En 2016, el diseñador Tom Ford le dijo al Financial Times que estaba “decidido” a convertir la compañía de belleza, anteojos y moda, que lleva su nombre, en una empresa de 3 mil millones de dólares (mdd) para 2025.
No logró llegar a la meta, pero se acercó mucho. Estée Lauder Companies anunció recientemente que adquirió la marca Tom Ford en un acuerdo que le da una valoración de 2 mil 800 mdd. La venta podría convertir en multimillonario a Ford, de 61 años de edad, que se hizo famoso al transformar a Gucci, una compañía casi en quiebra, en una potencia de la moda antes de lanzar la compañía que lleva su nombre en 2005.
También podría indicar la salida de Ford del mundo de la moda. Zegna acordó ampliar su licencia para la ropa de hombre de Tom Ford para también incluir la ropa de mujer, de niños y accesorios, mientras que Marcolin “amplió sustancialmente” su licencia para los anteojos Tom Ford, mencionó ELC. Pero Ford y el presidente Domenico De Sole solamente acordaron permanecer hasta finales del próximo año.
“No estaba dispuesto a estar involucrado por más tiempo (hasta finales de 2023)”, dijo una fuente con conocimiento de las negociaciones. “Ya no está interesado en la moda”.
Amigos y antiguos colegas mencionaron que los intereses de Tom Ford cambiaron hace tiempo por Hollywood, donde ya dirigió dos películas aclamadas por la crítica, Un hombre soltero (A Single Man, 2009) y Animales Nocturnos (Nocturnal Animals, 2016).
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Con su residencia en Los Ángeles desde 2017, dejó de presidir el Council of Fashion Designers of America (Consejo de Diseñadores de Moda de Estados Unidos o CFDA, por sus siglas en inglés) en mayo. “Ya no hay mucha distinción (en la moda)”, le dijo al FT en 2016. “Parece que escaló hasta un punto en el que no hay mucho respeto por el diseñador. Y eso es realmente triste”.
“Siento que ‘terminó’ con la moda. ¿Qué más podría demostrar?”, dijo Whitney Bromberg Hawkings, que trabajó con él durante 20 años. “Es una salida alucinante. No se aferra”.
La fama de Tom Ford trascendió hace tiempo el insular mundo de la moda. Su impecable arreglo personal, su rutina diaria y su uniforme de camisa blanca, corbata oscura, pin de oro y traje de solapa de pico cruzado son objeto de fascinación. Sus antiguos empleados lo describen como “increíblemente exigente”, “obsesivo en todo”, “divertido”, “gracioso”, “increíblemente ingenioso”, “amable” y “el ser humano más trabajador del mundo”. Despierta una lealtad feroz, muchos de sus empleados han trabajado para él durante décadas.
“El enorme éxito de Tom se debe al hecho de que es tan fabuloso y tan parecido a una estrella de cine como todo lo que ha diseñado”, escribió Anna Wintour en un correo electrónico. “Su propia marca personal siempre ha sido tan atractiva como las casas para las que ha trabajado, aunque detrás de todo el glamour hay un hombre increíblemente trabajador con un sentido del humor muy pícaro, que es el amigo más leal y amable”.
“Es un hombre apasionado”, dijo Steven Kolb, que trabajó con él en el CFDA. “No se llega a ser Tom Ford y vender un negocio por 2 mil 800 millones de dólares (en pagos adelantados), si no estás seguro de lo que quieres en la vida”.
Ford nació en Austin, Texas, en 1961, hijo de dos agentes inmobiliarios. Su interés por la moda se manifestó pronto: sus compañeros se burlaban de él por presentarse en la escuela con un blazer, mocasines y un maletín.
Tom Ford se mudó a Nueva York en 1979 para estudiar historia del arte en la Universidad de Nueva York, pero abandonó los estudios después de un año para buscar la carrera de actuación en Los Ángeles. Regresó para matricularse en un curso de arquitectura de interiores, pero rápidamente se pasó a la moda, trabajando en la marca de ropa deportiva Cathy Hardwick y luego en Perry Ellis, bajo la dirección de Marc Jacobs. En 1990, se mudó a Milán para diseñar ropa de mujer en Gucci y, cuatro años después, fue ascendido a director creativo.
Su colección de otoño/invierno de 1995 anunció una nueva y glamurosa dirección para una casa de artículos de cuero de calidad, que estaba sumida en una turbulencia financiera. El estatus de Tom Ford como “diseñador de moda” se consolidó cuando Madonna apareció en los MTV Video Music Awards con uno de los diseños principales de la colección de esa temporada.
Él dice..."Ya no hay mucha distinción (en la moda), parece que escaló hasta un punto en el que no hay mucho respeto por el diseñador"
En 2004, Gucci se había convertido en el Gucci Group, y Ford dirigía una cartera de 10 mil millones de dólares que incluía Yves Saint Laurent, Bottega Veneta y Stella Mc- Cartney. Pero las negociaciones del contrato con los nuevos propietarios del grupo, la familia Pinault, fracasaron y Tom Ford se marchó ese año. El día que se enteró de que Gucci y él se separaban, llevó a Whitney Hawkings a ver “Love Actually” (Realmente Amor) en Leicester Square a mediodía, donde “lloramos a mares”, recordó el diseñador.
“No tenía voz en la cultura contemporánea”, recordó Ford de aquella época. “Tenía una voz tan poderosa en la década de 1990, y una identidad que me costó mucho conseguir. Y de repente no la tenía, y no sabía realmente qué iba a hacer”, dijo.
Alquiló una oficina en Chelsea, donde elaboró los planes para un negocio de belleza de lujo que lanzó con Estée Lauder con gran bombo y platillo en 2006. Su primera fragancia, Black Orchid, se convirtió en un éxito de ventas; le siguieron más, junto con una lápiz labial, cuyo precio era entonces de 48 dólares, y una gama completa de maquillaje.
“Lo hizo fenomenalmente bien”, dijo Lana Todorovich, presidenta de la cadena de lujo Neiman Marcus. “Aportó una idea de glamour (que faltaba en la belleza)”. Siguieron las licencias para anteojos y ropa de hombre, y en septiembre de 2010, Tom Ford volvió a la pasarela para estrenar su primera colección de ropa de mujer.
Para finales de la década, la marca Tom Ford aspiraba a facturar 1,000 millones de dólares al año. Pero la pandemia de covid-19 pasó factura y obligó a la compañía a dar licencias sin derecho a remuneración a los empleados y a despedir personal. ELC dijo que espera que la marca alcance la huella de los 1,000 millones de dólares de ventas netas “en los próximos dos años”.
La pandemia también fue difícil para Ford en lo personal. Richard Buckley, su esposo y compañero durante 35 años, falleció a los 72 años después de una larga enfermedad en 2021. Juntos tuvieron un hijo, Jack, con un vientre de alquiler hace 10 años.
“El mundo sabe que Ford es un perfeccionista, que tiene un estilo impecable y que es un diseñador”, dijo Diane von Furstenberg. “Es el Marlboro Man (el Hombre Marlboro) de la moda. Además, también es un ser humano extraordinariamente amable”.
jeg