Paul Volcker, el presidente de la junta de la Reserva Federal de EU (Fed) que venció el auge inflacionario que socavó el prestigio y el poder mundial de Estados Unidos en la década de 1970 y principios de la década de 1980, murió a los 92 años de edad.
Volcker murió el domingo, de acuerdo con la Volcker Alliance, un grupo de defensa del buen gobierno que fundó el ex banquero central.
Fue un servidor público comprometido de una figura imponente en todos los sentidos, medía 6 pies 7 pulgadas (2.01 metros); Volcker trabajó durante los mandatos de varios presidentes, desde John F Kennedy hasta Barack Obama, y se ganó la reputación de rectitud y obstinado formulador de políticas incluso ante las tormentas políticas.
Después de su nominación para ser presidente de la Fed por parte de Jimmy Carter en 1979, se le encargó la tarea de detener la Gran Inflación que hizo que el crecimiento de los precios alcanzara niveles de dos dígitos, algo que presionó el dólar en los mercados de divisas.
Su llegada a la junta de la Fed en agosto de 1979 se produjo cuando Estados Unidos no solamente enfrentaba una crisis económica en casa, sino una crisis de política exterior en Medio Oriente, y cuando la toma de la embajada estadunidense en Teherán humilló a EU, lo que socavó la confianza de su liderazgo de la alianza occidental.
Un gran logro de Volcker fue que, ignorando el ciclo electoral político, convenció a los gobernadores de la Fed a adoptar una nueva estrategia monetaria antiinflacionaria pragmática, a unas semanas de asumir el cargo.
Su continua búsqueda de combatir la inflación en la década de 1980 sentó las bases para una drástica recuperación en la economía de Estados Unidos. Desde entonces, EU no ha sufrido un aumento inflacionario similar al que conquistó Volcker.
El trabajo posterior de Volcker incluyó la investigación del programa Petróleo por Alimentos de la ONU y trabajar en el Consejo Asesor de Recuperación Económica de Obama en el periodo inmediatamente posterior de la crisis financiera. Durante ese periodo abogó por una reforma regulatoria más estricta, y ayudó a abrir el camino para la adopción por parte del Congreso de la denominada regla Volcker, que tenía el objetivo de frenar la toma de riesgos por parte de los principales bancos
Si bien podía parecer huraño, con una voz baja y gruñona, Volcker era un hombre cálido con un sentido del humor seco que inspiraba una lealtad firme entre los subordinados. No le entusiasmaba el dinero, prefería la pesca con mosca y los crucigramas. En las apariciones públicas se le encontraba envuelto en humo de puros baratos.
Volcker también era un internacionalista comprometido y creía en el papel global positivo que podría desempeñar Estados Unidos. Escribió en 1992 que los días de una llamada Pax Americana habían pasado. Pero agregó: “Mi sensación es que otras naciones —tanto los antiguos aliados como las nuevas democracias, los ahora ricos y los que aún batallan— seguirán acogiendo con beneplácito un liderazgo constructivo de Estados Unidos”.
Jay Powell, el actual presidente de la Fed, dijo en un comunicado que estaba profundamente entristecido por la muerte de Volcker: “Creía que no había una mayor vocación que el servicio público. Su vida fue un ejemplo de los ideales más elevados: integridad, valentía y un compromiso de hacer lo que es mejor para todos los estadunidenses. Sus contribuciones a la nación dejaron un legado duradero”.
“Fue un verdadero estadista, un hombre de valentía personal y rectitud”, dijo el economista estadunidense Ted Truman, quien trabajó con Volcker en la década de 1980 como director de la división de finanzas internacionales de la Reserva Federal. “Tenía principios sólidos: baja inflación, disciplina fiscal, buena banca y respeto por el servicio público”.
Thomas Ross, presidente de la Volcker Alliance, destacó: “Paul A. Volcker era un gigante entre los servidores públicos estadunidenses. Fue un hombre de gran valor e integridad, dedicó la mayor parte de su vida laboral al bien público”.
“Él creía en la importancia de un gobierno eficaz para la democracia. Se preocupaba profundamente por el futuro de EU y los que sirven en nuestro gobierno”.
Permanencia
Se integró a la Reserva Federal de EU en 1979 durante el mandato de John F Kennedy y se mantuvo dentro hasta la reciente administración de Barack Obama.
Reputación
Fue reconocido por su rectitud y se le conoció como un obstinado formulador de políticas incluso ante las crisis políticas.
Logros
Entre sus logros destaca el haber convencido a los gobernadores de la Fed de adoptar una estrategia monetaria antiinflacionaria pragmática a unas semanas de haber asumido su cargo.