Ahora Trump amedrenta con tarifas para exigir cita con Xi Jinping

FINANCIAL TIMES

Pide cumbre en el G20. Los aranceles sobre 300 mil millones de dólares de importaciones chinas adicionales se van a imponer inmediatamente si el presidente chino no se presenta, amenaza.

El mandatario concedió una entrevista al canal CNBC. Tom Brenner/Reuters
James Politi
Washington /

Donald Trump, el presidente de Estados Unidos, advirtió a Xi Jinping, su homólogo chino, que se impondrá una nueva ronda de aranceles a los productos del país si los dos líderes no se reúnen en la cumbre del G20 en Japón, a medida que las tensiones comerciales entre Washington y Pekín siguen aumentando.

Ayer en una entrevista con la señal especializada en negocios CNBC, Trump dijo que cree que habrá una reunión bilateral con Xi en Osaka, en el contexto de la reunión de los líderes mundiales a finales de este mes. La reunión se considera como una oportunidad para una nueva tregua entre Estados Unidos y China

“Creo que las diferencias se pueden resolver muy fácilmente. Me sorprendería si él no asistiera. Creo que va a ir, no he oído que no lo haga”, dijo Trump. Pero el presidente estadunidense agregó que los impuestos sobre 300 mil millones de dólares de importaciones chinas adicionales se van a imponer inmediatamente si Xi no se presenta, además del arancel de 25 por ciento vigente en este momento sobre 250 mil millones de dólares en productos.
“Esperamos reunirnos. Si lo hacemos, está bien, y si no lo hacemos, está bien. Vean, desde nuestro punto de vista, el mejor acuerdo que podemos tener es de 25 por ciento sobre 600 mil millones de dólares, ¿está bien?”, dijo el presidente.

El mensaje que manda Trump a Xi se produjo cuando la intensificación del enfrentamiento entre Estados Unidos y China ocupó un lugar central en la política comercial de Estados Unidos una vez más después de una disputa de ocho días con México sobre la migración —que incluía una amenaza para imponer aranceles a los productos procedentes del país al sur de la frontera estadunidense— terminó el viernes por la noche con un acuerdo para desactivar el conflicto de América del Norte.

Desde que las conversaciones para poner fin a la disputa comercial entre Estados Unidos y China se rompieron ásperamente el mes pasado, existe poca comunicación entre Washington y Beijing sobre cómo volver a poner en camino las negociaciones. Si bien Trump ha promocionado la posibilidad de una reunión con Xi en Japón, los funcionarios chinos no han confirmado que su presidente acepte un encuentro bilateral de este tipo, que sería el primero desde una cena que realizaron después de la última cumbre del G20 en Argentina en diciembre.

En tono belicoso, Trump atacó el lunes a las circunscripciones locales que él considera como un obstáculo para su ofensiva comercial de múltiples frentes, con críticas a la Cámara de Comercio de Estados Unidos, el grupo empresarial que se opone a los aranceles y la Reserva Federal.

China devalúa su moneda, lo ha hecho durante años: eso le da una enorme ventaja competitiva tremenda. Y nosotros no tenemos esa ventaja porque tenemos una Fed que no baja las tasas de interés”, dijo Trump. “Deberíamos tener derecho a tener un campo de juego equilibrado pero, incluso sin un campo de juego equilibrado —porque nuestra Reserva Federal es muy, muy disruptiva con nosotros— incluso sin un campo de juego equilibrado, estamos ganando”.

Trump renovó una oferta que hizo repetidamente a Pekín en los últimos meses para encontrar un acuerdo con China sobre el destino de Huawei, la compañía de redes de telecomunicaciones que su administración incluyó en una lista negra de exportación de Estados Unidos luego de que se le acusó de violar las sanciones estadunidenses y de robar secretos comerciales. Trump dijo que Huawei era una “amenaza” para Estados Unidos, pero agregó que “podría estar muy bien que hagamos algo con respecto a Huawei como parte de nuestras negociaciones comerciales”.

Incluso cuando habló de China, Trump dirigió parte de su ira comercial al otro lado del Atlántico a los vinos franceses, diciendo que era “injusto” que recibiera un mejor acceso a los mercados de Estados Unidos de los que reciben “los tipos de California” en Europa.

“Haremos algo al respecto”, dijo. Estados Unidos amenazó con imponer aranceles a los vinos europeos en respuesta a los subsidios que benefician a Airbus, el fabricante europeo de aviones, después de que la Organización Mundial de Comercio (OMC) falló a favor de Washington en una disputa de larga data.

Tenemos gran vino: el abstemio

Trump arremetió ayer contra Francia por sus tarifas a la importación al “gran” vino producido en su país. Trump, quien nuevamente acusó a Francia de crear barreras comerciales injustas, dijo que trabajará para abrir el mercado europeo al vino estadunidense. "Francia nos cobra mucho por el vino y nosotros cobramos muy poco por el vino francés", dijo Trump a la cadena CNBC. “Nosotros también tenemos un gran vino”, aseguró Trump, quien no bebe alcohol.

Alista diálogo con la Unión Europea

Washington y Bruselas se preparan para negociar un acuerdo comercial que resuelva la batalla que desató Trump el año pasado cuando impuso aranceles al aluminio y al acero de la Unión Europea. Sin embargo, funcionarios de la Unión Europea han dicho varias veces que no discutirán sobre agricultura. Ya a fines del año pasado, Trump se había quejado por el comercio del vino.

MRA​

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