Angela Merkel dijo que Europa debe tomar el control de sus datos de los gigantes estadunidenses de tecnología, en una intervención que destaca la creciente disposición de la Unión Europea para desafiar el dominio de Silicon Valley sobre la economía digital.
La canciller alemana dijo que la Unión Europea debería reclamar la “soberanía digital” mediante el desarrollo de su propia plataforma para administrar los datos y reducir su dependencia de los principales servicios en la nube que tienen su sede en EU y son manejados por Amazon, Microsoft y Google.
“Muchas compañías confiaron todos sus datos a empresas de EU”, dijo Merkel a los líderes empresariales alemanes.
“No digo que eso sea malo en sí mismo, solo quiero decir que los productos de valor agregado que resulten de eso, con la ayuda de la inteligencia artificial, crearán dependencias que no estoy segura que sean algo bueno”, dijo.
Su discurso, en una conferencia de empleadores en Berlín, muestra hasta qué punto la economía de la información surge como un campo de batalla clave en la relación comercial entre la Unión Europea y Estados Unidos.
También destaca la preocupación que hay en las capitales europeas de que la Unión Europea podría verse debilitada por el dominio del mercado de las grandes compañías de tecnología de EU, particularmente en el negocio de almacenamiento, procesamiento y análisis de datos.
La canciller habló apenas dos semanas después de que el gobierno alemán dio a conocer planes para una iniciativa europea de computación en la nube, denominada Gaia-X, que describió como una “infraestructura de datos competitiva, segura y confiable”.
En la conferencia del martes, el ministro de Economía, Peter Altmaier, dijo que los datos de compañías como Volkswagen, y las del Ministerio del Interior alemán y el sistema de seguridad social, se almacenan cada vez más en los servidores de Microsoft y Amazon. “Y en esto estamos perdiendo parte de nuestra soberanía”, agregó.
Dijo que 40 firmas se han suscrito a Gaia-X, entre ellas Deutsche Telekom, SAP y Bosch, y que la nueva plataforma estará lista para fin de año. “Queremos poder ofrecer a las compañías… a ministerios y gobiernos la oportunidad de almacenar sus datos en Europa, de acuerdo con estándares transparentes y claramente reconocibles”.
Algunos grupos empresariales se muestran escépticos. “Si bien la intención de fortalecer la soberanía digital es absolutamente correcta, aún hay grandes preguntas, como ¿cómo se combinan de manera efectiva tantos jugadores diferentes?, dijo Susanne Dehmel, del grupo de cabildeo digital Bitkom.
“Tampoco me queda completamente claro cuál es la atracción para que los proveedores de servicios formen parte de esta red y si realmente podría ofrecer a los clientes una alternativa competitiva frente a los proveedores actuales”.
Altmaier se convirtió en el estandarte de los esfuerzos para fortalecer las defensas de Europa contra la invasión de gigantes de tecnología estadunidenses y asiáticos. Recientemente le escribió a Margrethe Vestager, la jefa de competencia de la Unión Europea, quien también supervisará la política digital de la Unión Europea en la nueva Comisión, instándola a adoptar una línea más dura sobre las plataformas en línea dominantes como Google y Facebook.
“A la luz de la evolución actual en la economía global de datos y la economía digital, necesitamos una supervisión más estricta de las prácticas abusivas con el fin de mantener la competencia”, escribió. “Es necesario imponer reglas de comportamiento específicas en las plataformas en línea que dominan el mercado”.
A Merkel desde hace mucho tiempo le preocupa la cuestión de la soberanía digital. En discursos en los últimos años, subrayó el poder de Estados Unidos y China sobre los datos, contrastando el enfoque estadunidense -donde las grandes compañías llegaron a dominar el negocio de almacenamiento y procesamiento de datos- con la situación en China, donde el estado ejerce sus grandes poderes para acceder a los datos de sus ciudadanos.
“Al igual que con la economía social de mercado, de la que estamos muy orgullosos en Europa, probablemente será necesario que encontremos nuestro propio camino (en lo que respecta a los datos)”, dijo en septiembre.
Pero el año pasado en Davos también se quejó de que Europa está tardando demasiado en encontrar este camino único. “Los europeos aún no hemos decidido realmente cómo queremos manejar nuestros datos”, dijo. “Y existe un gran peligro de que terminemos siendo demasiado lentos, de que todavía estemos debatiendo la cuestión filosófica de la soberanía de los datos, y el mundo simplemente nos supere”.
Emmanuel Macron también expresa temores similares. En una entrevista con The Economist que se publicó la semana pasada, el presidente francés dijo que en Europa son las empresas las que deciden cooperar con los fabricantes estadunidenses y chinos en proyectos como el 5G.
Dijo que si los gobiernos permiten que esto continúe, “dentro de diez años, nadie podrá garantizar la solidez tecnológica de sus sistemas informáticos, nadie podrá garantizar quién procesa los datos, y cómo, de los ciudadanos o las empresas”.