El First Republic Bank se ha convertido en el segundo banco regional grande de Estados Unidos con activos de más de 200 mil millones de dólares en quebrar en un lapso de pocas semanas. Al igual que el Silicon Valley Bank, que fue incautado por el gobierno el 10 de marzo, First Republic atendía a una clientela adinerada, lo que ayudó a aumentar rápidamente los depósitos, pero también pudo contribuir a su ruina.
El modelo de negocios del banco lo dejó susceptible a un aumento repentino de las tasas de interés.
Desde el derrumbe del Silicon Valley Bank —y del Signature Bank el mismo fin de semana—, los inversores se han preguntado cuál sería el próximo. First Republic subió rápidamente a la cima de esa lista, pero los inversionistas y analistas estaban preocupados por bancos como Comerica y KeyCorp, que también tenían un gran número de cuentas con depósitos por encima de 250 mil dólares, el nivel asegurado por el gobierno federal.
A continuación presentamos algunas cosas que debe saber sobre la bancarrota del First Republic Bank.
¿Por qué quebró First Republic Bank?
First Republic creció rápidamente gracias a los depósitos de personas y empresas adineradas. Utilizó esos depósitos para otorgar préstamos grandes, incluidas hipotecas enormes, cuando las tasas de interés estaban en niveles históricamente bajos con la esperanza de convencer a los clientes de utilizar productos más rentables como la gestión patrimonial.
Muchas de las cuentas del banco tenían depósitos muy por encima de los 250 mil dólares que asegura el gobierno federal. Cuando Silicon Valley Bank quebró, los clientes retiraron su dinero, temerosos de que sus depósitos estuvieran en peligro. First Republic indicó la semana pasada que los depositantes habían retirado más de 100 mil millones de dólares, la mayor parte durante unos pocos días a mediados de marzo.
“Demasiados clientes (del First Republic) demostraron que su verdadera lealtad era hacia sus propios miedos”, escribió Timothy Coffey, analista de Janney Montgomery Scott, una firma de servicios financieros, en una nota a los inversionistas.
Aun más, los grandes préstamos en los libros de First Republic Bank perdieron valor cuando la Reserva Federal elevó rápidamente las tasas de interés el año pasado. De esa forma, si el banco intentaba vender los préstamos para obtener capital, lo habría hecho con pérdidas. Circunstancias similares habían condenado al Silicon Valley Bank.
First Republic planeaba vender activos no rentables, incluidas hipotecas a bajo interés que proporcionaba a clientes adinerados. También anunció planes para despedir hasta a una cuarta parte de su fuerza laboral, que sumaba unos 7 mil 200 empleados a finales de 2022. Pero los analistas consideraron que esos planes eran demasiado pequeños y llegaron demasiado tarde.
A mediados de la semana pasada, quedó claro que era necesaria la intervención del gobierno en el First Republic. Los funcionarios del Tesoro pidieron a los bancos que presentaran ofertas por él, y los banqueros y los reguladores trabajaron durante el fin de semana para encontrar un camino a seguir.
¿Qué bancos serán los próximos?
Por ahora, los analistas esperan que el sistema bancario de Estados Unidos se salve de más bancarrotas de bancos grandes, y dicen que los problemas en el Silicon Valley Bank, Signature Bank y First Republic eran exclusivos de esas instituciones.
Otros bancos medianos sufrieron grandes retiros de depósitos y se vieron obligados a pedir prestado de programas federales para apuntalar sus estados financieros, pero ninguno se halló en una situación tan difícil como la de First Republic.
Por ejemplo, Comerica, con sede en Dallas, dijo que los depósitos cayeron 3 mil 700 millones de dólares después del 9 de marzo y que la empresa tomó prestados 13 mil millones de dólares de programas federales “para proporcionar una protección superior a niveles operativos normales”. Aún así, la compañía ganó 324 millones de dólares en el primer trimestre, ligeramente menos que el cuarto trimestre, pero por encima de los 189 millones de dólares en el primer trimestre del año anterior.
Las acciones de Comerica cayeron 37 por ciento en la semana posterior al desplome del Silicon Valley Bank, pero se han mantenido estables desde entonces. Ayer, los títulos descendieron casi 2 por ciento.
Las acciones de la mayoría de los bancos medianos cayeron el lunes, pero las caídas fueron moderadas en comparación con las pérdidas de dos dígitos de muchos de ellos el 13 de marzo.
La compra y venta de acciones “deja entrever poco o ningún efecto indirecto, lo cual es congruente con la noción de que no fue una sorpresa” la incautación del First Republic, dijo Krishna Guha, de Evercore ISI.
¿Qué sucede con accionistas del First Republic?
Las acciones de First Republic se cotizaron en 115 dólares el 8 de marzo, luego se desplomaron en los días y semanas siguientes, y el viernes cerraron en 3.15 dólares. Aproximadamente 20 mil millones de dólares en valor de mercado desaparecieron. La negociación del título fue detenida antes de que los mercados estadounidenses abrieran el lunes.
JPMorgan Chase, que acordó comprar los depósitos y la mayoría de los activos de First Republic, enfatizó que no asumirá ninguna deuda corporativa o acciones preferentes del banco.
Después de la quiebra de un banco, los tenedores de bonos se encuentran entre los últimos en recibir algún pago, y los accionistas están en el extremo final de la fila. La Corporación Federal de Seguro de Depósitos (FDIC, por sus siglas en inglés) —la agencia federal independiente que garantiza que los depositantes recuperarán sus ahorros si un banco quiebra— no brinda estimaciones sobre qué tan probable es que un acreedor reciba su pago.
Pero la agencia sí dijo que su fondo de seguro de depósitos, financiado en parte por primas de seguros pagadas por los bancos, podría asumir una pérdida estimada de 13 mil millones de dólares a consecuencia del derrumbe de First Republic.
Si bien las condiciones podrían cambiar con el tiempo, es probable que eso no deje nada que los inversores puedan recuperar. Los accionistas de Silicon Valley Bank y Signature quedaron en ceros.
El desenlace estuvo bien para un observador interesado.
“Aunque los depositantes están recibiendo protección, los accionistas están perdiendo sus inversiones”, dijo el presidente Joe Biden durante un evento en la rosaleda de la Casa Blanca centrado en las pequeñas empresas, cuando se le preguntó sobre la incautación del banco. “Algo crucial es que no son los contribuyentes quienes están en una situación difícil”.
MRA