Si WeWork es una lección sobre lo que no se debe hacer, entonces las startups de Silicon Valley deben estar intercambiando el crecimiento de los ingresos y las grandes pérdidas operativas por un flujo de caja positivo en este momento. No hay que esperar parado que eso pase. La generosa financiación significa que las pérdidas netas no van a desaparecer.
Las tasas de interés persistentemente bajas alientan a los inversores a tomar riesgos peligrosos, dice el Fondo Monetario Internacional. No es broma. El informe trimestral de PitchBook sobre el financiamiento de capital de riesgo calcula que no solo aumentan las ofertas totales, sino que se esperan más de 10 mil para el año, sino que también el tamaño de los acuerdos es alto. El valor total de los acuerdos de capital de riesgo alcanzó los 97 mil millones de dólares en los primeros tres trimestres de 2019, el segundo más alto registrado después de 2018. Mientras las tasas de interés mundiales sigan siendo muy bajas, los fondos seguirán llegando.
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Esto significa que las startups de tecnología tienen pocas razones para cambiar sus hábitos y volverse más frugales con la esperanza de obtener utilidades. A menudo se cita a Amazon como prueba de que la rentabilidad es la medida incorrecta de éxito para las empresas de tecnología en crecimiento. Pero Amazon alcanzó el flujo de efectivo positivo antes de ser rentable, financiando su expansión con el dinero que ganó. La compañía gastó mil 100 mdd antes de que su flujo de efectivo se volviera positivo en 2002. Ajustado por la inflación ese monto es de alrededor de mil 600 millones de dólares. Uber gastó eso tan solo en el primer semestre de 2019.
Los mercados públicos empiezan a demostrar que no están dispuestos a invertir dinero en compañías de tecnología para siempre sin al menos una pista de cómo van a aparecer las utilidades algún día. Uber hizo hincapié en su fórmula para alcanzar el punto de equilibrio en su última presentación de resultados trimestrales. Pero en los mercados privados todo sigue igual.
La idea de que el financiamiento se secó como resultado del fracaso de WeWork es equivocado. Hay que ver el dinero que se recaudó para nuevos fondos por parte de Blackstone y Tiger Capital. Incluso SoftBank está de vuelta con un segundo fondo Vision Fund.
Lo de WeWork se descarta como una aberración. En primer lugar, la afirmación de la startup de oficinas compartidas de que era una compañía de tecnología se tambaleaba. Las valoraciones irracionales se le pueden achacar a SoftBank, dado que el banco japonés encabezó las rondas de financiamiento que le dieron a WeWork una valoración de decenas de miles de millones de dólares. Además, la compañía tenía su sede en Nueva York, a muchos kilómetros de distancia de Silicon Valley. Algo aún más importante, los rendimientos en activos seguros son bajos y los billones de dólares de los bonos del sector público y privado tienen rendimientos negativos. El fracaso de WeWork parece insignificante ante la gran cantidad de dinero listo para invertir que busca un lugar.
Softbank evalúa compra
SoftBank está en conversaciones avanzadas para adquirir el club privado de KPMG en Mayfair, Londres, luego de que los reguladores expresaron su preocupación de que la firma de contaduría pudiera entregar las membresías como beneficio para auditar a los clientes.
El grupo japonés cortó a otras partes interesadas, entre ellas WeWork, que está bajo investigación mientras comienza los recortes de puestos de trabajo esta semana. Lex analiza el financiamiento actual de capital de riesgo de las startups y concluye que los problemas de los patrocinadores de WeWork parecen insignificantes frente a la gran cantidad de dinero listo para invertir que busca un lugar.
En otras noticias, Yahoo Japan, que tiene el respaldo de SoftBank, y la aplicación de mensajes Line acordaron fusionarse en un trato de 30 mil millones de dólares después de un largo cortejo. Parece un movimiento defensivo, dice Lex, con dudas sobre los frutos que puedan rendir a los accionistas.
El viernes, reunión de junta directiva
WeWork anunció el lunes pasado que reunirá finalmente a su junta directiva el próximo viernes tras lo cual puede anunciar el despido de unos 4 mil trabajadores para dar estabilidad financiera a la compañía, en horas bajas tras no poder salir a bolsa debido a su debilidad de ingresos.
En un comunicado a los empleados, el presidente de WeWork, Marcelo Claure, confirmó que llegarán despidos esta semana, pero no dijo cuántos, según informó la CNBC, que tuvo acceso a una nota interna.