Fundamental, reducir la intensidad de la demanda energética, asegura Botín

Transición. Es necesario encontrar formas de eficientar los recursos, señala la presidenta de Santander a Financial Times

La directiva pide colaboraciones en la cadena de valor. REUTERS
Ciudad de México /

Para lograr la transición energética será fundamental que los gobiernos desarrollen planes nacionales que tengan en cuenta las acciones en dos frentes: la oferta y la demanda, afirmó Ana Botín, presidenta de Banco Santander.

La banquera escribió en Financial Times que el debate se centró en la oferta, en cómo aumentar el suministro de fuentes eléctricas bajas en carbono; sin embargo, recibió menos atención el lado de la demanda.

“Es algo sobre lo que todos (individuos, empresas y gobiernos) pueden actuar. Al reducir la intensidad de nuestra demanda de energía podemos hacer más con menos, pero no estamos haciendo lo suficiente en este frente”, indicó Botín.

Resaltó que, según la Agencia Internacional de Energía, el mundo necesita mejorar la potencia eléctrica en más de 4 por ciento anual entre 2020 y 2030, y casi 3 por ciento anual a partir de entonces para alcanzar el cero neto en 2050. “El año pasado solo logramos 1.3 por ciento”, advirtió.

Botín indicó que se espera que la demanda de energía aumente hasta un tercio de aquí a 2050 para sustentar una economía global que será dos veces más grande y con una población de 2 mil millones de personas más. “Este aumento de la población y la productividad se concentrará más en los mercados emergentes, lo que hace que la transición sea aún más desafiante”

Por ello, la presidenta de Santander habló sobre la necesidad de cambiar el sistema energético, de una economía basada en combustibles fósiles a las fuentes bajas en carbono.

Añadió que pese a que muchas firmas ya trabajan en cerrar esa brecha, “aún queda mucho por hacer, tanto por parte de las empresas como de los gobiernos”.

Afirmó que actualmente hay un grupo donde más de 130 de las empresas más grandes del mundo están acelerando el paso.

“La próxima semana en Davos discutiremos tres áreas que hemos identificado donde se pueden tomar medidas para reducir la intensidad de la demanda de energía. Primero necesitamos encontrar formas de ahorrar energía. Por ejemplo, las innovaciones de inteligencia artificial en calefacción, ventilación y aire acondicionado de oficinas pueden lograr una caída del consumo de 25 por ciento”, señaló.

En segundo lugar destacó la eficiencia energética y, en tercero, colaboraciones en la cadena de valor para impulsar el cambio en el sistema energético en general.

Botín aseguró que la energía que antes se desperdiciaba puede reorientarse hacia usos más productivos, y así solo se reducirán los costos y se elevará la rentabilidad y la competitividad.

“La demanda y los costos de energía disminuyen y la productividad aumenta. Utilizando estas palancas, que ya están disponibles, podemos reducir el uso actual de energía hasta en un tercio, sin disminuir la producción. Si esto sucediera para 2030, se ahorrarían hasta 2 billones de dólares cada año, a los costos energéticos actuales, y se amortizaría en 10 años”, indicó.

Las empresas, trabajando junto con los gobiernos, son cruciales para apoyar y hacer realidad estos planes. Se les debe alentar a considerar su uso actual de energía, investigar las mejores prácticas y asociarse con los sectores público y privado para superar las barreras a la acción”.


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