Las criptomonedas son un instrumento de inversión y pagos descentralizado y anónimo, que desde su creación suma ya más de 10 mil variantes que pueden generar problemas fiscales de no actualizar los sistemas y gravarlas con un impuesto, aseguró el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El organismo internacional explicó que la velocidad desconcertante con la que se han desarrollado y el seudónimo que pueden proporcionar han dejado a los sistemas tributarios jugando a ponerse al día.
La perspectiva de liberar las transacciones financieras de la supervisión de los gobiernos y la participación de las instituciones financieras es un sueño libertario para algunos. El Salvador y la República Centroafricana han llegado a adoptar el bitcoin como moneda de curso legal.
El FMI indicó que ya sea que los criptoactivos finalmente crezcan o se derrumben, se necesita una forma coherente de gravarlos. Una cuestión clave es cómo clasificar los criptoactivos: ¿deberían considerarse propiedad o moneda?
Cuando las criptomonedas se venden con fines de lucro, las ganancias de capital deben gravarse como lo harían con otros activos. Y las compras realizadas con criptomonedas deben estar sujetas a los mismos impuestos sobre las ventas o el valor agregado, o IVA, que se aplicarían a las transacciones en efectivo.
Por lo tanto, una tarea importante es garantizar la aplicación de estos principios, lo que requiere claridad sobre cómo caracterizar las criptomonedas a efectos fiscales: en esencia, como monedas para el IVA y los impuestos sobre las ventas y como activos a efectos del impuesto sobre la renta. Si bien esto no es fácil debido a la naturaleza evolutiva de las transacciones de criptoactivos, es perfectamente posible. Los desafíos más profundos se encuentran entonces en la aplicación.
“La dificultad más fundamental para gravar los criptoactivos es que son "seudónimos". Es decir, las transacciones utilizan direcciones públicas que son extremadamente difíciles de vincular con individuos o empresas. Esto puede facilitar la evasión de impuestos. Por lo tanto, la implementación está en el centro del asunto para las autoridades fiscales”, indicó el FMI.
Pero los desafíos son fundamentales y los riesgos, en particular para el IVA y los impuestos sobre las ventas, pueden ser mayores de lo que la gente reconoce. Como muchos gobiernos (aunque no todos) comienzan a darse cuenta, los legisladores deben desarrollar marcos claros, coherentes y efectivos para gravar las criptomonedas, señaló.
AMP