Estados Unidos no puede quitar el ojo de China, Israel y Ucrania

FT Mercados

La guerra en Europa y en Medio Oriente desacelera la atención de Estados Unidos a China.

Joe Biden, presidente de Estados Unidos | Reuters
Janan Ganesh
Ciudad de México. /

Al momento de escribir estas líneas, Estados Unidos (EU) no tiene embajador en Egipto. Un encargado de negocios hace el trabajo mientras la candidata para el puesto entra en su séptimo mes de su proceso de confirmación en el Senado. Algo parecido ocurre con las embajadas de EU en Kuwait, Omán e Israel (aunque hay presiones para que se cubra pronto la vacante).

Tal vez la nación esté distraída con la política de su propio hemisferio, con la frecuente llegada de emigrantes de América Latina a la frontera sur. Pero Colombia, una fuente de ese tráfico, no tiene embajador. Perú y Guatemala, tampoco.

Contrasta esto con la región Indo-Pacífico. Allí, EU tiene una buena dotación de personal. En esa zona de competencia entre EU y China, Washington no vacila. El principal rival económico y militar del país también es el centro de su atención.

Esta monomanía es insostenible, como demuestran los acontecimientos en Medio Oriente. Después de tomar a China a la ligera durante décadas, las élites estadounidenses corrigieron en exceso en los últimos años. Se produjo un “giro a Asia” mental, que se concibió cuando la mayoría de las demás regiones estaban, si no en paz, sí libres de crisis graves. Ahora hay una guerra terrestre en Europa, y la peor violencia entre israelíes y palestinos desde los primeros años de este siglo.

EU logró meterse en una pelea con la Unión Europea por el proteccionismo industrial cuando el máximo objetivo era frenar a China. Enfocarse en un competidor no fue precipitado. Pero las atrocidades del 7 de octubre en Israel, al igual que la invasión a Ucrania por parte de Rusia, demuestran que el mundo no dejará en paz a EU para que siga adelante con su “verdadero” proyecto.

EU atraviesa la fase más incómoda del ciclo vital de un imperio. Si EU no hubiera enviado portaaviones al Mediterráneo oriental después del ataque de Hamás a Israel, o no hubiera armado a Ucrania, ahora se hablaría de “aislacionismo” o de una “superpotencia reticente”. Los enemigos podrían tener la tentación de poner a prueba su voluntad en otros lugares.

Quitar prioridad a China no es una opción. Sí, este año se produjeron acercamientos entre ambas partes, y Joe Biden podría reunirse con Xi Jinping en una cumbre en San Francisco el próximo mes. Pero la tensión de intereses y valores es innegable. Así que, al final, a EU solo le queda la única política exterior que siempre es viable para una gran potencia, que es dar un giro hacia todas partes.

RPG

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