Richard Masters y su papel en la Premier League

FT MERCADOS

El director de la Premier League necesita 20 clubes de su lado, mientras maneja acuerdos de derechos y un nuevo regulador para mantener la paz dentro de la Premier League.

Richard Masters, director ejecutivo de la Premier League.
Matthew Garrahan
Ciudad de México. /

En el futbol siempre ha habido pasiones intensas, pero cuando Richard Masters se convirtió en el director ejecutivo de la Premier League, seguramente nunca imaginó que sería el blanco de una campaña publicitaria o que enfrentaría acusaciones de formar parte de un siniestro “cártel rojo”.

Su amplia área de autoridad incluye continuar con el rápido crecimiento de la competencia inglesa, que se ha convertido en la liga de futbol más vista del mundo. Masters tiene que cerrar acuerdos comerciales y de transmisión para que los clubes de élite del juego tengan suficiente dinero para pagar a los mejores jugadores en la cancha. Y tiene que mantener la paz entre los 20 clubes ultracompetitivos de la liga, cuyos propietarios van desde petroestados del Golfo y multimillonarios estadounidenses hasta jugadores profesionales y un magnate naviero griego.

Mantener esa armonía resultó ser complicado en los últimos años, después de una larga investigación sobre supuestas infracciones de las reglas financieras por parte de algunos clubes. Las acusaciones más graves, por mucho, se presentaron en contra del Manchester City. Se cree que algunos aficionados del equipo propiedad de Abu Dhabi estuvieron detrás de un espectacular móvil en el que se criticaba a Masters y que se colocó frente a la sede de la liga en Londres en octubre pasado, durante una reunión de los directores ejecutivos de los clubes. En el espectacular, se mostraban los escudos de los clubes Arsenal, Liverpool, Manchester United (los llamados miembros del cártel rojo) y Tottenham Hotspur bajo el título “Masters de Richard”.

En los últimos años al Everton y al Nottingham Forest se les han quitado puntos. Ser el blanco de la ira de los aficionados en internet y en las llamadas telefónicas para la radio no debe haber sido agradable; incluso el conocido aficionado del Manchester City, Noel Gallagher, pidió su renuncia. “La otra cara de la popularidad de la Premier League es que está muy vigilada y todo el mundo tiene una opinión”, dice Masters, con cautela. “Simplemente hay que aceptarlo”.

“No lo disfruto”, admite sobre las críticas, antes de añadir: “Simplemente hay que dejar que pase y seguir adelante”.

Ya pasaron dos años desde que el Manchester City fue acusado de más de 100 infracciones de las reglas de la Premier League, y el club y sus rivales esperan que una comisión independiente se pronuncie sobre los cargos. Las identidades del panel de tres personas se han mantenido en secreto, para evitar que tengan que soportar su propia campaña publicitaria en espectaculares (o algo peor). El veredicto podría llegar en cualquier semana. “Literalmente no puedo decir una palabra al respecto”, dice Masters.

Otros son más comunicativos. Javier Tebas, la contraparte de Masters en La Liga, dijo que la liga española presentó una queja contra el City ante la Comisión Europea durante la Cumbre Business of Football del FT del mes pasado, alegando que la forma en que se financia el club viola la ley de competencia de la Unión Europea. El City no ha hecho comentarios al respecto.

Una sentencia no significa el final de la saga, que proyecta una sombra sobre varias temporadas exitosas del City en la cancha. Si se concluye que el club infringió las reglas, el panel independiente no decidirá sobre las sanciones: será un proceso separado y el club --y la liga misma-- tendrán el derecho de apelar.

Así que la disputa seguirá y los aficionados seguirán protestando. ¿Le preocupa a Masters que eso dañara a la liga? “No hay una alegre alternativa a que se hagan cumplir las reglas. La Premier League sobrevivirá al impacto de todo esto y saldrá adelante”. Sin duda no descarriló su éxito comercial.

El último acuerdo de derechos de televisión en el Reino Unido se vendió a Sky y TNT por casi 8 mil 600 millones de dólares (mdd) en cuatro años, mientras que los acuerdos de medios internacionales han recaudado más por año por primera vez en la historia, elevando los ingresos comerciales totales a más de 15 mil 500 mdd.

“Los socios de transmisión, los aficionados de todo el mundo, nuestros nuevos patrocinadores tienen una gran confianza en la Premier League”, dice Masters, sonando como el hombre especialista en mercadotecnia que alguna vez fue. Tuvo su oportunidad en otro deporte, después de haber abandonado su vida como aprendiz de encuestador (“Eso no me gustó nada”) para trabajar en una agencia de publicidad antes de terminar dirigiendo la mercadotecnia de la England and Wales Cricket Board. Luego pasó por la English Football League, que dirige las divisiones inferiores del deporte, antes de llegar a la Premier League en 2006, donde trabajó con el exdirector ejecutivo Richard Scudamore.

Cuando Scudamore se hizo a un lado en 2018, se eligió a la ejecutiva de medios Susanna Dinnage para que fuera su sucesora, pero se echó atrás. Luego, nombraron a David Pemsel, exdirector ejecutivo de Guardian Media Group, pero renunció antes de comenzar, después de que The Sun publicara en portada una historia --de la que luego se retractó-- sobre su vida privada. Masters fue nombrado jefe interino y, al final, director ejecutivo. “Sentado aquí hoy, realmente no me importa cómo sucedió. Estoy encantado de haber tenido la oportunidad de hacerlo”.

