Revolución digital abre paso a países emergentes

Los caminos. El cambio tecnológico y los modelos de negocio disruptivos mueven al mundo a campos como el fintech, los análisis de metadatos o la robótica avanzada.

Corea del Sur o Singapur (en la imagen) son el ejemplo de economías impulsadas por la innovación. Shutterstock
Chris Malone
Londres /

Durante décadas, muchas naciones en desarrollo siguieron un camino similar hacia la industrialización. Comenzaron aprovechando abundantes fábricas de bajo costo para atender a los mercados de exportación y se graduaron en industrias pesadas y de alta tecnología que requieren mucho capital.

Las más exitosas, como Corea del Sur y Singapur, evolucionaron hacia economías impulsadas por la innovación que ahora se encuentran entre las naciones más ricas del mundo. 

Este camino de desarrollo posiblemente ya no sea viable. El aumento de las barreras comerciales, los sistemas avanzados de fabricación supereficientes de la industria 4.0 y el aumento de costos en los mercados emergentes llevan a muchas empresas a ubicar su producción más cerca de casa. 

Sin embargo, la revolución digital comienza a abrir nuevas oportunidades enormes para las naciones en desarrollo. El cambio tecnológico y los modelos de negocio disruptivos cambian el crecimiento global hacia campos como el fintech, los análisis de metadatos, la robótica avanzada, la seguridad cibernética, la medicina de precisión y la tecnología agrícola que generará billones de dólares de producción mundial para 2030. 

Estos sectores digitales son más accesibles para los innovadores y emprendedores del mundo en desarrollo que la fabricación de alta tecnología, que requiere conocimientos científicos y una fuerte inversión de capital. Gran parte del conocimiento que se requiere y las herramientas avanzadas en estos sectores emergentes están disponibles gratuitamente o a un bajo costo a través de las plataformas digitales, y muchas habilidades clave se aprenden a través de la educación general, el impulso emprendedor y la comprensión de los mercados locales. 

El patrón histórico vio el lanzamiento de industrias mediante el cambio tecnológico, como la computación y las comunicaciones, la creación de empleos de fabricación, trabajo administrativo y ocupaciones en industrias auxiliares en todo el mundo en desarrollo. Pero la mayor parte de las utilidades permaneció en las naciones ricas, donde se originaron los avances. 

Las naciones en desarrollo tienen la oportunidad de participar más plenamente en el ciclo de innovación, inversión y creación de riqueza en la próxima generación de industrias basadas en la tecnología. China e India, gracias a su enorme escala, ya se están convirtiendo en jugadores de pleno derecho.

Pero, ¿qué pasa con el próximo nivel de naciones en desarrollo muy pobladas? Particularmente interesantes son las naciones que el Boston Consulting Group llama las Middle Billion, que incluye a Brasil, Egipto, Indonesia, Nigeria, Filipinas y Vietnam.

Muchas naciones del siguiente nivel tienen el potencial en términos de recursos humanos y escala del mercado interno para convertirse en economías impulsadas por la innovación. Lo que les falta son sistemas de innovación y entornos empresariales que permitan a los involucrados tener éxito.

Si bien representan una gran parte de la población y el PIB del mundo, las grandes naciones en desarrollo, aparte de China e India, generan una parte minúscula del gasto mundial en investigación y desarrollo y concesiones de patentes. Esas naciones a menudo también sofocan a los empresarios con regulaciones onerosas, burocracias lentas y protecciones jurídicas inadecuadas.

Aún así, ese tipo de economías tienen ventajas importantes. Tienen mercados nacionales grandes e industrias y servicios heredados subdesarrollados, que presentan oportunidades para las startups con nuevas ideas sobre el servicio a los clientes locales. Muchas también tienen bases de usuarios de rápido crecimiento para la tecnología digital.

Estos países pueden tener grandes reservas de talentos calificados e innovadores actualmente en la economía informal. Pueden ser profesionales independientes de la economía de chambas, inventores aficionados que sueñan con iniciar un negocio, programadores autodidactas que buscan un desafío o innovadores familiares que modifican creativamente los productos existentes para satisfacer las necesidades inmediatas. 

Naciones diferentes

Los sistemas de innovación de las naciones en desarrollo exitosas en la década de 2020 serán diferentes de aquellos que impulsaron a los mercados emergentes en la era de la globalización posterior a la Segunda Guerra Mundial. Las naciones que se adapten al nuevo paradigma digital pueden convertirse en los próximos motores de innovación, inversión y creación de riqueza del mundo, destacó Chris Malone, quien es director general y socio de la oficina del Boston Consulting Group en la Ciudad Ho Chi Minh.



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