Toyota retira para su revisión una flota de 2 mil 700 vehículos eléctricos, a menos de dos meses del lanzamiento de su primer vehículo deportivo utilitario (SUV) de baterías de producción masiva, que fue diseñado para competir con Tesla.
El modelo que la automotriz asiática revisará es el SUV bZ4X, totalmente eléctrico, advirtiendo que las ruedas podrían desprenderse debido a problemas con los tornillos que las unen al vehículo.
La medida es un golpe para las ambiciones del grupo japonés en la carrera mundial de los vehículos eléctricos, dominada por Tesla, después de que se comprometió a gastar 35 mil millones de dólares (mdd) para lanzar 30 modelos alimentados por baterías de aquí a 2030.
Entre los 2 mil 700 vehículos sujetos al retiro para revisión, 2 mil 200 estaban destinados al mercado europeo, 280 a Norteamérica, 110 a Japón y 60 al resto de Asia. La mayoría de los vehículos eléctricos todavía no han sido entregados a los consumidores.
Toyota dijo que sigue investigando la causa del defecto e instó a los propietarios a no conducir el coche hasta que se pueda reparar. Hasta ahora no se han registrado lesiones ni incidentes. “Estamos examinando si al apretar los tornillos se soluciona el problema o si es necesario algún cambio de componentes”, dijo la compañía.
Los analistas de la industria habían dicho que el lanzamiento del bZ4X sería una prueba de la estrategia de Toyota en materia de vehículos eléctricos.
El modelo eléctrico salió a la venta en Japón en mayo pasado, pero solo está disponible en régimen de leasing (alquiler) o a través de un servicio de suscripción.
La compañía quiere vender 3.5 millones de vehículos de baterías al año de aquí a 2030, pero el fabricante del Prius Hybrid también dijo que se necesitan otras opciones mientras la industria hace la transición para alejarse de los coches de gasolina.
Toyota, que también invierte en vehículos impulsados por hidrógeno, desde hace mucho tiempo argumenta que un cambio drástico hacia los vehículos eléctricos podría resultar contaminante para el medio ambiente, si la energía que los mueve se obtiene con combustibles fósiles.
Sin embargo, los grandes fondos de pensiones europeos critican la resistencia de Toyota a apostar por los vehículos eléctricos y sus esfuerzos globales de cabildeo para mantener por más tiempo la tecnología híbrida de gasolina y eléctrica.
Seiji Sugiura, analista de Tokai Tokyo Research Institute, dijo que el último retiro de vehículos para su revisión no significa que Toyota tenga problemas estructurales de calidad. “Es posible que la automotriz quiera demostrar que son muy cuidadosos con el primer lanzamiento de sus vehículos eléctricos”, añadió.
El retiro de vehículos se produjo un día después de que Toyota anunció un recorte en su objetivo de producción global para julio. Ahora espera producir 800 mil coches al mes, 50 mil menos a las estimaciones, debido a las disrupciones de la cadena de suministro que provocó el covid-19 y afectaron la producción del modelos bZ4X.
srgs