Las empresas de ropa adoptan más la moda sustentable

FT MERCADOS

Fuera de temporada. El re-commerce de prendas y el slow fashion son una alternativa más sustentable para disminuir la huella de carbono en la industria de la moda en México.

Comprometidos con el planeta. Las grandes empresas de moda adoptan cada vez más prendas sustentables.
Samantha Álvarez
Ciudad de México /

La ropa dejó de ser un simple artículo de la vida diaria. Ahora, los consumidores, sobre todo los más jóvenes, buscan opciones más sostenibles para vestir, y con ello se han abierto opciones para darle a las prendas de su clóset una segunda oportunidad.

Las grandes empresas optan por lanzar opciones de ropa bajo estas características. Una de ellas C&A y H&M que sumaron prendas sostenibles en sus anaqueles. Por ejemplo H&M ofrece descuentos a los compradores que llevan prendas que ya no utilizan para darles una segunda oportunidad, ya sea reparando o reciclando el textil. Mientras que C&A dedicó sus esfuerzos a redefinir su misión y apuntalar un modelo de negocio rápido, ágil, flexible y de atención al riesgo; estas cualidades le ayudaron a sobrevivir la pandemia.

“Un elemento primordial para sobrevivir es buscar transformar la industria de alguna forma, creando propuestas diferentes a lo convencional y adaptarse a cualquier circunstancia”, dice Marcos Guerrero, CMO de C&A.

Para esta empresa la pandemia no solo planteó el reto de reorganizar sus redes de distribución y venta, sino también implementar diversas acciones en su cadena de suministro para apoyar a sus proveedores con el cumplimiento de pagos de producción entregada o la toma de acuerdos sobre pedidos en proceso.

El Dato...

80% de la huella de carbono

se ahorrapor cada prenda usada que se vende.

Con la mitad de su proveeduría en México y la mitad en China, C&A implementó un rápido programa de renegociación para “ser justo” con su cadena de suministro. “No hubo cancelaciones y a algunos se les adelantaron pagos”, dice Guerrero.

Comprometida con hacer “moda accesible de manera responsable”, según su misión empresarial, es fácil imaginar a C&A buscando caminos éticos y sostenibles, dice Sara García, directora asociada en la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey Campus Toluca.

Tras la pandemia y una fuerte porción de las compras migrando a online, el 2021 fue un año muy desafiante para las operaciones del negocio de C&A, por ello, este año la empresa está enfocada en recuperar la estabilidad y salud del negocio. “En los próximos años nos enfocaremos en retomar el plan de aperturas de la marca y en impulsar la digitalización de la empresa y de la experiencia de compra para alcanzar la omnicanalidad y convertirnos en una empresa global”, señala Guerrero.

Hoy en día, el mundo es un mercado global y las marcas se enfrentan a una competencia cada vez mayor. Ante este escenario, C&A busca la manera de diferenciarse ante los ojos de los consumidores y en este nuevo enfoque le apuestan a una estrategia “Glocal” que les permita mantener una identidad global consistente mientras se ajusta de forma relevante y oportuna a las necesidades de su mercado local.

“La sustentabilidad ha sido parte de la estrategia de C&A desde que llegamos a México en 1999 y ha ido evolucionando hasta ser hoy un pilar del negocio. Además, incrementamos nuestros productos fabricados con materiales más sustentables y cuidando a las personas involucradas en la cadena de suministro de nuestras prendas”, dice el directivo.

Una nueva oportunidad

Pero la industria de la moda no solo busca crear prendas más sustentables, sino darles una segunda oportunidad de vida.

La compraventa de ropa de segunda mano en el mundo se ha fortalecido en los últimos años. Actualmente, según datos de Boston Consulting Group (BCG), este sector del mercado de la moda “está valorado entre los 30 y 40 billones de dólares, representando 2% del valor total del mercado mundial de ropa y de lujo”. Siendo Estados Unidos el principal exportador de ropa de segunda mano, le sigue el Reino Unido, Alemania, Corea del Sur y Holanda.

“La pandemia nos enseñó que la ropa se puede volver a usar, cuando antes se usaba máximo nueve veces y se tiraba a la basura. Hemos aprendido a que tenemos que vivir con lo que tenemos y que la ropa debe estar en congruencia con lo que somos”, menciona la especialista del Tec de Monterrey.

De acuerdo con BCG, la industria de la moda es la segunda más contaminante del planeta a causa del modelo fast fashion de comprar, usar y tirar, y el re-commerce de ropa es una alternativa más sostenible que se está consolidando como un hábito de consumo en el mundo.

