La UE de Merkel se levanta para enfrentar la crisis del covid-19

Liderazgo y confianza. Alemania se mantiene a la cabeza junto a Francia ante el desafío del coronavirus.

“Solamente permitirán que fracase si sus electores descartan a sus élites, como lo hicieron los estadunidenses y los británicos”. Reuters
Martin Wolf
Londres /

La Unión Europea (UE) nació de la catástrofe y avanzó a través de la crisis. Hoy enfrenta amenazas en muchos frentes. Si no está a la altura de estos retos, incluso puede quebrarse. Afortunadamente, Angela Merkel entiende esto. La canciller alemana sigue siendo la líder de confianza del indispensable país europeo. Al acordar un plan financiero nuevo y radical con el presidente francés Emmanuel Macron, transformó las posibilidades del bloque. Es otro momento de “cueste lo que cueste”, esta vez de los principales políticos de Europa, confirmando que Alemania y Francia solamente permitirán que la Unión Europea fracase si sus electores descartan a sus élites, como lo hicieron los estadunidenses y los británicos. Pero la historia marcó muy profundamente a los pueblos de estos dos países como para que puedan arriesgarse a una política igualmente infantil.

Recuerden la historia. La Comunidad Europea del Carbón y del Acero y la Comunidad Económica se crearon en reacción a la segunda guerra mundial. El mercado único fue una respuesta al malestar económico de la década de 1970. La unión monetaria se acordó en 1991 en reacción a la unificación alemana. La creación del Mecanismo Europeo de Estabilidad y la transformación del Banco Central en un banco central moderno fueron resultado de la crisis financiera de la eurozona.

Ahora llega el desastre económico del covid-19, con rápidas caídas sin precedentes en la producción esperadas para este año y una recuperación incierta por delante. Sin embargo, muchas cosas más además de esto amenazan a la Unión Europea. Estados Unidos como un país nacionalista se puso en contra de la idea misma de la integración. El Reino Unido se separó hacia el Atlántico medio. China y Rusia se embarcaron en una política de “divide y vencerás”. Tal vez lo más importante, el mal manejo de la crisis financiera de la eurozona dividió a los Estados miembros y, sobre todo, condujo a Italia hacia el euroescepticismo. Una encuesta indica que en un referéndum “Italexit” (la salida de Italia de la Unión Europea), 42 por ciento de los italianos ahora votaría por salir.

Covid-19 golpeó de forma desigual a los miembros de la Unión Europea, en términos de muertes y proyección de los efectos económicos. El consenso de los pronósticos es que este año el producto interno bruto de Italia se va a contraer 11 por ciento, en comparación con 7 por ciento en Alemania. Es probable que sea aún peor. El BCE está preparado para actuar, para mantener manejables los diferenciales de la deuda pública. Pero, con un asombroso acto de secesión del orden legal de la Unión Europea, el tribunal constitucional alemán socavó la credibilidad del Banco Central Europeo.

Solamente en este peligroso contexto se puede entender la propuesta de los líderes alemanes y franceses de un nuevo fondo de 500 mil millones de euros y un aumento posterior a 750 mil millones por parte de la Comisión Europea, en lo que denomina “La próxima generación de la Unión Europea”. Como respuesta a la crisis inmediata, esto puede no ser decisivo. Pero, en términos del futuro a largo plazo de la UE, es simbólica y prácticamente transformadora, si no en el ampliamente discutido “momento Hamilton”. Estos dos líderes planean hacer lo que sea necesario para preservarla; debería, una vez más, ser suficiente.

La Unión Europea es voluntad política hecha carne institucional. En 2012, respondí al escepticismo generalizado en los círculos financieros de EU sobre la supervivencia de la eurozona al señalar que Alexis de Tocqueville escribió en la década de 1830, que dudaba de que EU pudiera sobrevivir a la secesión de los estados. Pero el Norte resultó tener la voluntad y el poder necesarios. Del mismo modo, existe una tendencia de los externos a subestimar lo que la Unión Europea significa para los miembros principales. Este acuerdo es un recordatorio. _

Contra ideologías “destructivas”

El articulista destaca que crear un nuevo instrumento financiero que se va a financiar con impuestos de la Unión Europea, simbólicamente, es un gran paso adelante, ya que demuestra solidaridad. “Sea lo que sea, este es un momento de Merkel. Una vez más, esta política siempre cautelosa dio un paso decisivo. La Unión Europea está asediada por dentro y por fuera. ¿Esta propuesta será suficiente para resistir estas presiones? Yo espero que sí. La idea europea fue una respuesta al nacionalismo destructivo. Tiene que sobrevivir”.

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