Bruselas debe crear un organismo que defienda las normas de integridad y ética en todas las instituciones de la Unión Europea, dijo Ursula von der Leyen en respuesta al creciente escándalo de los pagos a legisladores por parte de Qatar.
La presidenta de la Comisión Europea dijo que el escándalo de corrupción en el parlamento, en el que se afirma que el anfitrión del Mundial de futbol buscaba comprar influencia en la cámara, es “de la mayor preocupación” y plantea dudas sobre la confianza.
Von der Leyen indicó que ya existía un regulador que supervisa las cuestiones de transparencia e independencia en la comisión, pero que desea ver “las mismas reglas en todas las instituciones europeas”, incluido el parlamento.
Sus comentarios se produjeron cuando varios ministros afirmaron que el escándalo ponía en entredicho la “credibilidad” de la Unión Europea y exigieron una investigación exhaustiva de los pagos.
La policía belga detuvo a un ministro del parlamento y se incautaron 600 mil euros en efectivo durante las redadas que se efectuaron en los domicilios de políticos el fin de semana en el contexto de una investigación internacional sobre denuncias contra Qatar y representantes de la Unión Europea.
“Es una cuestión de confianza de la gente en nuestras instituciones, y esta seguridad y confianza en las instituciones necesita los más altos estándares de independencia e integridad”, declaró.
La vicepresidenta de la Comisión, Věra Jourová, “discute actualmente con el parlamento y el consejo el camino a seguir”, agregó von der Leyen, quien respaldó en público la creación de un organismo de ética cuando se presentó a las elecciones de 2019.
“Debemos actuar de acuerdo no solo con los hechos, sino con las pruebas. No puedo ir más allá de las declaraciones judiciales. Estoy seguro de que entienden que se trata de acusaciones muy graves”, declaró Josep Borrell, responsable de la división de relaciones exteriores y seguridad de la Unión Europea.
“Se trata de un incidente increíble que ahora debe aclararse sin peros y con toda la severidad de la ley”, dijo Annalena Baerbock, ministra alemana de Relaciones Exteriores. “Se trata de la credibilidad de Europa; esto tiene que desencadenar consecuencias en diversos ámbitos”, añadió.
Un juez belga acusó el domingo a cuatro personas sin identificar de “participación en una organización criminal, lavado de dinero y corrupción”.
El escándalo ya provocó renuncias de funcionarios y la suspensión de una votación parlamentaria sobre la exención de visado para los ciudadanos qataríes para todo el bloque, prevista para la próxima semana.
“Es absolutamente inaceptable cualquier forma de corrupción, y me alegro de que la policía belga haya podido actuar”, declaró Jan Lipavský, ministro checo de Relaciones Exteriores.
“Por supuesto, la relación entre la Unión Europea y Qatar debe basarse en un conjunto de políticas que incluyan los derechos humanos y laborales”, agregó. “Así que, tenemos que ver qué es lo que ocurrió”.
Si bien no han dado a conocer los nombres de los sospechosos, Eva Kaili, vicepresidenta del Parlamento Europeo por Grecia, fue despojada de sus funciones en la legislatura, así como de su afiliación al Pasok, el partido socialista griego.
Kaili, ex presentadora de televisión, defendió el mes pasado en el parlamento la situación de Qatar en materia de derechos humanos, calificando al país de “pionero en derechos laborales” por su decisión de suprimir un sistema de patrocinio de trabajadores migrantes.
“Hoy es un día negro para las instituciones europeas”, afirmó la líder del grupo socialista del Parlamento Europeo, Iratxe García Pérez. “Pueden estar seguros de que vamos a mantener nuestro claro compromiso de luchar contra la corrupción y de ser transparentes y adoptar posiciones firmes y fuertes”, añadió.
Ayer, cuatro eurodiputados dejaron sus cargos en el grupo socialista del parlamento.
Doha rechazó cualquier acusación de conducta dolosa. “Cualquier asociación del gobierno qatarí con las acusaciones denunciadas carece de fundamento y está gravemente mal informada”, indicó un funcionario.
Von der Leyen dijo que la comisión está revisando su propio registro de transparencia para verificar si hubo influencia indebida. “Si hay algún tipo de información nueva, actuaremos”, añadió la presidenta del organismo europeo.
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