Siemens Gamesa, el fabricante de turbinas eólicas más grande del mundo, aumenta su enfoque en tecnología de almacenamiento de energía, la señal más reciente de la creciente importancia de las baterías para ampliar el alcance de la energía eólica y solar.
Markus Tacke, el director ejecutivo, dijo que su objetivo es hacer que las fuentes de energía renovables estén disponibles cuando haya demanda, incluso si el viento no sopla y el sol no brilla.
“La parte que falta es el almacenamiento”, dijo en una entrevista con el Financial Times. “Para destrabar las posibles limitaciones de crecimiento, esa es la parte de la tecnología que se tiene que desarrollar”.
Tacke señaló que, como disminuyó el costo de las turbinas eólicas, tiene sentido acompañarlas con energía solar o almacenamiento para crear una fuente de energía más consistente. Dijo que Siemens Gamesa aumenta su inversión en tecnología de almacenamiento.
Como parte de su empuje, Siemens Gamesa invirtió más en baterías y otros tipos de almacenamiento de energía, que incluye una planta de almacenamiento térmico en piedras (donde el excedente de energía se conserva al calentar las piedras) que ayuda a proporcionar energía para una fundición de aluminio en Hamburgo.
La compañía también realiza pruebas de un sistema de baterías de flujo redox de vanadio —una tecnología de nicho que algunas personas creen que al final podría ser un rival de las baterías de iones de litio para el almacenamiento de energía— en una instalación de investigación en España.
Siemens Gamesa tuvo un primer año difícil después de su creación a partir de la fusión de la operación de turbinas eólicas de Siemens con Gamesa, el fabricante español de turbinas, y el precio de sus acciones registró una caída de casi un tercio desde que se concretó el acuerdo en abril pasado.
Tacke, que fue el responsable de la operación eólica de Siemens, se convirtió en el director ejecutivo de la nueva compañía cuando se completó la fusión.
Una complicada estructura de propiedad, en la cual Siemens tiene una participación mayoritaria pero no tiene el control del consejo de administración de la compañía, llevó a disputas sobre el control que se extendieron hasta la esfera pública.
Iberdrola, la empresa española de servicios públicos que era el principal accionista de Gamesa antes del acuerdo y es propietaria de 8 por ciento de la compañía combinada, pidió más derechos para los accionistas minoritarios y garantías de que la sede de la compañía se mantenga en España. Tacke no quiso hacer comentarios sobre ese conflicto.
Tras la fusión, Siemens Gamesa inició una reestructuración que incluyó hasta 6 mil recortes de puestos de trabajo y la reubicación de una fábrica de Dinamarca a Marruecos para reducir los costos. La compañía dijo que su objetivo es reducir los costos en cerca de 2 mil millones de euros para 2020.
“La (energía) eólica es una industria que requiere de una escala que tener resultados —para aprovechar los costos de investigación y desarrollo, para aprovechar la propagación mundial, para apalancar a los proveedores”, dijo Tacke. “El volumen ayuda a ser competitivo en el entorno actual”.
A pesar de que las instalaciones eólicas mundiales presentan una caída desde 2015, según el Consejo Global de Energía Eólica, Tacke dijo que cree que el mercado volverá a crecer pronto.
El trimestre pasado, las ventas de Siemens Gamesa registraron una caída de 29 por ciento.