Con un gobierno sin mayoría es difícil avanzar: presidente de BBVA

Entrevista

Francisco González dejará el cargo a partir de enero, porque cree que, a sus 73 años, ya no puede aportar mucho más a la entidad financiera.

Francisco González
El Mundo MX
Madrid /

El presidente del BBVA, Francisco González (Chantada, 1944) explica su salida del banco en enero y hace balance de su gestión y del entorno económico. 

¿Por qué adelanta su marcha pudiendo estar más? 

Según el reglamento podía estar hasta marzo de 2020. Yo probablemente tendría que haberme retirado antes.Tampoco es normal llegar a los 73 años en un trabajo como éste. Y si no lo he hecho antes es porque no fui capaz de ensamblar un equipo para llevar a cabo todo eso por lo que yo estoy luchando desde hace tanto tiempo: la transformación de un banco convencional en una compañía digital global, que es algo muy complejo. Y eso comenzamos a conseguirlo cuando el Consejo de Administración nombró a Carlos Torres consejero delegado. 

Es un crack y lo verán en el tiempo. Está rodeado de una gente magnífica, el Consejo está muy involucrado. Yo ahora no puedo aportar mucho más. ¿Por qué no darles paso ahora, por qué no irme en un momento en que el banco está fenomenal, cuando van a venir cosas muy buenas? 

¿Ha influido la situación en mercados emergentes importantes para el banco como Turquía? 

R.- No, porque yo creo que lo que viene por delante, en términos generales, va a ser mejor para el banco. De Turquía yo creo que ya hemos visto lo peor. Turquía está cambiando su política económica y creo que está cambiando en la buena dirección. Claro que todavía tiene un camino difícil. Mi percepción es, no tanto de un país, sino del proyecto del banco. 

El proyecto del banco es la transformación. Y lo que se está haciendo aquí: casi un 40% de las ventas totales del Grupo son digitales, casi el 50% de los clientes son ya digitales, y muchos otros avances impresionantes... Estamos poniendo a todo al banco a trabajar con metodologías Agile. Ya hay varios miles de personas trabajando en Agile y lo vamos a extender a los más de 130.000 empleados. Ésas son las cosas que no están reflejadas todavía en la cotización... Por lo tanto, lo que viene de ahora en adelante para el banco va a ser muy bueno, por eso estoy muy contento. 

Pero volver a esa rentabilidad que tenía el sector financiero hace unos años es una batalla cada vez más perdida ¿no le parece? 

El sector financiero va a ser muy difícil que recupere la rentabilidad que tenía hace 10 años, entre otras cosas porque le han duplicado los requerimientos de capital, lo que reduce la rentabilidad de los bancos a la mitad. Los temas regulatorios son ahora mucho más complejos. Por tanto, ver una banca tan rentable como la que hemos visto hasta el año 2007 no la vamos a ver. 

Pero ahora nosotros no jugamos a ser un banco. Jugamos a otra cosa. Siendo un banco y estando regulados, y lo vamos a estar durante un tiempo, estamos jugando a convertirnos en una compañía de servicios muy potente, donde las restricciones de capital, las restricciones de regulación, no pesan tanto sobre el modelo. 

Porque el modelo consiste básicamente en convertirnos en asesores de nuestros clientes y gran parte de nuestros ingresos en el tiempo vendrán por servicios que prestemos, no tanto por lo que es ser un banco puro. Que también lo vamos a ser, pero con mucho mayor peso de los servicios. 

¿Cuál ha sido su filosofía de gestión? 

Una de las cosas de las que yo estoy muy satisfecho y no ha sido fácil es de haber gestionado esta casa con principios muy sencillos y fijar la estrategia del banco en tres pilares: uno, los principios; otro, las personas, la meritocracia, es decir, tener buenos equipos. Y tercero, la innovación. Hablo del año 1996. 

Me refiero a hacer las cosas con transparencia, dentro de la más estricta legalidad, que sean publicables, y también, que sean moralmente aceptables por la sociedad. En aquel tiempo veía necesario explicar bien a los clientes los productos que se les ofrecen, asegurarse de que entiendan los riesgos. Después, llegaron temas como el de las preferentes con las que aprendimos que, si cometes un error, hay que corregirlo inmediatamente, como así hicimos.

Usted ha tenido que plantarse en muchos momentos...

El tema de las cuentas secretas [del BBV] fue un shock. Tenía dos soluciones: hacerme cómplice de una situación inaceptable o exigir que se regularizara para cumplir con la ley y lógicamente hice que se cumpliera la ley para salvar al banco. Y hay gente que aún no lo entiende. Luego viene el tema de Italia. 

