El secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, explica ante el pleno del Senado el contenido del Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá (USMCA) y aseguró que todos los capítulos se alinearon a los intereses nacionales.
“Pudo afirmarles con toda seguridad que el acuerdo que eventualmente será remitido a ustedes no tiene ninguna restricción ni cuantitativa ni tarifaria, está a la altura de los mejores acuerdos comerciales internacionales”, dijo el funcionario.
Idelfonso Guajardo confió en que antes de 50 días espera lograr acuerdos con Estados Unidos y Canadá para eliminar los aranceles y al aluminio.
A la par del nuevo acuerdo con Norteamérica, continuó, México desplegó una estrategia de diversificación y por ello no cede su soberanía para entablar acuerdos comerciales con otros países, como China o el que se tiene con Europa.
En su exposición inicial, Guajardo dijo que se lograron comprometer de las 12 mil reglas de origen mecanismos que favorecen la integración productiva y a la industria nacional y presumió que el resultado es un tratado claramente diferente al TLCAN original.
“Porque los derechos laborales, Los derechos ambientales, el capítulo anticorrupción le dan una calidad superior al acuerdo que acabamos claramente de comprometer para supervisión de ustedes y para firma de los ejecutivos”, aseguró.
El capítulo laboral garantiza la no aplicación extraterritorial de leyes laborales, sino el cumplimiento estricto de los derechos fundamentales y sujetos a sanciones comerciales bajo su incumplimiento.
Al comparecer por primera vez ante el pleno en los seis años de administración, Ildefonso Guajardo manifestó que de las 12 mil reglas negociadas, con excepción de cinco que fueron producto de una negociación más intensa, todas favorecen a la industria mexicana de manufactura para seguir posicionando los procesos de formación de valor.
“Así, de las cinco reglas les puedo dar cuenta que la regla de petroquímicos, la de acero, la de vidrio y fibra óptica fueron alineadas a los mejores intereses de la industria nacional, conformando un esquema de integración generación de valor sin precedentes”.
Guajardo Villarreal explicó que la regla más compleja fue la automotriz, pero dentro de la negociación lograron fortalecer la industria de la autopartes nacional y seguir conformando, desde México y América del Norte, una de las regiones más poderosas de producción automotriz en el mundo.
Explicó que se aumenta el contenido regional que permitirá exportar en arancel cero y sin restricciones los automóviles de a América del Norte, de manera ilimitada.
En el caso de los salarios, respecto a la de la industria automotriz el texto final negociado entre los tres países establece que del total del contenido regional que deberán incorporar los vehículos, una fracción de 40% tendrá que ser de autopartes hechas en lugares con salarios de más de 16 dólares la hora.
“Con ello sin duda logramos el objetivo de poder mantener a México en más de la mitad, hasta el 60% de los procesos de autopartes, cifra que supera la que actualmente se da en el proceso de integración”, destacó.
Sobre las acciones extraordinarias de Estados Unidos para imponer aranceles con razones de seguridad nacional, dijo que era innegable hacer frente a la incertidumbre que provocarían, por ello México trabajó en las cartas paralelas.
Guajardo dijo que sin el acuerdo había el peligro de segmentos proteccionistas de regresar a la política cerrada de los años 70, lo que habría dañado a las clases más desprotegidas.
OVM