FMI urge a acelerar el proceso de vacunación contra covid-19

Si la pandemia se controla mediante la vacunación, el crecimiento económico más fuerte resultante generaría más de un billón en ingresos fiscales adicionales.

Si la pandemia persiste, podrían producirse insolvencias corporativas generalizadas. (Reuters)
Silvia Rodríguez
Ciudad de México /

El Fondo Monetario Internacional (FMI) urgió a los países a acelerar el proceso de vacunación contra el covid-19, pues cuanto antes las vacunas frenen la pandemia, las economías más rápido podrán volver a la normalidad; mientras tanto, aseguró que los apoyos fiscales deben continuar.

De acuerdo con el documento Monitor Fiscal, si la pandemia mundial se controla mediante la vacunación, el crecimiento económico más fuerte resultante generaría más de un billón en ingresos fiscales adicionales en las economías avanzadas para 2025 y ahorraría más en medidas de apoyo fiscal.

“La vacunación puede que sea el proyecto público con mayor rendimiento que jamás se haya identificado. En este momento, la evolución del covid-19 y sus repercusiones siguen siendo muy inciertos, de ahí que una prioridad principal para las políticas es seguir siendo ágiles y flexibles para responder ante las exigencias de una situación que evoluciona rápidamente”, indicó el director del Departamento de Finanzas Públicas del FMI, Vitor Gaspar, durante la presentación del documento.

FMI insta a equilibrar apoyos fiscales y aumento de deuda 

El FMI señaló que pesar de que en 2020 la deuda pública mundial aumentó a 97 por ciento, como proporción del producto interno bruto (PIB), y se espera que se mantengan apenas por debajo de 100 por ciento del PIB en 2021, la crisis por la pandemia del covid-19 aún no termina, por lo que los apoyos fiscales deben continuar; sin embargo, los países deben encontrar un equilibrio entre estos apoyos y un aumento de la deuda que esté en niveles manejables.

“El equilibrio entre respaldar a los hogares y las empresas con sustentos de emergencia y facilitar la transformación evolucionará en el tiempo. Esto último será más importante a medida que la transición hacia un crecimiento resiliente, sostenible e inclusivo sea lo principal”, refirió Vitor Gaspar.

En este sentido, el organismo internacional expuso que hasta que se controle la pandemia, la política fiscal deberá seguir siendo flexible y solidaria, pero la necesidad y el alcance de dicho apoyo varían según los sectores y las economías, y las respuestas se adaptan a las circunstancias del país.

No obstante, los gobiernos deben priorizar el apoyo a los hogares más vulnerables y a las empresas viables, pues la pandemia ha tenido un efecto desproporcionadamente negativo en los pobres, los jóvenes, las mujeres, las minorías y los trabajadores en trabajos mal remunerados y en el sector informal.

Además, si la pandemia persiste, podrían producirse insolvencias corporativas generalizadas, destruyendo millones de puestos de trabajo, especialmente en los sectores de servicios de contacto intensivo y las pequeñas y medianas empresas, pero los gobiernos deben prevenir la mala asignación de recursos y limitar el aumento de empresas no viables.

Construir colchones fiscales

En este contexto, el FMI indicó que algunos países deben comenzar a reconstruir los colchones fiscales para disminuir el impacto de futuros choques, por lo que el desarrollo de marcos plurianuales creíbles para los ingresos y el gasto será vital, especialmente cuando la deuda es alta y el financiamiento es escaso.

Abundó que si se hace correctamente, la política fiscal permitirá una transformación ecológica, digital e inclusiva de la economía post pandémica.

Para que esto sea una realidad, los gobiernos deben priorizar la inversión en sistemas de salud, ayudar a las personas a regresar a sus empleos, fortalecer los sistemas de protección social, reformar los sistemas tributarios y reducir el gasto innecesario, fortalecer la transparencia de las iniciativas de gasto y mejorar las prácticas de gobernanza para aprovechar todos los beneficios del apoyo fiscal.

Hay una luz al final del túnel

Aunque después de la recesión de 2020 por la pandemia del covid-19 la recuperación económica está en marcha y se ve una luz al final del túnel, tal recuperación se está dando en distintas velocidades, los países más débiles se están quedando atrás y persiste incertidumbre por el impacto de nuevas cepas del coronavirus y posibles cambios en las condiciones financieras, por lo que existe el riesgo de más cicatrices económicas, advirtió el FMI.

La directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, refirió que estas cicatrices se pueden dar por la pérdida de puestos de trabajo, bancarrotas, pobreza extrema y hambruna; ante esta situación, aseveró que los formuladores de políticas deben tomar acciones, brindado a todos oportunidades y justas y protegiendo a los más vulnerables.

Señaló que ante este contexto, la agenda de política global destaca tres prioridades; la primera, dar oportunidades justas para el acceso a las vacunas contra el covid-19, lo que significa aumentar la producción y distribución, así como evitar los controles de exportación, para que las dosis lleguen a los países más pobres.

En segundo lugar, abundó la directiva del FMI, la agenda contempla crear condiciones justas para la recuperación, lo que incluye apoyar a los hogares más vulnerables y a las empresas viables, lo que requiere medidas fiscales específicas, como inyecciones de capital y procedimientos de reestructuración.

Además, añadió, es indispensable que los bancos centrales mantengan una comunicación cuidadosa y también se necesitan políticas prudentes en los países emergentes y en desarrollo, para poder minimizar contagios financieros.

En tercer lugar, expuso Georgieva, se necesita actuar hacia el futuro, mediante el aumento de la inversión pública en proyectos ecológicos e infraestructura digital, así como en la salud y la educación, para garantizar que todos puedan beneficiarse de la transformación hacia una economía ecológica, más inteligente e inclusiva.

​AMP

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