El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió que la volatilidad en los flujos de capital y las crisis cambiarias que se generaron por la crisis derivada de la pandemia del coronavirus SARS-CoV-2, que causa la enfermedad covid-19 llegaron para quedarse, por lo que, junto con otros organismos mundiales, trabaja en el diseño de políticas que minimicen los riesgos de estos sucesos.
En un documento, indicó que un marco de análisis de flujos de capital puede ayudar a los responsables de la formulación de políticas a comprender mejor los eventos sucesivos en estos flujos para poder tomar medidas tempranas para mitigar los riesgos, dicho marco puede ser informativo sobre los diferentes tipos de flujos de capital, arrojar luz sobre la forma en que son intermediados y sobre la eficacia de las respuestas de políticas.
El FMI explicó que, en comparación con episodios anteriores de tensión financiera, el repentino freno de los flujos de cartera hacia los mercados emergentes en respuesta a la pandemia del covid-19 fue particularmente pronunciado y las salidas récord de capital provocaron que los tipos de cambio se depreciaran, se presentaron mayores costos de financiamiento y hubo un acceso limitado a financiamiento externo en muchos mercados emergentes.
Y, añadió, las economías avanzadas, incluidas algunas de la zona del euro y Japón, también experimentaron importantes ventas de activos de cartera por parte de no residentes en marzo de 2020.
No obstante, apuntó el organismo internacional, la salida de capital de cartera en los mercados emergentes y avanzados fue intensa pero de corta duración, gracias a importantes acciones de bancos centrales, incluida la continua relajación monetaria, que estuvo acompañada de programas de compra de activos a gran escala y mayores operaciones de liquidez en las economías avanzadas, así como intervenciones cambiarias en los mercados emergentes.
En este contexto, aseguró, los formuladores de políticas dependen cada vez más de múltiples instrumentos de política para hacer frente a la volatilidad de los flujos de capital, que incluyen política monetaria, políticas macroprudenciales, intervenciones cambiarias y medidas de gestión de flujos de capital.
Por tanto, expuso el FMI, la cuestión de qué políticas, o combinación de políticas, son más efectivas para mitigar los riesgos de los movimientos bruscos de los flujos de capital generados por los shocks globales, y las compensaciones a corto y mediano plazo de diferentes políticas, forma parte de su agenda.
Además, agregó, el carácter global de las crisis recientes pone de relieve la conveniencia de una respuesta internacional coordinada para mitigar los efectos de los efectos transfronterizos, así como la necesidad de abordar los riesgos que plantean los agentes económicos que se encuentran fuera del perímetro regulatorio, en particular los intermediarios financieros no bancarios.
Es así que iniciativas multilaterales recientes, como las líneas de canje entre la Reserva Federal de Estados Unidos y algunos bancos centrales extranjeros, las líneas de crédito del FMI, los esfuerzos para coordinar las respuestas regulatorias, incluidas las instituciones financieras no bancarias bajo el soporte de la Junta de Estabilidad Financiera y la Iniciativa de Suspensión del Servicio de Deuda del G20 para los países más pobres están ayudando a mitigar los riesgos.
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Además, debates sobre los desafíos de los flujos de capital en foros internacionales, como el Grupo de Trabajo de Arquitectura Financiera Internacional del G20, el Grupo de Trabajo Asesor sobre los Códigos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en relación con el Código de Movimientos de Capital de la OCDE y el FMI en relación con su visión institucional sobre los flujos de capital, puede facilitar el diseño de respuestas políticas adecuadas, afirmó el FMI.
MRA