Rafiqui es la primera asociación civil dedicada al reciclaje de paneles solares y tiene la intención de procesar mil toneladas anuales de estos dispositivos que ya cumplieron su ciclo de vida o que debieron ser retirados antes de tiempo. La idea de la asociación surgió para darle respuesta a ¿qué sucede con los paneles una vez que llegan al final de su vida o ya no funcionan?, explica Ximena Cantú, directora de Rafiqui y ESG de Energía Real.
“Los paneles solares duran de 25 a 30 años, pero hay pérdidas tempranas, es decir, que los paneles se tienen que retirar antes de tiempo”, dice Cantú y añade: “En Rafiqui decidimos que debería existir una asociación civil que empujara con fuerza el uso de energía limpia adecuada en México”.
¿Cómo surge Rafiqui?
Nuestra misión es atender un problema derivado principalmente de la primera generación de paneles que ya no están disponibles, que no cuentan con reemplazo o que provienen de empresas instaladoras informales que no brindaron garantías adecuadas, ni realizaron instalaciones conforme a los estándares, lo que hace que el sistema entero se vuelva inservible y deba ser actualizado.
La organización está en una etapa inicial, concretando relaciones con las empresas del sector para desmontar paneles solares, revisar cuales todavía pueden funcionar o tienen cierta eficiencia para repararlos y hacer donaciones a comunidades vulnerables y así ampliar el acceso a la energía limpia a más personas del país. Hay varias empresas con las que hemos tocado base y tenido buenas respuestas, pues tienen paneles solares que necesitan retirar o los tienen almacenados y esperan darles un uso o reciclaje justo.
Hay que entender que muchas empresas han apostado por ser más verdes o sustentables, más allá del uso de energía solar. Pues al final todos queremos llegar a las metas a las que nos comprometimos: usar 35 por ciento de energía renovable para el 2030 y 50 por ciento para 2050.
¿Qué tan grande es el problema de los residuos de paneles solares?La Agencia Internacional de Energía Renovable (IRENA) estima que para 2030, en México habrá 30 mil toneladas de paneles retirados por pérdida temprana y alrededor de seis mil quinientas toneladas que habrán concluido su ciclo de vida naturalmente, lo que refleja la necesidad de procesar dichos materiales. Mientras que a nivel mundial, esto significa 7 por ciento de los reemplazos o retiros de paneles. La cifra es espinosa porque reciclar paneles no resulta sencillo y el reaprovechamiento de los módulos de silicio, si bien es viable desde un punto de vista técnico, no siempre lo es desde un enfoque económico.
La misma organización estima que los materiales recuperados mundialmente de los paneles solares tendrán un valor aproximado de 450 millones de dólares (mdd) para el 2030, lo cual equivale a los materiales necesarios para producir 60 millones de nuevos paneles solares.
Cabe destacar que los paneles solares duran entre 25 y 30 años, pero hay pérdidas tempranas porque se tienen que retirar antes de tiempo por fallas prematuras, como por ejemplo el paso de un huracán o porque no se instalaron adecuadamente. Por eso, 30 mil toneladas es una cantidad muy alta y es importante darles una solución antes que el problema se nos vaya de las manos.
¿Qué espera Rafiqui en el futuro?
Estamos dando un paso clave hacia una economía circular en el sector solar. Tenemos que empezar hoy, antes de que el problema crezca, mientras avanzamos hacia energías más limpias debemos prepararnos para gestionar los residuos derivados de estos materiales. El reciclaje de paneles solares es esencial para lograr que el sector solar sea todavía más sostenible, la colaboración es necesaria para avanzar. El momento de actuar es hoy, y cada esfuerzo cuenta.
Además, hemos observado que el uso de energía solar en México va en aumento. La intención de la recicladora es que en la primera etapa tengamos una capacidad máxima de mil toneladas anuales, eso es alrededor de 40 mil a 50 mil paneles solares. En la primera etapa nos enfocaremos en la región Centro y Norte del país, pero nos iremos expandiendo a lo largo de todo México.
Ella dice...Estamos dando un paso clave
Hacia una economía circular en el sector solar.
En la segunda fase, también buscamos reciclar el litio, que también va de la mano con el tema de la transición energética. Este proceso permite recuperar materiales valiosos de baterías utilizadas en los sistemas de almacenamiento de energía, contribuyendo así a la reducción de residuos y la conservación de recursos naturales.
Las empresas que adoptan prácticas de reciclaje de litio están liderando el camino hacia una economía circular a nivel mundial, y nosotros queremos impulsar la innovación y promover un futuro más limpio y eficiente en el uso de la energía en México.
¿Cómo apoya Energía Real el camino hacia un transición de energía limpia en México?
Al fomentar el reuso de paneles solares, el aprovechamiento de materiales y la reducción de residuos, la empresa no solo apoya la transición hacia una economía más verde, sino que también sienta las bases para el desarrollo de nuevas tecnologías y modelos de negocio sostenibles en nuestro país.
Además, el nearshoring está convirtiendo a México en un importante destino de inversiones, proyectos y nuevas empresas que buscan establecerse en el país, las cuales ya tienen metas sustentables de origen que impulsarán la generación de energías renovables, principalmente con tecnología solar. Por ello, Energía Real pone mucho énfasis en el sector comercial e industrial.
La generación distribuida con paneles fotovoltaicos en México es el sector que más ha crecido y que más ha aportado en MW en términos de energía renovable en los últimos tres años; poder participar en ese crecimiento nos deja dormir contentos y somos hoy la empresa líder en financiamiento de generación de energía distribuida.
En Energía Real tratamos de diseñar productos que funcionen muy bien para los clientes en cuanto a esquema tarifario, por ejemplo, nuestras tarifas no están ligadas ni a tipos de cambio, ni a gas o tasas de interés: Nuestros clientes no están expuestos a ese tipo de factores macroeconómicos; entonces, pensar en cómo venderles energía verde, a precios competitivos, esta en nuestro ADN.
Al final del día, necesitamos que todo México se una para llegar a ser una referecia en el uso de energía limpia al menos en Latinoamérica.
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