El jefe del regulador financiero del Vaticano dejará su cargo unas semanas después de que la policía de la santa sede registró las oficinas de su agencia como parte de una investigación sobre transacciones sospechosas relacionadas con una inversión en propiedades de lujo en Londres.
El Vaticano dijo ayer que René Brülhart, un abogado suizo de 47 años de edad que encabeza la Autoridad de Información Financiera (AIF), renunciará después de completar su gestión en el cargo, y agregó que el Papa Francisco pronto nombrará a su sucesor.
Sin embargo, Brülhart le dijo a la agencia de noticias Reuters que había renunciado, sin dar más detalles sobre su partida.
Su salida se produjo después de la jubilación el mes pasado de Domenico Giani, el jefe del aparato de seguridad del Vaticano que prestó servicio durante mucho tiempo y que se retiró después de los registros en las oficinas de la AIF y la Secretaría de Estado, la burocracia de la administración central del Vaticano.
El Vaticano dijo en ese momento que las redadas a principios de octubre se relacionaban con transacciones financieras sospechosas no especificadas.
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Más tarde surgió información que vinculaba la investigación policial con una inversión de 200 millones de dólares que realizó la Secretaría en un fondo de inversión incorporado en Luxemburgo. El fondo utilizó en 2014 parte del dinero para vender a la Secretaría una participación en una propiedad de la cual ya era dueño el administrador del fondo en el distrito londinense de Chelsea.
Rafaelle Mincione, gerente del fondo de Luxemburgo que compró la propiedad de Chelsea en 2012 antes de vender la participación a la Secretaría a un precio significativamente más alto, negó cualquier acto indebido.
El cardenal Pietro Parolin, el funcionario de mayor nivel en el Vaticano después del Papa, dijo el mes pasado que el acuerdo inmobiliario de Londres “fue bastante opaco y ahora estamos tratando de aclararlo”.
Cuentas en Suiza, sin registro alguno
Libero Milone, el ex auditor jefe del Vaticano que renunció en 2017, le dijo al Financial Times el mes pasado que la Secretaría tenía grandes cantidades de dinero en cuentas bancarias suizas que no estaban “registradas en los libros”, lo que significa que no existían oficialmente en los registros financieros del Vaticano. Milone dijo que cuando, como auditor jefe, comenzó a solicitar más información sobre estas cuentas, le dijeron que tendría que renunciar a su cargo.
La AIF se creó en 2010 para garantizar que las transacciones bancarias y financieras del Vaticano se ajustaran a las normas internacionales después de que una serie de escándalos de lavado de dinero causaron vergüenza a la Santa Sede. El Papa Francisco nombró a Brülhart como jefe de la AIF en 2014, después de que se unió a la agencia dos años antes.