Hablamos con el gobernador del Banco de Italia porque íbamos a lanzar una OPA sobre BNL y no nos dejaba, sin tener base legal para ello. El proceso judicial posterior demostró que teníamos toda la razón y ese señor tuvo que dimitir por incumplir la ley mientras la reputación de BBVA quedaba intacta. También está el tema de Bankia. Dijimos que no por criterios técnicos y, en cambio, el resto del mundo dijo que sí y luego pasó lo que pasó. 

Y luego el tema del banco malo, la Sareb, una inversión a la que también dijimos que no por razones técnicas porque era un vehículo con un endeudamiento espectacular, con un 92% de deuda y eso, en nuestro criterio, lo convertía en una solución coyuntural cortoplacista que no tenía en cuenta la perspectiva a largo plazo. Ya veremos en el tiempo qué pasa o qué no pasa con este vehículo.

¿Tendrá Torres la misma personalidad para mantener la independencia del BBVA?

La tendrá, porque no es Carlos solamente, o no es sólo Francisco González, es también el Consejo de Administración y el equipo ejecutivo, y es la cultura corporativa en la casa. El Consejo, Carlos y el equipo directivo tienen exactamente esa visión.

¿Su peor momento fue el asalto de Sacyr?

Ése fue un momento muy importante en la vida de esta casa. Una compañía constructora muy pequeña con unas prácticas muy peculiares, que entonces se publicó que tenía el apoyo del Gobierno, quiso quedarse con BBVA, un bancazo. El banco yo creo hubiera quebrado en la mano de esta gente.

¿Qué autocrítica hace de estos años?

Hemos cometido errores, por supuesto. En el tema de la transformación digital tendríamos que haber sido capaces de conformar los equipos con los perfiles tecnológicos necesarios mucho antes. Yo debería haber sido más asertivo, debería haber tomado algunas decisiones antes.

¿Cómo será el BBVA en 10 años?

Creo que hay una nueva liga de competición que va a estar formada por algunos bancos físicos -no muchos-, algunas startups y probablemente algunas compañías grandes de la red. La regulación va a ser un factor muy importante para ver cómo funciona esta nueva liga de competidores. Yo creo que BBVA puede tener muchísimo éxito.

¿Ve la fusión con Bankia de la que ha hablado Goirigolzarri?

No. Yo no veo esa fusión. Esto lo tendrá que decidir el nuevo equipo, pero no veo en principio a BBVA comprando bancos físicos en general. De hecho, cuando fue la operación del Popular nosotros no ofertamos porque era una operación que no nos encajaba desde el punto de vista financiero, y tampoco encajaba porque nos hubiera distraído varios años de nuestro proyecto esencial que es la transformación. Hoy, en España, el 27% de los clientes nuevos vienen ya por la vía digital. ¿Por qué vamos a comprar un banco físico? Si las condiciones financieras son buenas, lo estudiaremos, pero no vamos a ser los que más pujemos por ese tipo de franquicias.

Entonces, ¿qué va a ser de Bankia y otros bancos más pequeños?

Es una gran pregunta porque no hablo de Bankia, hablo del sistema bancario internacional. Hay 20.000 bancos en el mundo y el mundo digital, por definición, es un mundo de pocos jugadores. La gran pregunta es: ¿cómo reconduces un sistema financiero con tantos jugadores a un número más pequeño sin que haya un problema de estabilidad financiera?

¿Influye la desaceleración de la economía española en no tener interés en comprar más bancos?

No, el tema general, en principio, de no comprar más bancos físicos es un tema estratégico. La desaceleración económica es otro tema y creo que se va a desacelerar más rápido de lo que algunas personas piensan. Si yo tuviera la responsabilidad de tomar decisiones, francamente no me endeudaría más, no subiría impuestos, porque la subida de impuestos claramente va contra la creación de puestos de trabajo. 

Sería muy transparente en la comunicación, le diría a los empresarios exactamente qué les va a pasar, no estaría hablando hoy de un impuesto, mañana de otro; eso crea mucha incertidumbre y lo peor que hay para hacer inversiones es la incertidumbre. Yo he vivido la situación del año 2008, expliqué lo que iba a pasar y pasó y no me hicieron ni caso. No es comparable la situación del 2008 a la de ahora, pero yo sería prudente.

¿Zapatero no tuvo en cuenta nada de lo que le dijo entonces?

No, es más, el déficit público creció mucho. Y luego vino el famoso plan E.

La ministra de Hacienda pide más esfuerzo fiscal a la banca para que mejore su imagen...

¿Y usted que cree?

Es cierto que la imagen de la banca ha sufrido mucho ante la opinión pública...