La plataforma de compra y venta de moda de segunda mano líder en México y Colombia, GoTrendier, ha logrado crecer con esta tendencia. La aplicación tiene seis millones de usuarias, más de 15 millones de prendas publicadas en su sitio de internet, más de 2 millones de prendas vendidas, y se sitúa en el top 5 de aplicaciones de compras más descargadas en los dos países donde opera, según el último ranking publicado por Appanie.

“En GoTrendier facilitamos que las prendas puedan cumplir su ciclo de vida útil, permitiendo que cambien de manos y se ahorren huellas ambientales. Por eso, nuestro objetivo es seguir creciendo para acercarnos más a nuestra misión, que es cambiar la forma en que las mujeres consumen moda, para que lo hagan de una manera más sostenible y social, generando impactos positivos a gran escala”, dice Cayetana Abad, country manager de GoTrendier México, y afirma que se calcula que por cada prenda de moda usada que se vende, se ahorra 80% de huella de carbono.

La pandemia marcó un crecimiento exponencial en el mercado de segunda mano a nivel mundial, “las aplicaciones de ropa de segunda mano rompimos récords de crecimiento en 2020 al triplicar las ventas de 2019 y en 2021 estuvimos en el mismo camino”, detalla Abad.

La plataforma prevé registrar una facturación de 40 millones de dólares en 2021, un aumento de 150% respecto a 2020 y para 2022 espera una facturación de 80 millones de dólares.

La directiva de GoTrendier es optimista respecto al crecimiento en el futuro de la aplicación, y proyectan que en los próximos 5 años el mercado de la ropa de segunda mano sea más grande que el de fast fashion en el país.

El Dato...

2% del valor total

del mercado mundial de ropa y de lujo, representa las prendas de segunda mano.

Sin temporalidad y sin dejar huella

Otro aspecto que impulsó la pandemia en la industria de la moda fue la pérdida de la temporalidad. Ya que no era necesario tener un outfit listo para verano u otoño porque la mayoría de la población optó por ropa cómoda para trabajar en casa, dice García del Tec de Monterrey.

“Con el cierre de centros comerciales y otros puntos de venta durante los primeros meses de la pandemia, la mayoría de las empresas se quedaron con la ropa en los almacenes y esto ha llevado a evitar la llegada al mercado de nuevas colecciones de temporada”, dice García.

Las marcas de fast fashion también metieron freno a las colecciones que lanzan en un año, que por lo menos sumaban 20 distintas y esto llevó al mercado a pensar una estrategia contraria: el slow fashion o moda lenta, que apremia las prendas de vestir atemporales y, también, más amigables con el medio ambiente.

La industria de la moda registró una disminución de 20% en los ingresos entre 2019 y 2020, mientras que su flujo operativo disminuyó en 3.4 puntos porcentuales a 6.8%, de acuerdo con cifras del McKinsey Global Fashion Index (MGFI). El análisis detalla que alrededor de 7% de las empresas abandonaron el mercado por completo, por problemas económicos o porque fueron compradas por rivales.

La especialista del Tec de Monterrey comenta que la slow fashion trata de revertir la contaminación que se genera con la maquila de ropa, desde las emisiones del dióxido de carbono (CO2 ), con una fabricación más artesanal, que también considera textiles y tintas.

“Con el slow fashion se trata de privilegiar una economía circular, de incentivar la ropa fabricada a mano, con telas más orgánicas y las empresas tienen que apegarse porque de alguna manera tienen que sacar todo el inventario que se ha quedado y que no se vendió por la pandemia”, dice García.

Cabe destacar que esta tendencia no surgió con la pandemia, pero tomó fuerza a partir de ella. Grandes multinacionales como H&M, C&A e incluso la española Zara —considerada reina del fast fashion—, trabajan con políticas empresariales sostenibles a lo largo de su cadena de valor desde hace muchos años, dice Mireille Acquart, analista y consultora en temas de sostenibilidad para la industria textil.

Los avances en el enfoque ético y sostenible de estos gigantes de la moda cobran importancia y visibilidad porque, profundos o no, tocan a decenas de países en los que operan en todos los continentes, incluido México, señala Acquart. En el caso de C&A, la filial en nuestro país cuenta además con acciones complementarias locales en el camino de la sostenibilidad.

Y en medio de estos cambios, para la especialista del Tec de Monterrey los ganadores de la industria en México, pueden ser los diseñadores mexicanos, cuyos conceptos desde su concepción integran muchas de estas características de sostenibilidad que ahora serán más solicitadas por los compradores.



gaf

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