covid para llenar su cartera de proyectos de medicamentos, con el objetivo de lanzar 19 nuevos productos en 18 meses, la mayoría de los cuales fueron descubiertos internamente, y agregar al menos 25 mil mdd en ingresos ajustados al riesgo para 2030, provenientes del desarrollo comercial.
El grupo farmacéutico adquirió cuatro empresas —Arena, ReViral, Biohaven y Global Blood Therapeutics—, que espera que aporten alrededor de 10 mil mdd en ingresos para 2030. Y planea adquirir Seagen, que se enfoca en la oncología, por 43 mil mdd, la cual espera que contribuya con más de 10 mil mdd en ventas en 2030.
Powell dice que a los inversionistas les preocupa que Pfizer hubiera pagado mucho por lo que compró. “Los están castigando por el aumento de la inversión en el corto plazo y no les están dando ninguna recompensa al final”.
Pfizer señala que su enfoque es buscar oportunidades “donde tengamos la capacidad de agregar valor sustancial, para brindar rápidamente nuevos avances a los pacientes”.
Linden Thomson, administradora del fondo AXA IM Framlington Biotech, comparó las compañías de vacunas con otras que han tenido un año destacado gracias a un solo fármaco, como Gilead con su medicamento para la hepatitis C y, hasta cierto punto, Vertex con su tratamiento para la fibrosis quística.
Thomson dijo que, en futuras pandemias, es probable que las farmacéuticas quieran invertir en la creación de una vacuna contra un nuevo agente patógeno, si creen que tienen posibilidades de combatirlo con éxito. “La gente ha visto el grado de ganancias que pueden obtener con ellas”, dice.
Sin embargo, las compañías podrían ser más cautelosas a la hora de asumir cuánto durará la nueva realidad de una pandemia, añade. “En la próxima emergencia sanitaria, los inversionistas podrían ver al pasado y probablemente asumirían que los cambios en nuestra forma de vida podrían durar unos cuantos años, en lugar de asumir que será la nueva normalidad a largo plazo”, dice.
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