Las tiendas de vapeo de olor dulce que venden cigarrillos electrónicos y los vapers que exhalan nubes de fragante humo blanco se han vuelto algo común en las calles comerciales del Reino Unido. A medida que el hábito de fumar cigarrillos tradicionales se debilita y el vapeo se hace más popular, las grandes compañías tabacaleras entraron en esta área alguna vez de nicho.
El número de fumadores en el Reino Unido va en descenso desde 1974 y ahora es el segundo mayor mercado de vapeo después de Estados Unidos. En el último recuento hubo alrededor de 8 millones de fumadores de cigarrillos tradicionales en el Reino Unido, pero también hubo 3 millones de vapers, en comparación con 700 mil en 2012.
Las compañías tabacaleras tomaron nota. Comenzaron a comprar compañías de cigarrillos electrónicos hace más de una década y ahora son dueñas de cinco marcas principales, de acuerdo con la investigación que recopiló la revista de comercio The Grocer.
En Philip Morris International (PMI), propietario de marcas como Marlboro, las ventas de cigarrillos electrónicos crecieron casi 400 por ciento entre 2016 y 2017, para representar 5 por ciento de las ventas totales. Por su parte, Nicandro Durante, director ejecutivo de British American Tobacco (BAT), del grupo propietario de marcas como Lucky Strike, dijo a principios de este año que se espera que las ventas de productos “alternativos” a los cigarrillos de BAT crezcan a más de 5 mil millones de libras para 2022.
A medida que cae el número de fumadores, los analistas dicen que el éxito del mercado de cigarrillos electrónicos es vital. Pero algunos han puesto en duda que este mercado realmente tenga el potencial que ve la industria.
Después de un aumento inicial, la tasa de crecimiento en el número de vapeos en el Reino Unido se desacelera: los datos de la organización benéfica de salud pública Action on Smoking and Health (ASH) informa que solo hubo 100 mil nuevos vapers en 2017 en comparación con 800 mil en 2014, y el número total de usuarios de cigarrillos electrónicos en el Reino Unido se mantuvo sin cambios desde 2016.
Mike van Dulken, responsable de investigación de Accendo Markets, también se pregunta si las tiendas de vapeo en las calles comerciales del Reino Unido son una evidencia genuina de un auge, o “parte de la muerte de la narrativa de las calles comerciales”, con tiendas que se benefician por el aumento de lugares vacantes con lo que se reducen los precios de los alquileres.
BAT y PMI apuntan a dos explicaciones para la desaceleración del vapeo; en primer lugar, la percepción pública de los cigarrillos electrónicos empeora. En comparación con dos años atrás, en 2017 menos personas los consideraron significativamente menos perjudiciales para la salud que el fumar.
En segundo lugar, los clientes quieren nuevos productos, dicen. Los actuales “alcanzan sus límites en términos de desempeño”, dijo David O’Reilly, director científico y de investigación y desarrollo.
Peter Nixon, director general de PMI en el Reino Unido, dijo: “Todos con los que hablas ya habrán probado el vapeo ahora, y no es para todo el mundo”.
Como tal, el desarrollo de productos está en un nivel prioritario en su agenda. “Los cigarrillos que se “calientan y no se queman” —se ven similares a los convencionales pero se calientan en lugar de quemar tabaco— se volvieron populares en Japón pero todavía son nuevos en el Reino Unido, y podría “ser un cambio de juego” dijo Nixon.
PMI ya gastó más de 700 millones de dólares en investigación de cigarrillos en los últimos cinco años.