Los armadores Ford, General Motors (GM) y Stellantis cuentan con 160 mil millones de dólares para hacer frente a los gastos que ocasionará el paro de labores en algunas plantas de Estados Unidos, dijo Fitch Ratings.
Los armadores Ford, GM y Stellatins cuentan con 160 mil millones de dólares para hacer frente a los gastos que ocasionará el paro de labores en algunas plantas de Estados Unidos, dijo Fitch Ratings.
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En un reporte sobre la situación del sector, la calificadora destacó que a pesar de ello, un paro laboral que dure varios meses podría resultar en una erosión de la liquidez que podría presionar los perfiles crediticios, particularmente si resulta en un cierre generalizado de las instalaciones manufactureras en esa nación que es el segundo mercado más importante del mundo.
En un reporte sobre la situación del sector, la calificadora destacó que a pesar de ello, un paro laboral que dure varios meses podría resultar en una erosión de la liquidez que podría presionar los perfiles crediticios, particularmente si resulta en un cierre generalizado de las instalaciones manufactureras en esa nación que es el segundo mercado más importante del mundo.
“Estimamos que Ford tiene más de 50 mil millones de dólares en efectivo y capacidad de líneas de crédito, mientras que GM tiene casi 40 mil millones de dólares. Estimamos que Stellantis tiene alrededor de 70 mil millones de dólares de liquidez. También esperaríamos que el efectivo creciera rápidamente una vez que finalicen las huelgas y se reanude la producción”, dijo Fitch.
Creemos que tanto los armadores como el sindicato de trabajadores representado por la UAW están interesados en resolver la huelga lo más rápido posible.
“Sin embargo, varios temas desafiantes podrían dificultar una resolución rápida, incluida la brecha entre las ofertas de compensación de empresas y las demandas del UAW y el deseo del sindicato de realizar cambios significativos en los planes de beneficios y pensiones de los jubilados. Cuestiones más amplias, como el papel de los trabajadores sindicalizados en la fabricación de baterías para vehículos eléctricos (EV), también podrían ser puntos espinosos”, detalló.
Consideran que el conflicto laboral actual desafía las comparaciones históricas debido a varias circunstancias únicas. Las negociaciones/huelgas simultáneas contra los tres principales fabricantes de automóviles estadunidenses y la naturaleza táctica de las huelgas hacen que su impacto potencial sea menos seguro que en disputas pasadas.
“Las huelgas en determinadas plantas con poca antelación crean cierta complejidad operativa para los armadores, pero también les permiten continuar con la producción en otras plantas, minimizando el impacto en efectivo de las huelgas. Sin embargo, esperamos que el sindicato aumente la presión sobre los fabricantes de equipos originales con el tiempo agregando más plantas a la huelga y también podría apuntar a plantas que abastecen a otras plantas transformadoras, creando así una interrupción más amplia”, refirió.
Las discusiones actuales también son únicas debido al contexto de cuestiones más amplias que afectan a la industria. Fitch dice que la escasez de semiconductores en los últimos años redujo la producción de la industria, pero generó ganancias relativamente fuertes para las automotrices. La industria también se ha desplazado hacia vehículos eléctricos que requieren menos mano de obra para fabricar.
MRA