El mayor inversionista de Rolls-Royce redujo su participación en el fabricante de motores para aeronaves, ya que su presidente expresó “remordimiento” por la disrupción provocada a las aerolíneas que son sus clientes debido a los problemas persistentes con los motores Trent 1000 que se presentaron el año pasado.
La acción se produjo cuando el grupo dio a conocer que, a pesar de la turbulencia de 2018, su director ejecutivo, Warren East, registró una aumento de alrededor de 70 por ciento en su remuneración anual para llegar a 3.94 mdl el año pasado, ya que por primera vez en cuatro años se otorgaron los incentivos a largo plazo.
La compañía que pertenece al FTSE 100, que sufrió de una ligera caída en el precio de sus acciones ha tratado de recuperarse de los problemas de largo tiempo con los motores Trent 1000, que impulsan al avión de pasajeros 787 Dreamliner de Boeing y que llevó al grupo a manejar números rojos el año pasado.
ValueAct Capital, que se convirtió en el mayor accionista de Rolls-Royce en 2015, dijo que redujo su participación de 10.94 a 9.48 por ciento.
Al inversor activista se le otorgó un lugar en el consejo de administración un año después con la promesa de que no iba a presionar públicamente para la división del fabricante de motores de avión.
El paquete de remuneración de East, de 57 años, incluye un salario base de 944 mil libras, poco más de 1 millón de libras, o 107 por ciento de su salario base como bono anual, 1.73 mdl pagados bajo el plan de incentivos a largo plazo de 2016, y prestaciones de pensión.
Aunque el bono anual del director ejecutivo fue menor que el del año anterior, lo que reflejó que las entregas de motores a los clientes fueron menores a las esperadas, la remuneración total aún es inferior a las 2.33 millones de libras que recibió en 2017.
Rolls-Royce defendió el pago excepcional, y señaló que “el bono anual de Warren es menor sobre una base año con año como resultado de no alcanzar nuestros objetivos de entregas a los clientes en las últimas etapas de 2018, aunque tuvimos un sólido desempeño en utilidad subyacente y flujo de efectivo”.