El director ejecutivo de Thomas Cook aseguró que el fracaso del gobierno británico para respaldar un acuerdo de rescate de último minuto llevó a la quiebra de la compañía de viajes cuando describió no tener contacto con los ministros en los días previos a su liquidación.
Peter Fankhauser dijo a los miembros del Parlamento que habló con ministros de los gobiernos de Bulgaria, España, Grecia y Turquía, pero no de Reino Unido mientras la compañía trató de elaborar un plan de rescate.
Un comité que encabeza la laborista Rachel Reeves pasó dos horas y media interrogando a Fankhauser y a otros cuatro miembros del consejo de administración de Thomas Cook sobre los niveles de deuda, las prácticas contables y la remuneración de los ejecutivos de la compañía.
Frank Meysman, el presidente de la compañía, dijo que sus bancos y Fosun, el mayor accionista, estaban a favor de acordar una recapitalización de la compañía por 900 millones de libras hasta las 4 de la tarde del domingo antes de su colapso al día siguiente. Pero, agregó, su apoyo estaba condicionado a la garantía adicional del gobierno de Reino Unido, que se negó.
El grupo entró en liquidación en las primeras horas del 23 de septiembre y a los empleados se les informó unos minutos antes del anuncio final.
Fankhauser dijo que “no se atrevió a criticar al gobierno”, pero que el 22 de septiembre “sabíamos que necesitábamos algo fuerte, de lo contrario no podríamos haber despegado nuevamente el lunes, pues el negocio estaba doblegado”.
Agregó que, si el plan de recapitalización hubiera sido exitoso, Thomas Cook habría sido “la compañía de viajes mejor financiada en Europa”.
El comité comenzó con preguntas sobre los salarios y bonos de los ejecutivos de Thomas Cook. Los miembros del consejo de administración recibieron remuneraciones por un total de 20 millones de libras en los cinco años anteriores a su colapso.
Fankhauser defendió su sueldo al decir que la mitad de su remuneración de 8 millones de libras la recibió en acciones, que nunca vendió y que ahora eran “nulas y sin valor”. Agregó que 30 por ciento de un pago de bono de 750 mil libras para 2017 se otorgó en acciones y que no recibió bonos en 2018 y 2019 ni recibió un aumento anual de 2 por ciento en el sueldo este año.
Cuando se le preguntó si devolvería parte de su sueldo, Fankhauser dijo: “Consideraré lo que es correcto, pero eso no lo voy a decidir hoy”.
En una declaración al parlamento luego del colapso de la compañía, el secretario de transporte Grant Shapps dijo que el gobierno no quería “correr el riesgo de tirar dinero bueno al malo” y que aún tenía que pagar la repatriación de los 150 mil turistas de Reino Unido que estaban con paquetes vacacionales de Thomas Cook cuando la empresa se fue a la quiebra.