Los exportadores estadunidenses de gas natural planean una nueva oleada de proyectos para capitalizar la escasez de suministro en Europa y el aumento de los precios globales, incluso cuando la administración Biden asegura que el objetivo sigue siendo la “transición para alejarse” de los combustibles fósiles.
Marca un cambio potencialmente dramático para la industria de exportación de gas natural licuado de Estados Unidos que tan solo el año pasado tenía capacidad inactiva en medio de un exceso de suministro inducido por una pandemia y luchando contra las dudas sobre el futuro del gas en un mundo con bajas emisiones de carbono.
“Sí, es algo bueno para el sector de gas natural licuado de EU”, dijo a Financial Times Charif Souki, presidente de Tellurian LNG —que espera construir una nueva planta de exportación de 15 mil millones de dólares en la costa del Golfo de Estados Unidos—, refiriéndose al aumento de precios global. “Solo dependerá de si se puede construir o no infraestructura en EU”.
Los analistas dicen que a medida que los desarrolladores recuperen la confianza en el futuro del gas natural licuado, las nuevas construcciones pronto convertirán a EU en el segundo mayor exportador mundial de combustible superfrío, después de Australia.
“Incluso antes de la pandemia… parecía que podíamos haber visto la decisión final para la inversión de gas natural licuado de América del Norte”, dijo Amber McCullagh, directora de la consultora del sector de energía Enverus, refiriéndose a las decisiones finales de inversión para construir más plantas de exportación.
Ahora McCullagh espera que hasta cinco nuevos proyectos, incluidas las ampliaciones de las instalaciones actuales, sean aprobados en los próximos dos o tres años. La capacidad de exportación de gas natural de EU puede duplicarse si todos llegan a estar en línea de unos 20 mil pies cúbicos por día, en comparación con cerca de 10 mil millones de pies cúbicos por día en el primer semestre de este año.
Pero la nueva capacidad no llegará lo suficientemente rápido para tapar el hueco de suministro de Europa y evitar una posible escasez este invierno, una situación que el enviado de Energía del Departamento de Estado, Amos Hochstein, dijo recientemente que “pone vidas en juego”.
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EU, que por mucho tiempo ha promocionado el alza de las exportaciones estadunidenses de gas natural licuado por sus beneficios geoestratégicos como una alternativa al suministro de energía de Rusia, apoya el aumento de los suministros a Europa durante los próximos dos años, al menos hasta que se acelere el cambio hacia combustibles más limpios.
“Debemos tener un ojo puesto en el próximo invierno y en el invierno después, con el fin de asegurarnos de que, mientras nos enfocamos en la transición energética, estemos abordando las necesidades de hoy”, dijo a Financial Times Hochstein, quien antes también trabajó para Tellurian.
La crisis actual “demuestra la preocupación que hemos tenido durante tantos años en torno al suministro a Europa”, dijo Hochstein, y argumentó que Rusia no hace todo lo que puede para aliviar el golpe al mercado.
Sin embargo, dijo que el objetivo primordial de la administración Biden es reducir drásticamente la demanda de gas natural mientras presiona para descarbonizar el sistema energético.
“Se está asegurando de que en los próximos años el suministro sea confiable y asequible, mientras que al mismo tiempo se acelera la transición”, agregó Hochstein.
Los desarrolladores de gas natural licuado dicen que el temor a la escasez ahora subraya la necesidad de más gas estadunidense en los mercados globales.
Matt Schatzman, director ejecutivo de NextDecade, que espera aprobar un nuevo megaproyecto de exportación en Texas este año, dijo que “las condiciones del mercado en Europa y en todo el mundo confirman que la demanda de gas natural licuado supera por mucho la oferta disponible” sin nuevos proyectos.
Mike Sabel, director de Venture Global hizo eco de ese sentimiento y dijo que el gas natural licuado de EU será “fundamental para satisfacer esta creciente necesidad y llevar la seguridad energética a Europa y más allá”. La compañía, que recién firmó un importante acuerdo de suministro para entregar gas a Polonia, construye una planta en Luisiana y espera aprobar una segunda este año.
Sin embargo, los analistas siguen cautelosos y dicen que a pesar de la escasez global, economistas y compradores deben estar dispuestos a apostar a que la demanda de gas natural licuado —que requiere una gran inversión de capital inicial— puede mantenerse a largo plazo en un mundo que busca consumir menos combustibles fósiles.
“Nunca antes el sector de gas licuado en EU se había visto tan bien, pero no es tan sencillo cuando entras en los detalles”, dijo Alex Munton, analista de la consultora de energía Wood Mackenzie.
“La sociedad y la política están tratando de alejarlos de colocar en sus libros un contrato de gas a 20 años Tienen que venderlo a inversionistas que dicen: ‘¿qué estás haciendo? Deberías meterte en lo eólico’”.