Es cauteloso, tranquilo y no revela mucho, pero tal vez eso es lo que se requiere cuando tienes que manejar 20 egos en feroz competencia entre sí cada semana. Las cuentas de la Premier League muestran que el paquete salarial de Masters fue de más de 2.3 mdd en 2022, una pequeña fracción de lo que pueden ganar sus pares que dirigen las ligas deportivas de Estados Unidos (EU). “Es simplemente un mercado diferente”, dice, con algo de nostalgia. ¿Presumiblemente no diría que no a los varios millones que el comisionado de la NFL Roger Goodell recibe cada año? “42 mdd”, dice (en realidad está más cerca de los 64 mdd). “No es que le de seguimiento ni nada por el estilo”.

La gran llegada de propietarios extranjeros a la Premier League comenzó con Scudamore, cuando Roman Abramovich compró su camino hacia los primeros lugares del futbol inglés. Los rusos se fueron, pero la tendencia internacional continuó con Masters; 15 de los 20 clubes de la liga ahora tienen propietarios extranjeros. “Somos neutrales con respecto al mapa geográfico de nuestra propiedad. Sin embargo, siempre hemos sido como empresas públicas de responsabilidad limitada del Reino Unido, abiertos a la inversión extranjera”, lo que ha sido “bueno para el futbol inglés”.

ÉL DICE

La otra cara de la popularidad de la Premier League

Es que está muy vigilada y todo el mundo tiene una opinión.

Estos propietarios provienen de distintos mercados y tienen diferentes expectativas: los principales deportes estadunidenses, como el futbol americano, funcionan con un modelo de franquicia cerrada sin el peligro de descenso, que se da en los equipos que están en el fondo de la Premier League. Algunos aficionados lamentan esta llegada de compradores internacionales, a menudo lejanos, pero Masters la defiende. “Ha habido una tentación de pensar que, como la Premier League tiene 10 propietarios estadounidenses y 15 que no son del Reino Unido, de alguna manera la historia y las tradiciones del futbol inglés se erosionarían desde el interior. Ese no ha sido el caso”.

“Nuestros propietarios internacionales entienden y respetan la historia y las tradiciones del juego y la cultura del futbol. En 10 años, la Premier League probablemente se parecerá bastante, pero habrá cambiado mucho al mismo tiempo”. ¿Qué cambios anticipa: bocinas estadunidenses que suenan al final del partido en lugar del silbato del árbitro? “No, pero creo que la tecnología obviamente va a ser parte de eso. Todavía no hemos luchado con la revolución de la inteligencia artificial”. 

Masters señala la evolución de los árbitros asistentes de video, una pesadilla para muchos aficionados que odian los largos retrasos que vuelven más lenta la acción. “Creo en el VAR y creo que llegará allí… sé que con los aficionados tal vez el jurado aún no se ha pronunciado”.

Masters tiene otros asuntos en su bandeja de entrada más allá del inminente resultado de la investigación del Manchester City. El gobierno del Reino Unido se comprometió a crear un nuevo regulador del futbol para garantizar que la dirección de los clubes sea de forma sostenible y que los ingresos se distribuyan adecuadamente desde la Premier ,hasta las demás ligas profesionales y amateurs que forman la “pirámide” del futbol inglés.

Masters ya aceptó que está por llegar el regulador, pero le preocupa la extralimitación y la incertidumbre que podría crear, en particular sobre un poder de “apoyo” propuesto que le dará la capacidad de intervenir en las negociaciones de pago entre la Premier League y la Football League.

La Premier League le da un poco más de 2 mil mdd al resto de la “pirámide” de forma voluntaria y negociada, más que cualquier otra liga deportiva. Ese dinero ayuda a garantizar que los clubes recién ascendidos tengan las finanzas para competir y que los equipos descendidos no se vayan a la ruina después de salir de la máxima categoría.

Le preocupa que cualquier incertidumbre pueda disuadir la inversión y limitar la capacidad de los clubes para “crear la ventaja competitiva que tiene el futbol inglés”.

El gobierno del Reino Unido no quiere limitar el éxito de la Premier League, dice. Pero hay una “falta de claridad en el proyecto de ley… creemos que se pueden hacer mejoras. Un regulador que intervenga levemente, que trabaje con las ligas será mejor para las aspiraciones a largo plazo de toda la pirámide”.

“Nuestro trabajo realmente es crear un sistema regulatorio que genere crecimiento, que sea a favor de la aspiración, pero dentro de un sistema sensato, monitoreado y regulado”. Eso suena como si Keir Starmer acabara de entrar al salón. “Solo queremos lograr el equilibrio correcto”.

Hay otras batallas por librar. La FIFA, el organismo rector del futbol mundial, sigue ajustando el calendario internacional de partidos y los “protocolos de liberación” de los jugadores, lo que significa más partidos y más riesgo de lesiones. Hay una “completa falta de consulta”, dice. La Premier League y sus pares en Europa ya iniciaron acciones legales, alegando un “abuso de dominio” por parte de la FIFA.

Pero de vez en cuando, los aficionados y las autoridades del futbol se unen. Cuando un grupo de clubes --incluidos los que llevan playeras rojas-- dijeron que se unirían a una Superliga europea propuesta hace tres años, la protesta fue intensa y el plan se abandonó rápidamente. “Los aficionados, las autoridades, el gobierno, prácticamente todos rechazaron la idea. Hemos cambiado nuestras reglas y aprendido lecciones”. ¿Y no hay posibilidad de que la Premier League se convierta en una competencia cerrada al estilo estadounidense con miembros fijos? “No creo que eso sea necesario ni deseable”, dice Masters. Los aficionados pueden estar tranquilos por ahora.

​OMM


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