La fortuna de los multimillonarios creció 12 por ciento en 2018, a un ritmo de 2 mil 500 millones de dólares al día, mientras que la riqueza de la mitad más pobre de la población mundial, unos 3 mil 800 millones de personas, se redujo 11 por ciento, revela un informe publicado por Oxfam.
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El documento, titulado Bienestar público o beneficio privado muestra cómo esa brecha pone en peligro la lucha contra la pobreza, perjudica las economías y alimenta la indignación en todo el mundo.
Los gobiernos, explica Oxfam, exacerban la desigualdad "al no dotar a los servicios públicos, como la educación y la salud, de la financiación necesaria; al conceder beneficios fiscales a las grandes empresas y los más ricos, y al no frenar la elusión fiscal".
Además, "la creciente desigualdad económica afecta especialmente a las mujeres y las niñas", añade la ONG en un comunicado.
"El tamaño de tu cuenta bancaria no debería determinar los años que permaneces en la escuela ni tu esperanza de vida (...) Las grandes empresas y los súper ricos disfrutan de bajas facturas fiscales mientras millones de niñas no tienen derecho a la educación y muchas mujeres mueren por falta de acceso a servicios de atención materna", afirma Winnie Byanyima, directora ejecutiva de la ONG.
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En el informe, se explica que "si el 1% más rico pagase solo 0.5% más de impuestos sobre su riqueza, podría recaudarse más dinero del necesario para escolarizar a los 262 millones de niñas y niños que ahora no tienen acceso a la educación, y proporcionar asistencia médica para salvar la vida de 3.3 millones de personas".
"En algunos países, como Brasil, el 10% más pobre de la población dedica al pago de impuestos un porcentaje mayor de sus ingresos que el 10% más rico", revela Oxfam.
En América Latina y el Caribe, mientras aumentó la riqueza de los multimillonarios, la pobreza extrema continuó creciendo, alcanzado su nivel más alto desde 2008 y afectando a 62 millones de personas, que suponen un 10.2 por ciento de la población.
En esa zona del mundo, la fortuna de los multimillonarios aumentó en 10 por ciento en 2018 (36 mil millones de dólares) y asciende a 414 mil millones de dólares, un monto mayor al PIB de casi todos los países de la región, excepto Brasil, México y Argentina.
"El 10% de los más ricos paga solo un 4.8% de impuesto sobre la renta, aunque debería pagar en promedio un 28%", asegura Oxfam.
Añade que "con el dinero que las empresas dejan de pagar cada año por beneficios fiscales en el impuesto sobre la renta se podría contratar a 93 mil médicos en Guatemala o 349 mil en Brasil, construir 120 mil viviendas en la República Dominicana o 70 mil en Paraguay y contratar a 94 mil docentes en Bolivia o 41 mil en El Salvador".
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Además, "los servicios públicos sufren un déficit crónico de financiación o se subcontratan a empresas privadas que excluyen a las personas más pobres".
"Cada día mueren 10 mil personas por no poder pagar la atención sanitaria, mientras en los países en desarrollo, una niña o niño de una familia pobre tiene dos veces más probabilidades de morir antes de alcanzar los 5 años que una niña o niño de una familia rica", advierte Oxfam.
Además, la reducción fiscal beneficia sobre todo a los hombres, que "poseen un 50% más de riqueza que las mujeres a nivel global y controlan más del 86% de las grandes empresas".
"En cambio, cuando se descuidan los servicios públicos, son las mujeres y las niñas en situación de pobreza las que más sufren las consecuencias", según Oxfam.
GGA