Al promocionar la venta de participación de su operación asiática, Anheuser-Busch InBev presentaba el argumento de ventas de un grupo cervecero premium con perspectivas de rápido crecimiento que merecía un precio correspondiente demasiado alto.
Lo que los inversionistas de Hong Kong encontraron en Budweiser APAC —que comercializa docena de marcas, entre ellas Budweiser y Stella Artois, en países que van desde China hasta Australia— fue un grupo cervecero común, ligeramente sin cambios. Ese choque llevó a que el viernes se cayera lo que habría sido una de las ofertas públicas iniciales más grandes del mundo este año, dejando a la matriz fuertemente endeudada responsabilizando “a las condiciones actuales del mercado” por el fracaso del acuerdo.
Pero los analistas y los banqueros cercanos al acuerdo señalan la negativa de la administración de AB InBev a reducir el precio, después de una tibia recepción por parte de los inversionistas. Las consecuencias dejaron a los principales bancos de inversión de la región —encabezados por JPMorgan Chase y Morgan Stanley— lamentando un fracaso embarazoso y la pérdida de honorarios por un total de 192 millones de dólares, de acuerdo con el prospecto de la oferta.
Los planes de la OPI también llegaron en un momento crítico para Hong Kong, que experimenta malestar político en las últimas semanas, y cuando otras empresas, entre ellas Alibaba, buscan realizar grandes salidas a bolsa en la ciudad. En su lugar, se une a una lista de ofertas que quedan archivadas que plantean preguntas sobre la condición del mercado de las OPI fuera de Estados Unidos.
Un banquero que participó en el acuerdo, al hablar bajo condición de anonimato, dijo que, de acuerdo con la retroalimentación inicial del mercado, estaba claro que el rango objetivo de AB InBev probablemente era más alto de lo que los inversores aceptarían. Pero agregó que la compañía sintió que no estaba bajo ninguna presión para ceder en la valoración. “Respaldamos a nuestro cliente y respetamos sus decisiones, incluso si difieren de lo que sería nuestro mejor consejo”, destacó el banquero.
Otro fue más contundente. “No son vendedores de alfombras que necesitan comercializar con una pistola en la cabeza”, comentó, refiriéndose a AB InBev. Señaló que el alza en el precio de las acciones de la compañía desde principios de año sugería que los inversores estaban cómodos con la deuda neta del grupo de más de 100 mil mdd. “No obtuvieron el valor que querían, así que retiraron la oferta”.
AB InBev no quiso hacer comentarios.
La OPI le habría dado a la operación de Budweiser APAC un valor de empresa de entre 54 mil 300 a 63 mil 700 mdd, el equivalente a un múltiplo de entre 16 y 18 veces las ganancias antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización, no muy lejos de las valoraciones de los grupos cerveceros que cotizan en Hong Kong como CRE y Tsingtao. AB InBev cotiza a un valor de empresa de aproximadamente 12.7 veces el Ebitda, mientras que el promedio de sus pares de la industria es de alrededor de 14 veces.
Una persona cercana al acuerdo aseguró que el precio era demasiado alto, dada la desaceleración económica de China. “Fue un error culpar de todo a las condiciones del mercado”, mencionó esta persona. “Si fuéramos AB InBev, habríamos considerado bajar un poco el rango de precios”, escribieron los analistas en Bernstein, en una nota de investigación el lunes.
Un banquero destacó que antes de que se diera carpetazo a la salida a bolsa, a AB InBev se le presentaron opciones que habrían permitido reestructurar y relanzar rápidamente el acuerdo en cuestión de días, ya fuera reduciendo el precio de la oferta o reduciendo el tamaño del acuerdo pero manteniendo ese precio.
“Todo lo que se necesitaba era que cediera un poco con el tamaño sin tener que tocar el precio”, dijo el banquero. Pero aclaró que la compañía no sintió ninguna presión para ceder con los inversores, ya que consideraba que la OPI no era esencial para sus esfuerzos más generales de desapalancamiento.
Una primera señal de que el objetivo de AB InBev tal vez era demasiado alto se produjo por la falta de los llamados inversores “cornerstone” (inversionistas principales), que se suscriben por adelantado para una gran parte de las acciones, sujeto a un periodo de bloqueo (lock-up). Los abogados en Hong Kong mencionaron que la ausencia de inversores principales fue una señal para otros de que algo podría ser inadecuado antes de que se diera marcha atrás a la salida a bolsa. De acuerdo con los datos de Dealogic, los inversionistas principales, que a menudo toman entre un cuarto y un tercio de una oferta, han estado presentes en cada una de las 20 OPI más grandes registradas en Hong Kong.
“En realidad, no importa qué tan buenas sean las condiciones del mercado, para transacciones grandes, casi siempre tienen anclas”, destacó un abogado de ofertas públicas iniciales en Hong Kong.
En tanto un banquero en el acuerdo con AB InBev mencionó que era el tamaño de la salida a bolsa, no la falta de inversores principales, lo que les impidió cruzar la línea de meta. Destacó que cualquier mella a la demanda debido a la falta de anclajes anticipados habría sido evidente en el tramo minorista de la OPI. En el caso ese tramo tenía un exceso de suscripción de alrededor de 12 veces, señaló.
Con información de Arash Massoud, Dan Weinland y Leila Abboud
Campeona
Budweiser se mantuvo en el primer sitio de la categoría de las cervezas más valiosas del mundo en el ranking BrandZ de Kantar y WPP.
Menos chela
La categoría, “impactada por la disminución del consumo y los cambios en las actitudes y gustos de los consumidores”, ha perdido 6% de su valor en el último año.
Una sube
Guinness es la única cerveza entre las primeras 10 que ha incrementado su valor, con un 4%, y Budweiser se ha mantenido sin cambios.
Top ten
Anheuser-Busch InBev es poseedora de alrededor de 400 marcas: ocho de las 10 mejores del escalafón BrandZ son de la gigante cervecera.
Contrincantes
Heineken, propiedad de Heineken NV, y Guinness, propiedad de Diageo, son las dos marcas en el top ten que no pertenecen a AB InBev.