México es el segundo mercado de América que más demanda perfume, alcanzando un valor de mil 300 millones de dólares anuales, de los cuales los productores nacionales apenas cubren 185 millones, es decir, 14.2 por ciento del total, de acuerdo con cifras de Statista y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Esta situación es aprovechada por las marcas europeas, por lo que productores locales deben buscar nuevas alternativas para no solo subsistir, sino también para revolucionar el mercado y ganarse un lugar.
Un ejemplo de ello es Olfativa, firma mexicana que decidió voltear al mercado del marketing olfativo para distinguirse en el sector de esencias; básicamente se dedican a crear odotipos para aromatizar sitios como hoteles, tiendas e incluso oficinas para participar en la creación de experiencias.
Antony Mandujano, director general de la empresa, contó a MILENIO que actualmente tienen mil 700 clientes mexicanos entre compañías y personas físicas con actividad empresarial que les transforman sus áreas laborales.
Ellos encontraron la competencia ante productos para perfumar espacios que se comercializan en supermercados, pues un precio promedio de este tipo de productos puede costar 350 pesos, cuando encontrar algo más especializado y una fragancia única cuesta mínimo mil 500 pesos por el diseño de un perfumista y entre 3 mil y 20 mil pesos para el difusor dependiendo el lugar que se deba aromatizar.
“Lo complicado del mercado es la innovación, pues como en cada producto, los innovadores tempranos hoy nos encontramos en un mercado donde el mayor problema es la ignorancia del producto, cómo funciona, qué hace y las ventajas de tenerlo”, señaló.
El camino
Raul Pineda, director general del Museo del Perfume, detalló que la industria en México está catalogada como una industria de lujo y se prevé para 2024 un crecimiento de 2.5 por ciento.
Mientras que datos de Statista destacan que solo 20 por ciento de los perfumes que se venden en México son considerados lujo, porcentaje inferior al 25 por ciento que era antes de la pandemia.
Pero ahí es dominado totalmente por extranjeros, siendo las marcas más vendidas son Aesop, Artistry, Haiku, Armani, Clinique, Dior, Estee Lauder, Louis Vuitton, Mugler y Tommy Hilfiger; pero en la visión de Pineda, ya hay algunas firmas nacionales que ya hacen su pelea.
“Son pocas las empresas mexicanas que están produciendo aquí en México; sin embargo, ya están haciendo ruido (...) las otras marcas como Chanel Paco Raban ya están bien establecidas, tienen muchos años en México y en el mundo, en México le están haciendo mucho a utilizar materias primas de la región para que vayan acorde a los mexicanos, yo creo que esto es lo que más le cuesta a los mexicanos”, resaltó.
Pineda añadió que en la perfumería, si la pequeña empresa mexicana no triunfa en el mercado sobrevive máximo cinco años y hay otras empresas que la buscan adquirir, por lo que se trata de una innovación constante por temporalidad y modas.
“De la industria propia de México ahora están cinco empresas, las demás pueden estar fabricando aquí pero son extranjeras (...) si puede llegar a crecer, pero depende de la aceptación de los mexicanos”, resaltó.
Por otra parte, Ariadna Casas, curadora del Museo del Perfume, destacó que la mayoría de empresas mexicanas que se han posicionado están en el sureste del país, lo cual atribuye a la posición geográfica que les permite llegar a las materias primas, pero también exportar.
“La mayoría de estas marcas se enfocan en el marketing olfativo (...) estamos acostumbrados a consumir productos del mercado americano o europeo, pero en México está creciendo esta demanda sobretodo en la perfumería de nicho (...) es importante darnos cuenta que la perfumería va más allá del lujo y se está adaptando a una nueva demanda”, resaltó.
Según el estudio de Mordor intelligence, el tamaño de mercado de fragancias y perfumes en el mundo se estima en 61 mil 79 millones de dólares a 2023.
EDD