Los vendedores en corto se encuentran en espera de lograr utilidades por más de mil millones de dólares desde que Elon Musk tuiteó sobre su intención de convertir a Tesla en una empresa privada.
Si bien Musk presentó el 7 de agosto un plan de compra como una forma de atenuar la capacidad de los vendedores en corto de “atacar a la compañía”, menos de 4 por ciento de las posiciones en corto se cerraron desde la publicación de ese tuit.
Si bien las acciones del fabricante de automóviles eléctricos al principio subieron, rápidamente cambiaron de rumbo y al cierre de las operaciones del viernes se encontraban 19 por ciento por debajo del nivel al que se encontraban antes del tuit. El valor de mercado de las posiciones en corto subió hasta mil 200 millones de dólares (mdd) durante ese periodo, de acuerdo con S3 Partners, una compañía de análisis financiero.
Las acciones de Tesla se convirtieron en un campo de batalla entre los vendedores en corto y las personas que creen en la visión de Musk de reconfigurar los automóviles y la energía. De acuerdo con S3, 11 mil 200 millones de dólares en acciones, o más de un cuarto del capital flotante de la compañía se encuentran cedidas a los inversionistas que apuestan a que el precio de las acciones se va a reducir, lo que la convierte en la compañía con la posición en corto más grande en el mercado de Estados Unidos.
A escala mundial, solamente Alibaba, el grupo chino de comercio electrónico con recibos de depósito estadunidenses que operan en la Bolsa de Valores de Nueva York, y Ping An Insurance que cotiza en Hong Kong, atrajeron más interés para los vendedores en corto.
S3 dijo que varios vendedores en corto aumentaron sus apuestas en que el precio de las acciones de Tesla van a registrar una caída, lo que sugiere que aún no están convencidos de la ambición de Musk de comprarle sus participaciones a algunos accionistas actuales a un precio de 420 dólares por acción.
En los últimos diez días solamente aumentaron las dudas sobre la afirmación de Musk de que “aseguró” financiamiento para el plan, lo que coloca a Tesla y su director ejecutivo en mira de las demandas de los accionistas y una investigación de la Comisión de Bolsa y Valores de EU (SEC, por sus siglas en inglés).
Crispin Odey, un destacado gestor de fondos de cobertura de Reino Unido y quien apostó en contra de Tesla, en una carta a los inversionistas de la semana pasada comparó el comportamiento reciente de Musk con el de Donald Crowhurst, un marinero aficionado que en 1968 emprendió un viaje en solitario por el mundo pero que nunca regresó.
“Ha sido difícil aferrarse a las posiciones en corto como las de Tesla”, escribió Odey en la carta, de acuerdo con Bloomberg. “Sin embargo, se siente como que Tesla empieza a entrar en la etapa final de su vida”.
Musk gastó mucho tiempo, energía y publicaciones de Twitter pronunciándose en contra de los vendedores en corto. Los acusó de ser saboteadores que “quieren que la compañía muera” y en junio advirtió que sus posiciones “explotarían” pronto.
Inversionistas y analistas alentaron a Musk a pasar menos tiempo emprendiendo una lucha en Twitter y que se concentre en su compañía.
“En la medida en que Tesla cumpla sus promesas y continúe construyendo grandes coches como una buena compañía, el ruido que generan los vendedores en corto solamente será eso. Si Tesla falla y no cumple sus promesas o permite que la calidad se reduzca, los vendedores en cortos serán reivindicados”, dijo Gene Munster, un analista bursátil que ahora es inversionista en el sector de tecnología y que no tiene acciones en Tesla.
Vendedores en corto de Tesla van por alta utilidad
En los últimos diez días aumentaron las dudas sobre la afirmación de Elon Musk de haber asegurado financiamiento para el plan de convertir a la empresa en privada.
San Francisco y Nueva York /
LAS MÁS VISTAS