De cualquier forma, ¿a qué mujeres se les deja entrar en el club de genios?” reflexiona Laurie, interpretado por Timothée Chalamet, en la película Mujercitas (Little Women).
Resulta ser que la realidad no es diferente a la ficción. Durante enero, Greta Gerwig, la directora de la aclamada y exquisita adaptación del libro de la era de la Guerra Civil de Louisa May Alcott, descubrió que fue excluida del club de los chicos.
En este caso, de las nominaciones para director de los premios Bafta (luego se replicó en las del Oscar), que incluyen a Quentin Tarantino por su súper masculina Había una vez en Hollywood (Once Upon A Time In Hollywood) y a Martin Scorsese por la historia de mafiosos El irlandés (The Irishman).
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El anuncio de los Bafta salió un día después de que Sam Mendes ganara un Globo de Oro por su filme 1917, en la categoría de mejor director, que la actriz Natalie Portman anunció como “aquí están los hombres nominados”. Las nominaciones empapadas de testosterona encendieron otro debate sobre la representación y los creadores de tendencias culturales en el cine.
Irónicamente, la visión de Greta Gerwig para Mujercitas fue impulsada por su creencia en que los temas del libro •mujeres, ambición, dinero, autoría femenina y arte— son tan relevantes en el siglo XXI como lo eran en el siglo XIX.
“Es una verdadera lástima”, dijo a la BBC Radio 4 de los Globos de Oro. “Hay mucho trabajo hermoso de mujeres este año que te encantaría que fuera reconocido por cualquiera”.
Con premios o sin premios, Mujercitas muestra la rápida transformación de la directora de 36 años, de actriz indie a escritora y directora habilidosa.
Paul Dergarabedian, analista de medios en ComScore, dijo que la artista multitareas de Hollywood “se convirtió en una de las principales directoras que trabajan hoy en día, y su perspectiva cinematográfica, ya sea presentada en un contexto moderno como en Lady Bird o en su interpretación de un clásico como Mujercitas, es indudablemente atractiva para las audiencias y los críticos.
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Los resultados taquilleros para sus películas fueron espectaculares, al recaudar 100 mdd en Norteamérica”. Nigel Andrews, el excrítico de películas de FT, declaró imposible encontrar “algo no perfecto en esta película, incluyendo la escenografía y los vestuarios”. Comercialmente, Mujercitas se mantuvo por sí misma en la taquilla en la época navideña contra superproducciones como Star Wars: El ascenso de Skywalker y Jumanji: el siguiente nivel.
El libro de Alcott, publicado en 1868, fue vital para Greta Gerwig, quien creció en Sacramento, California. Mujercitas cuenta la perdurable historia de las cuatro hermanas March. “No sé si yo quería ser una escritora y por eso me gustaba el personaje de Jo”, dijo Gerwig a Los Angeles Times, “o si Jo quería ser escritora y eso me hizo querer ser escritora. Yo sé que era ambiciosa, competitiva y tenía un temperamento, y sé que Jo tenía todas esas cosas.
En muchas formas, creo que Jo March me permitió ser quien yo era, y creo que ella le dio ese permiso a muchas otras mujeres”. El guión (que Gerwig también escribió) se inspiró en el libro, la vida de Louisa May Alcott y otros trabajos, con un ojo en preocupaciones contemporáneas.
El urgente grito del corazón de Jo (inspirado en otro de los libros de Alcott con un giro propio de Gerwig) tiene un toque de estridencia del poder femenino y un giro de vulnerabilidad.
“Mujeres, ellas tienen mente y alma tanto como corazón”, lamenta la escritora. “Ellas tienen ambición y talento tanto como belleza, y estoy tan cansada de la gente que dice que el amor es para lo único que sirve una mujer. ¡Estoy tan cansada de eso! Pero…. estoy tan sola”.
Hija de una enfermera y un padre que trabajaba en una institución financiera, las ambiciones dancísticas de Gerwig se frustraron en la adolescencia. Después del Barnard College en Nueva York, actuó en películas independientes de bajo presupuesto, descritas como mumblecore por sus diálogos conversacionales.
Los hermanos Jay y Mark Duplass, que hicieron la serie documental de Netflix Wild Wild Country, trabajaron con ella en la película de género comedia de terror, Baghead.
En un correo electrónico para FT, los Duplass escribieron: “Ella operaba como una cineasta. Improvisamos mucho y su impulso del momento escribiendo era brillante, gracioso, real y desgarrador. Estaba claro desde el principio que ella estaba hecha para hacer cine, es una estudiante de la condición humana, y al mismo tiempo no le da miedo hacer un chiste escatológico”.
En 2010, ella apareció en la comedia de bajo perfil Greenberg, dirigida y escrita por Noah Baumbach. En él, Gerwig encontró una pareja romántica (tienen un hijo pequeño juntos) y un colaborador también. Escribieron juntos Frances Ha y Mistress America, que ella también protagoniza. Sin embargo, se ha quejado de que la gente creía que estaba ayudando a Baumbach, en lugar de trabajar como iguales.
Estas suposiciones se olvidaron en 2017, en su debut como directora en la película Lady Bird, que se inspiró en su propia vida adolescente. Su éxito convenció a Sony para dirigir y escribir Mujercitas. Independientemente de los premios, Gerwig parece seguir las palabras de Jo March de “hacer mi propio camino en el mundo”.