¿Tienes más de 65 años? Tus finanzas personales no se acaban después de esta edad, ya que seguramente sigues estando activo, con proyectos en puerta y con varios objetivos en mente.
En esta etapa de tu vida es cuando necesitas más asesoría y una planeación detallada, puesto que quizá tengas más tiempo libre que nunca, pero al mismo tiempo tendrás nuevos retos económicos.
Si durante tu vida profesional fuiste cauteloso con tu dinero, te preparaste para tu retiro ahorrando en tu Afore o abriste algún fondo de inversión, ya estás a la mitad del camino, pero, si por el contrario, viviste el día a día y no pensaste en tu retiro, no todo está perdido, pero realmente tendrás que esforzarte un poco más y reducir tus gastos.
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Según el grupo financiero Principal, lo primero que debes hacer es "acercarte con un asesor financiero que te ayude a planear los próximos años de tu vida con base en tu nueva realidad, con el firme propósito de que las disfrutes con responsabilidad financiera. Será muy importante ser realista y ajustar tu estilo de vida a este panorama".
Aquí te dejamos algunos consejos que Principal da para que tengas finanzas sanas después de los 65 años:
Ingresos y gastos. Lo primero que tienes que tomar en cuenta es definir tus ingresos y gastos mensuales. Debes conocer exactamente cuál es el monto del ahorro en tu Afore y con ayuda de tu asesor definan cuánto dinero puedes usar cada mes, considerando tus gastos fijos, gastos adicionales y los proyectos que tengas en mente. Si planeas un viaje, ese mes gastarás un poco más, por lo que los siguientes meses convendría ser más austero.
Consume inteligentemente. Sabemos que después de años de trabajo te quieres consentir, pero procura mantenerte dentro de tu presupuesto y evitar los "gastos fuga" o "emocionales". Mídete en tus compras y proyectos para que puedas cumplir con tu meta propuesta.
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Tarjetas de crédito: entre menos, mejor. ¿Sigues necesitando tres tarjetas doradas? Probablemente no y definitivamente no necesitas traerlas contigo todo el tiempo. Tu mejor opción sería quedarte con la que mejores condiciones o beneficios te conceda y concentrar ahí todos tus cargos recurrentes. Será más sencillo enfocarte en que esa tarjeta siempre esté al día para que no te cobren comisiones y además evitarás la tentación de gastar de más. Déjala en casa y sólo cárgala cuando salgas de viaje o la necesites para algún gasto considerable o extraordinario.
Fondo para salud. Nadie quiere esto pero lamentablemente es inevitable, por lo que un "guardadito" para emergencias médicas te ayudará a hacer frente a gastos inesperados como un estudio de laboratorio o algún accidente en casa.
¿Ingresos extra? El que tengas 65 años de edad y te hayas jubilado, no significa que no puedas seguir trabajando si así lo deseas o si requieres ingresos adicionales. Tienes una gran experiencia que te respalda y mucho que compartir, por lo que si eres bueno en algo puedes dar clases particulares o ayudarle a alguien a través de asesorías; en cambio, si lo tuyo es el arte, puedes ofrecer visitas guiadas a tus museos favoritos. Aprovecha tu experiencia y sácale provecho.
Ahorra. Sí, se supone que es la edad donde aprovechas los ahorros de tu vida, pero recuerda que seguir ahorrando o invirtiendo también hace que tu dinero aumente por medio de los intereses. Acércate con tu Afore o con alguna otra institución financiera y pregunta por planes y productos que se adapten a tus necesidades y objetivos.
CPR