Pharrell Williams, the fashion influencer, del escenario a la pasarela

FT Mercados

Llega a Louis Vuitton como director creativo para mostrar el poder conquistador de las celebridades.

Foto: Reuters
Joe Ellison
Ciudad de México /

Pharrell Williams es uno de los productores musicales más influyentes de las tres últimas décadas. Cantante y compositor fenomenal, ya ganó 13 premios Grammy. Saltó a la fama por primera vez como parte del grupo musical The Neptunes en la década de 1990, antes de hacerse conocido por canciones como Happy y ser productor de estrellas como Beyoncé y Justin Timberlake. Como pionero de la cultura, ha transitado por el mundo de la moda y la música de diversas formas, fundó múltiples marcas y dirigió docenas de colaboraciones con una facilidad que parece inigualable. 

Williams pasó a ocupar un lugar en el centro de nuestra vida cultural, y lo hizo con una despreocupación asombrosa. Sus incursiones en el mundo de la moda lo llevaron a desfilar en la pasarela de Chanel, asociarse con el diseñador japonés Nigo para crear dos marcas de ropa casual, que son un éxito de ventas, y colaborar a largo plazo con el gigante de la ropa deportiva Adidas. También lanzó una gama de productos para el cuidado de la piel llamada Humanrace. 

Williams no es un diseñador de moda. Pero esto no impidió que lo nombraran la semana pasada como el nuevo director creativo de las colecciones masculinas de Louis Vuitton, propiedad de LVMH, uno de los puestos más prestigiosos de la industria. Los ingresos de Louis Vuitton superaron por primera vez los 20,000 millones de euros en 2022, lo que la convierte, por mucho, en la mayor y más exitosa maison (casa de moda) del grupo. La mayor parte de ese dinero se obtiene a través de la venta de bolsos. La ropa solo representa un fragmento de las ventas totales. 

Este es solo el regreso de Williams a Louis Vuitton, pues en 2004 y 2008 ya habían colaborado juntos. “Su visión creativa, que va más allá de la moda, llevará a Louis Vuitton, sin lugar a duda, hacia un nuevo y muy emocionante capítulo”, dijo Pietro Beccari, presidente y CEO de la firma francesa en la cuenta de Instagram de la marca. 

Pero el nombramiento de Pharrell Williams representa un reconocimiento tácito por parte de una casa de moda, que desde hace mucho tiempo promueve una narrativa de savoir faire (frase francesa que se traduce como “saber hacer” y que se refiere a la técnica que se aprende de generación en generación) y artesanía que, cuando se trata de captar clientes, la celebridad gana. 

Pharrell Williams no es el primer diseñador que carece de una formación básica en corte de patrones, o que no estudió la caída y el pliegue de una prenda. Ralph Lauren fundó su imperio empresarial vendiendo corbatas caseras a los minoristas. Karl Lagerfeld nunca estudió moda. Y Miuccia Prada obtuvo un doctorado en Ciencias Políticas y estudió pantomima antes de regresar a Milán para hacerse cargo del negocio familiar del cuero y lanzar su primera colección de moda. 

Sin embargo, ninguna de estas figuras era una celebridad, y ninguna de ellas llegó a ser alguien de renombre en ninguna industria antes. Este último nombramiento parece la cúspide de la tendencia a contratar celebridades: donde los excancilleres de Hacienda se convierten en editores de periódicos, los influencers de TikTok reciben programas de televisión y las estrellas de las redes sociales dirigen revistas. 

LVMH tiene algo de experiencia en esta tradición. En 2019, y en medio de mucha fanfarria, el grupo lanzó la que era apenas su segunda startup cuando respaldó Fenty de Rihanna, un proyecto directo al consumidor que cerró después de dos años. Pero tuvo un gran éxito con el nombramiento de Virgil Abloh para el puesto que ahora ocupa Pharrell Williams. 

Un erudito creativo y DJ, que trabajó con Kanye West y tenía formación en arquitectura y diseño de muebles, Abloh fue muy criticado por los tradicionalistas cuando asumió el cargo en 2018. Pero cuando murió en 2021, dejó un legado lo suficientemente sólido como para que la marca montara un año completo de proyectos y colecciones póstumas sin ningún sucesor entre bastidores. Como tal, la reacción de la industria a la noticia del nuevo puesto de Pharrell Williams ha sido cálida, lo cual es obligatorio, me imagino, cuando su empleador (Bernard Arnault) es la persona más rica del mundo. Y nadie dice que Williams carezca de visión o brillantez creativa. Simplemente plantea una pregunta: ¿a dónde nos dirigimos ahora? 

SOBRE ÉL 
“Su visión creativa, que va más allá de la moda, llevará a Louis Vuitton, sin lugar a duda, hacia un nuevo y muy emocionante capítulo”

¿Qué pasa con los estudiantes de moda de la Central Saint Martins de Londres, que pulen los detalles de sus desfiles de graduación? ¿A quién estudian para inspirarse, cuando es evidente que la experiencia y la formación están muy por detrás de los millones de seguidores que puedas acumular? ¿Por qué molestarse en adquirir deudas estudiantiles si puedes hacerte viral con un video? ¿Para qué pasarse años estudiando diseño? Como me dice un profesional de la moda: “No hay necesidad de un diseñador en este nuevo sistema”. Con excepción de que, presumiblemente, incluso el nombramiento más importante todavía necesita un caballo de batalla silencioso en el equipo de trabajo. 

“Mi reacción inicial a la noticia fue de ‘¿para qué nos molestamos?’ mezclada con depresión”, dice Cozette McCreery, consultora de moda y mentora de marcas emergentes. “Ver la mezcla de diseñadores increíbles en la carrera (inicial de Louis Vuitton) me dio esperanzas de que alguno de ellos obtuviera la gran plataforma y el respiro financiero que merecían. No me malinterpreten: Pharrell sin duda es creativo. Tendrá el mejor equipo y no dudo de que las colecciones se venderán (Williams presentará en junio su primera colección de ropa en París). Pero personalmente me parece una lástima que la celebridad del pop sea lo que te consigue el empleo, y no años de aprendizaje en las universidades o en el trabajo”, dice McCreery. 

La industria de la moda no es la única en la que las celebridades se imponen a la experiencia. El mercado de los influencers dicta ahora todos los rincones de la cultura, desde quién obtiene un papel en Broadway hasta quién consigue un contrato para un libro o firma una asociación millonaria con una marca. Y aunque Pharrell Williams no es en absoluto solo un influencer o celebridad, representa unos valores en los que los requisitos reales del trabajo son menos importantes que el nombre. 

Si actualmente fuera un estudiante que estuviera considerando mis opciones a futuro, probablemente gastaría mi préstamo estudiantil en un administrador de redes sociales y una cámara GoPro, en lugar de perder mi tiempo y esfuerzo formándome para una trayectoria creativa específica.

Financial Times Limited. Declaimer 2021

​egb



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