Berkshire Hathaway, de Warren Buffett, se convirtió en la primera compañía estadunidense que cotiza en bolsa fuera del sector de tecnología en tener una valoración de un billón de dólares, ya que un pequeño avance impulsó su capitalización de mercado a un club que ha estado dominado por empresas como Apple y Microsoft.
Cabe destacar que esta cifra corresponde a un billón en español (un millón de millones de dólares), lo que en Estados Unidos es un trillón de dólares.
En las últimas seis décadas, Warren Buffet ha transformado el conglomerado en expansión en una fuerza que toca casi todos los rincones de la economía estadunidense. Sus vagones de ferrocarril recorren más de 32 mil millas de vías que cruzan el país, es propietario de un fabricante de piezas críticas para Boeing y dirige una de las aseguradoras de automóviles más grandes de EU.
Buffett, que mañana cumple 94 años, se pasó el año vendiendo acciones —incluida la mitad de la participación en Apple que generó una ganancia comercial gigantesca para Berkshire— e invirtiendo las ganancias en efectivo y bonos del Tesoro a corto plazo.
Los accionistas recompensaron a Berkshire, aumentando su valoración en más de 200 mil millones de dólares este año. Sus acciones ordinarias de clase A subieron casi 30 por ciento desde principios de enero; ayer cerraron con un alza de 0.8 por ciento.
Jeff Muscatello, analista de investigación de Douglass Winthrop, inversionista de Berkshire, dijo que el aumento desde que Buffett tomó el control de la empresa en 1965 se debe a “la consistencia de su estrategia”, así como a sus reglas de inversión
“La primera (regla) es no perder dinero”, dijo Muscatello. “La segunda es no olvidar la regla número uno y dejar que las leyes de la capitalización actúen durante un espacio de tiempo largo”.
Las crecientes valoraciones de las acciones de Berkshire y del mercado en general no han pasado desapercibidas para Buffett. En mayo, el multimillonario desaceleró el programa de recompra de acciones de la empresa y reveló en junio que no había recomprado ni una sola acción ese mes.
Buffett tiene el criterio exclusivo sobre el programa de recompra y limita las compras cuando cree que están sobrevaloradas.
La liquidez de la compañía se disparó a un récord de 277 mil millones de dólares en junio, ya que Buffett encontró pocas inversiones atractivas en los mercados públicos. Si bien los periodos con una relativa realización de acuerdos han preocupado a los inversionistas de Berkshire en el pasado, pocos hacen sonar las alarmas ahora, ya que la empresa al parecer evitó algunos de los problemas que sufrieron los compradores de capital privado que estuvieron activos en 2020 y 2021.
Buffett invirtió por primera vez en Berkshire en 1962, y tres años después tomó el control del fabricante textil en dificultades. Durante las décadas siguientes, él y su socio, el fallecido Charlie Munger, convirtieron la compañía en un gigante de los seguros y utilizaron las primas de las pólizas como fuente de capital para comprar empresas e invertir en acciones.
El negocio ahora abarca una cartera de acciones de 285 mil millones de dólares, baterías Duracell, una empresa de servicios públicos de 141 mil millones de dólares, el proveedor de helados Dairy Queen y el fabricante de pinturas Benjamin Moore, junto con docenas de compañías más.
Buffett designó a Greg Abel, ejecutivo de Berkshire desde hace mucho tiempo, como su heredero natural.