Cerca de 30 mil millones de dólares (mdd) estarán en juego en lo que puede ser una de las demandas corporativas más grandes de Estados Unidos cuando Apple y Qualcomm, la compañía de chips, acudan hoy a los tribunales en San Diego.
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Se espera que Tim Cook, director ejecutivo de Apple, presente testimonio en un juicio de cuatro semanas en un tribunal federal en el que el fabricante del iPhone y cuatro compañías en su cadena de suministro demandan a Qualcomm hasta por 27 mil mdd en daños por exceso de cobro de regalías por los chips.
Qualcomm, que niega cualquier mala práctica, busca al menos 7 mil millones de dólares en pagos atrasados de Apple y sus proveedores, además de miles de millones en daños.
“Esta es una enorme disputa. La cantidad de dinero que está en juego potencialmente hace ver pequeño a cualquier otro caso de propiedad intelectual o antimonopolio”, dijo Mark Lemley, profesor de derecho en la Universidad de Stanford. En comparación, Apple obtuvo mil millones de dólares de Samsung en un caso de patentes en 2012, y Hewlett-Packard obtuvo 3 mil mdd de Oracle en un caso de contrato en 2016.
El juicio en San Diego es la pieza central de una larga disputa entre las dos compañías que se extiende a EU, China y Europa y que podría afectar la capacidad de Apple para lanzar un teléfono móvil equipado para el 5G, el internet móvil de siguiente generación.
“Este es, por mucho, el caso más importante que hemos visto hasta el momento para ambas partes”, dijo Geoff Blaber, analista de CCS Insight. Para Qualcomm “puede dar forma al futuro de su empresa”, pero también podría debilitar el “poder de negociación” de Apple y costarle miles de millones al fabricante del iPhone.
La disputa comenzó en 2017 después de que Apple le dijo a sus fabricantes —quienes pagaban regalías a Qualcomm y Apple hacía los reembolsos— que dejaran de pagarle al fabricante de chips, sobre la base de que los precios eran demasiado altos.
Apple y sus proveedores argumentaron que desde 2013 Qualcomm cobró de más las regalías y que las altas tarifas por cada teléfono que contenía sus chips representaban especulación anticompetitiva.
Apple también busca mil millones de dólares en reembolsos que dice Qualcomm retuvo después de que una serie de reguladores de competencia iniciaron sus investigaciones sobre su modelo de negocios y alrededor de 2 mil mdd en restitución de regalías.
El resultado del juicio es particularmente importante para el negocio de licencias de Qualcomm, que generó 64 por ciento de las ganancias totales antes de impuestos de la compañía en 2018 en menos de una cuarta parte del total de las ventas.
Si el caso se inclina a favor de Apple, es probable que otros licenciados de Qualcomm cuestionen las cuotas que pagan, y el “futuro del modelo de negocio” podría encontrarse bajo presión, dijo Blaber.
El precio de las acciones de Qualcomm ha sido volátil desde 2016, ya que los inversionistas tienen que lidiar con la incertidumbre y la disminución de los ingresos de licencias que provocó la disputa. Solo lo daños potenciales pueden llegar a ser de más de cuatro veces los 5 mil 700 millones de dólares que Qualcomm generó en ingresos netos en 2016.
Si Apple gana con su demanda de licencia, ese segmento del negocio de Qualcomm “seguirá siendo rentable, pero no tanto”, dijo Joshua Landau, abogado de patentes de la Computer and Communications Industry Association (Asociación de la Industria de Computadoras y Comunicaciones). Qualcomm también podría enfrentar un “golpe a corto plazo” por tener que pagar los derechos de licencia.
Pero Apple corre grandes riesgos: podría tener que saldar fuertes pagos atrasados, mientras que la disputa con Qualcomm dejó a la compañía dependiendo de Intel, que aún no lanza un chip para el 5G. Si el iPhone 5G de Apple se retrasa más allá de su lanzamiento previsto para 2020, podría quedar rezagado, sobre todo en China.
Dependiendo de la forma como parezca que el caso se mueva, podría “aumentar la presión sobre Apple para que llegue a un arreglo”, dijo Blaber.
Apple no quiso hacer comentarios sobre la fecha en la que tendría que haber cambiado los proveedores de chips para incluir su hardware en los teléfonos con lanzamiento en 2020. El estándar de la industria es de 10 a 12 meses antes del lanzamiento comercial.
Como el número uno en la concesión de licencias de patentes por ingresos en todo el mundo, parte de la propiedad intelectual celular de Qualcomm se incluye en chips que producen sus rivales, algo que los fabricantes de teléfonos tienen que pagar.
Una victoria para Apple en San Diego podría hacer que sea más fácil y barato tener la licencia de la tecnología de Qualcomm y tener un “impacto a favor de la competencia en la industria en general”, dijo Landau. Eso sería un impulso para Apple si quisiera diseñar sus propios chips.
En un caso relacionado, que está a la espera de la decisión de un juez, la Comisión Federal de Comercio de EU alegó que Qualcomm obligó de forma injusta a Apple a comprar sus chips inalámbricos entre 2011 y 2016 a cambio de cobrar menores pagos de regalías.
El fallo de la jueza Lucy Koh podría influir en el juez y el jurado de San Diego si llega primero a un veredicto. Sin embargo, no hay garantía de que tal decisión llegue a tiempo. Si bien, la jueza Koh dijo que ella “generalmente es bastante rápida”, un caso de “esta magnitud evidentemente tomará más tiempo que un asunto de ley y moción promedio”.
Contraparte
Qualcomm no solo niega lo dicho por el fabricante del iPhone, sino que busca al menos 7 mil millones de dólares en pagos atrasados de Apple y sus proveedores, más otro miles de millones en daños.
Antecedentes
Este tipo de juicios no es nueva para Apple, en 2012 obtuvo mil millones de dólares de Samsung por un caso de patentes; por otra parte, Hewlett-Packard consiguió 3 mil mdd de Oracle en 2016.
Detalles
Apple también busca mil millones extra en reembolsos, toda vez que acusa a la fabricante de chips de retenerlos luego de que una serie de reguladores iniciaran las investigaciones.
Impacto
Analistas prevén que si Apple sale victoriosa, otras empresas podrían cuestionar a Qualcomm, lo que es probable que ponga bajo presión el modelo de negocios de la compañía de chips.
Esperanza
La disputa que enfrenta con Qualcomm hace que ahora dependa ciento por ciento de Intel, compañía que aún no lanza un chip para la red G5, lo que pone en riesgo el lanzamiento de su próximo equipo con esta tecnología.
MRA