WeWork se queda solo y sin efectivo

Grupo de oficinas. La empresa perdió una línea de crédito de 6 mil mdd al no darse su salida a bolsa.

Las obligaciones de arrendamiento crecen. Shutterstock
Editorial Milenio
Londres /

WeWork está por colmar el vaso. Necesita nuevos fondos para el mes que viene a más tardar. El grupo estadunidense de oficinas flexibles, cuya fachada de tecnología se desgastó, perdió una línea de crédito de 6 mil millones de dólares al no darse la salida a bolsa. Su supervivencia depende de los bancos y de SoftBank. A cambio, el inversor japonés de tecnología puede tomar el control. Para todos los involucrados, excepto uno, el cofundador Adam Neumann, parece haber pocas esperanzas de un final feliz.

SoftBank había preparado 1.5 mil millones de dólares para WeWork el próximo abril. Eso ahora sería demasiado tarde. El jefe Masayoshi Son tiene que contemplar un financiamiento multimillonario este año para su fracaso más visible. La alternativa sería depreciar el valor de la participación de WeWork. El precio de las acciones propias de SoftBank ya cayeron 30 por ciento en los últimos seis meses, incluso cuando batalla para recaudar un segundo fondo Vision Fund.

Los bancos de inversión también están terminando mal. Las expectativas de utilidades para Goldman Sachs se redujeron, en parte como reflejo de una posible pérdida en las acciones de WeWork. Jefferies reservó una amortización de 146 millones de dólares. JPMorgan, que lidera las conversaciones actuales de financiamiento, tiene el difícil trabajo de lograr que sus pares se unan. Es uno de varios bancos que tienen una exposición de 380 millones de dólares en préstamos que se otorgaron a Neumann garantizados por sus acciones.

Los propietarios también tienen mucho en juego. Las obligaciones de arrendamiento a largo plazo de 47 mil millones de dólares de WeWork lo convierten en el inquilino privado más grande en varias ciudades, entre ellas la ciudad de Nueva York, Chicago y Londres. Una crisis de efectivo provocará una disrupción en el mercado inmobiliario mundial.

La pregunta que los posibles inversores deben responder es si WeWork tiene una posibilidad seria de obtener utilidades alguna vez. Expertos como Lex, que cuestionó el modelo de negocio y la valoración exagerada, ya no son detractores aislados. 


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