El Fondo Monetario Internacional (FMI) llamó a la economías más ricas a elevar la inversión pública para impulsar la la reactivación económica, que se ha visto impactada debido a la pandemia del coronavirus SARS-CoV-2, que causa la enfermedad covid-19; también pidió dejar a un lado su preocupación por la deuda.
De acuerdo con lo planteado en el Monitor Fiscal, un aumento de la inversión pública equivalente a 1 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) podría fortalecer la confianza en la recuperación e incrementar el PIB en 2.7 por ciento, la inversión privada en 10 por ciento y el empleo en 1.2 por ciento, si las inversiones son de alta calidad y si la actual carga de la deuda pública y privada no afecta la respuesta del sector privado a estos estímulos.
Asimismo, la inversión pública es fundamental para la recuperación, ya que podría generar, de forma directa, entre dos y ocho puestos de trabajo por cada millón de dólares gastado en infraestructuras tradicionales, y entre cinco y 14 empleos por cada millón gastado en investigación y desarrollo, electricidad verde y edificios eficientes.
"La inversión pública puede aportar ese apoyo necesario a la actividad económica y a la creación de empleo", añadió.
Según las estimaciones del Fondo, entre dos y ocho empleos son creados por cada millón de dólares invertido en infraestructura tradicional, y entre cinco y 14 empleos nuevos se crean por cada millón invertido en investigación y desarrollo, electricidad sostenible o edificios eficientes energéticamente.
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El FMI explicó que antes de la pandemia, llevábamos más de un decenio con la inversión mundial en niveles muy bajos, pese al evidente deterioro de carreteras y puentes en algunas economías avanzadas y necesidades de infraestructuras de transporte, agua potable, saneamiento, etcétera, en la mayoría de las economías emergentes y en desarrollo.
Ahora, abundó, existen necesidades urgentes de inversión en sectores fundamentales para el control de la pandemia, como la atención de salud, la educación, la seguridad de los edificios, la seguridad del transporte y la infraestructura digital.
En este contexto, expuso el organismo, el bajo nivel de las tasas de interés en todo el mundo apunta a que es un buen momento para invertir, pues el nivel de ahorro es elevado, el sector privado se mantiene a la espera y hay muchas personas desempleadas que pueden ocupar los puestos de trabajo que se creen gracias a la inversión pública.
Dificultades de inversión en algunos países
Destacó que a algunos países les resultará endeudarse para invertir en vista de que las condiciones de financiamiento son restrictivas, pero aún así, un aumento progresivo de la inversión pública financiada mediante deuda podría compensar a estos países, siempre que los riesgos de refinanciamiento de la deuda y las tasas de interés no suban demasiado y que los gobiernos escojan con acierto los proyectos de inversión.
Además, es posible que los países también tengan que reasignar el gasto o recaudar ingresos adicionales para inversiones prioritarias, pero mantener la calidad de los proyectos de inversión es esencial, ya que, por ejemplo, el costo de un proyecto concreto puede aumentar hasta 10 a 15 por ciento simplemente si se lleva a cabo en un período en el que la inversión es especialmente elevada.
Corrupción
El organismo internacional aclaró que los incrementos de costos tienden a ser más altos y los proyectos sufren retrasos más prolongados si se autorizan y ejecutan cuando la inversión pública aumenta sustancialmente, y los incrementos rápidos de la inversión pública también acarrean el riesgo de facilitar la corrupción.
Por tanto, resulta crucial mejorar la gestión de gobierno relacionada con la selección y administración de los proyectos, porque hay un margen de un tercio, en promedio, para mejorar la eficiencia de las infraestructuras.
MRA