Los sedanes más grandes de Lincoln, Mercury y Ford eran en esencia el mismo auto con cambios ligeros en la estética, cuya sencillez los hacía fiables y fáciles de reparar, en tanto, su transmisión de cuatro velocidades los hacía alcanzar 100km/hr en reversa; una plataforma básica que se usaba desde los 60's; sin embargo, se descontinuaron hace 9 años.
De acuerdo con el portal soloautos.mx, hacia el final de su ciclo de vida, estos autos se convirtieron en los últimos sedanes fabricados sobre un chasis de largueros, como una pick-up, lo que les dio una fama de robustez y durabilidad inigualable y los hizo favoritos para flotillas en Estados Unidos, especialmente entre los policías.
La plataforma Panther en la que se montaban fue famosa también por el volumen para pasajeros y de carga, aunque se retiró por ser totalmente obsoleta. Eran autos muy pesados y poco eficientes y Ford tuvo que descontinuarla para cumplir con las regulaciones de consumo en Estados Unidos.
La remplazaron una serie de autos según la función: Los Police Interceptor basados en el Taurus y en la Explorer se ofrecieron a fuerzas policiales mientras que las conversiones para limusina optaron por la Lincoln MKT y los taxis cambiaron a Escape Hybrid, Ford Transit, Toyota Prius y Nissan NV, entre otros.
También sobresalían por su bloque V8 de 4.6 litros con dos válvulas por cilindro, que entregaba 239 hp y 281 lb-pie en sus últimos años, a través de una caja de automática de 4 relaciones. Es una potencia baja para un motor de ese tamaño, pues los Mustang de esa época tenían 300 hp con un motor muy similar, pero con 24 en lugar de 16 válvulas.
Motor, caja y sin limitaciones
Existen tres razones por las que estos autos eran capaces de ir a 100 km/h en marcha atrás: la primera, recae en su motor con 281 lb-pie de torque disponibles a un régimen de giro muy bajo; la segunda, y tal vez la más importante, es la relación de la caja que en reversa es de 2.32:1, relativamente larga y cercana a la autos modernos tienen en segunda o incluso en tercera marcha. La última razón es lógica, y es que no estaba limitado como otros si lo están.
Como referencia, un Volkswagen Jetta Tiptronic tiene una segunda marcha de 2.37:1, y además estos autos de Ford tenían a su disposición las 281 lb-pie de fuerza del V8.
La relación de la transmisión representa una multiplicación del torque, así que entre más alta sea, se tiene más fuerza pero se alcanza una máxima inferior.
La de los sedanes grandes de Ford es un balance entre ambos puntos, y por eso alcanza velocidades de aproximadamente 100 km/h en reversa, dependiendo del año modelo y del diámetro de los neumáticos.
MRA