Ha sufrido, pero no creo que para mejorar esa imagen haga falta que gane menos, porque la banca en general no está cubriendo el coste de capital y si la banca no es rentable, no puede dar créditos. Éste es el gran problema de la política económica que hay que entender. Cuando tú tomas una medida, hay efectos colaterales que tienes que conocer antes. En política, a menudo, se toman decisiones pensando sólo en el corto plazo sin tener en cuenta todos estos efectos. Lo hemos visto con muchos gobiernos, no sólo de España.

¿Se está resintiendo la imagen internacional de España?

Cuando se debaten las grandes cuestiones del mundo, España no aparece. Cuando ya haces un zoom y aparece España, en los últimos tiempos, pues no aparece bien. Es evidente que aquí ha habido varias etapas, una etapa horrible en el año 11, 12, casi 13, una muy buena etapa 14, 15, parcialmente 16, y luego ya un deterioro continuo por la situación política. 

Y ahora estamos en un momento de mucha incertidumbre. Los inversores empiezan a preguntar qué pasa con esto, qué pasa con lo otro... Los inversores que apuestan por España empiezan a hacer preguntas y lo que quieren son respuestas. Y con esas respuestas toman decisiones. Si no hay respuesta o hay incertidumbre no invierten, o venden.

¿Habría que ir ya a elecciones?

Yo sobre eso no voy a opinar. No es bueno para ningún Gobierno tener una debilidad parlamentaria que le obliga a hacer una serie de equilibrios muy complicados. No es bueno. Ahora, convocar elecciones es una decisión que corresponde al presidente del Gobierno.

Mientras se pierde el tiempo para hacer reformas pendientes...

España está paralizada desde hace dos años y eso es un precio que vamos a tener que pagar. Yo creo que había una oportunidad de oro en el pasado de hacer más cosas de las que se han hecho, pero no ha sido así. Y con un Gobierno que no tenga mayorías suficientes es muy difícil poder avanzar. Por lo tanto, creo que no es una situación ideal para nadie.

¿Ha hablado con Sánchez?

No comento mis conversaciones privadas. Lógicamente intento estar en contacto con todo el mundo y todo lo que pienso intento decírselo con más o menos éxito.

¿Qué solución ve en Cataluña?

Me preocupa porque se ha dividido en dos y cuando hay incertidumbre se invierte menos, esto no se ve el primer año o el segundo, se ve siempre en el largo plazo. Esto tiene un precio para Cataluña y para España. Espero que las cosas en el tiempo vayan mejorando, pero me gustaría que la sociedad catalana no esté en manos de opciones políticas excluyentes. Nuestro servicio de estudios estima que Cataluña podría haber crecido siete décimas más de lo que lo hará este año en ausencia de la incertidumbre, y el resto de España tres décimas más.

El futuro fuera del BBVA: "Torres será libre. Cuando te vas, te vas"

¿Qué va a hacer a partir de enero de 2019?
No me quedo con ningún cargo en el grupo, ni en el banco ni en la fundación. Lo voy a dejar todo. Creo que es bueno que cuando te vas, te vas y dejas espacio a los que vienen. No he preguntado a Carlos Torres quién va a ser su consejero delegado o quiénes van a formar parte de su equipo. Le he dicho, siéntete libre y trabajando con el consejo que tiene la última palabra, forma tu equipo. Un día me dirá a quién quiere nombrar y me va a parecer bien seguro, pero si no, me lo callaré. Hay que darle libertad.

¿Con el patrimonio que tiene no va a vivir por fin de las rentas?

No es más rico el que más tiene, sino el que necesita menos para vivir y en eso soy riquísmo. Hace muchos años que me siento cómodo con lo que tengo y desde luego no quiero vivir de las rentas, pero aún no he decidido qué voy a hacer.

¿Los ricos pagan IRPF?

Caray. ¿Usted qué cree? Todos los empleados pagan IRPF, claramente, sean pobres, ricos o menos ricos.

¿Ve por fin erradicado el problema de la corrupción?

Se ha avanzado mucho, muchas personas que presuntamente han cometido malas prácticas están en la cárcel o tienen procesos pendientes... hemos avanzado. ¿Hemos llegado al momento ideal? No. Todavía hay que seguir avanzando y espero que lo hagamos porque, además, la ventaja de todo esto es que, al vivir en una sociedad de la información donde todo se sabe muy rápido, la gente ya tiene menos margen de maniobra para hacer las cosas mal.

¿Le preocupa la inexperiencia de los líderes políticos?

Me preocupa en general, no solamente en España, que las personas que se dedican al servicio público, no están bien pagados. Al no estar bien remunerada la función pública, una gran parte de la gente preparada se va al sector privado.

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