Las sucesiones familiares pueden ser tensas. Nada más hay que ver a los Windsor. En Francia, la familia Arnault se enfrenta a sus propias complejidades. El patriarca Bernard nombró a su hija Delphine directora ejecutiva de Dior. Se trata de una marca de moda clave del gigante del lujo LVMH, la compañía más grande de Europa.
Las críticas a los llamados nepo babies pueden estar inspiradas por la envidia, el igualitarismo o un poco de ambos. Los inversores pragmáticos se van a enfocar en si los familiares aspirantes a ser directivos son buenos en su trabajo, o no. La segunda cuestión es si su presencia desplaza a directivos que no pertenecen a la familia y están mejor calificados. La tercera cuestión es si el control familiar reduce o aumenta la estabilidad.
- Te recomendamos ¿Vas a tramitar tu visa americana? Estados Unidos ELIMINÓ la entrevista para estos casos Comunidad
LVMH está disipando los temores, a juzgar por un pequeño aumento en el precio de las acciones hasta un máximo histórico de alrededor de 774 euros para un valor de mercado de 390 mil millones de euros. Todos los hijos de Arnault trabajan en la empresa y van escalando en el escalafón. Delphine se incorporó al grupo en el 2000.
El peso de LVMH facilita la atracción de talento externo. La verdadera noticia fue el ascenso de Pietro Beccari al puesto más alto de Louis Vuitton.
La sucesión en LVMH no parece inminente. Arnault es un hombre de 73 años con mucho brío. Los inversores tienen adornos brillantes para distraerse. 2023 parece un buen año para las ventas en el mercado de lujo, ya que el gasto de los consumidores chinos —reprimido durante mucho tiempo— estallará como un corcho. LVMH debería captar más de lo que le corresponde.
El lujo es tan darwiniano como la dinámica de las dinastías empresariales. Las megamarcas invierten mucho en mercadotecnia para ahogar a las marcas menores. Eso les da poder de fijación de precios, algo que LVMH explota al máximo. Alrededor de 80 por ciento de los bolsos de LVMH cuestan más de 1,500 euros, más de la mitad de ese precio en 2014, según el análisis de Bernstein. El costo de fabricación del siguiente artículo es pequeño, lo que significa que las utilidades suelen crecer más rápido que las ventas.
De hecho, según las cifras de Bernstein —que sin duda son optimistas— en 2023 las ventas de LVMH deberían crecer 15 porciento y las utilidades netas más de una cuarta parte. Esto ubicaría el valor en unas 20 veces los ingresos de 2023. Se espera que el crecimiento se modere en los próximos años. Pero no parece demasiado pronunciado para el líder del mercado en un sector que suele crecer más del doble que el PIB. Los nepo babies no son una razón para alejarse de esas acciones.
SGS