En riesgo de hambre, 83.4 millones de personas en AL y el Caribe: Cepal y FAO

Ambas organizaciones proponen un decálogo que incluye reforzar el ingreso básico de emergencia propuesto por la Cepal, con un bono contra el hambre.

Las personas no tienen ingresos para cubrir sus necesidades de alimentación de la canasta básica, advierten. Foto: (AP)
Silvia Rodríguez
Ciudad de México /

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) mostraron preocupación porque la crisis sanitaria del coronavirus SARS-CoV-2, que causa la enfermedad covid-19, se convierta en una crisis alimentaria en la región y alertaron que 83.4 millones de personas están en riesgo de hambre.

En videoconferencia, la secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena, dijo que la crisis del covid-19 aumentó los niveles de pobreza extrema y estar en esa condición significa que las personas no tienen ingresos para cubrir sus necesidades de alimentación de la canasta básica, lo que eleva el riesgo de hambre.

Durante la presentación del informe conjunto Evitar que la crisis del covid-19 se transforme en una catástrofe alimentaria. Acciones urgentes contra el hambre en América Latina y el Caribe, destacó que la pobreza extrema es más aguda en zonas rurales que el urbanas.

La secretaria Ejecutiva de la Cepal indicó que la pandemia está destruyendo los ingresos de la población más pobre y con ello, su subsistencia, a lo que se suma que los precios internos de los alimentos han aumentado, y un factor que lo ha propiciado es la depreciación de las monedas latinoamericanas, aunque esto se revirtió un poco en mayo.

Por tanto, abundó Bárcena, la gran tarea es impedir que la crisis sanitaria se convierta en una crisis alimentaria.

El subdirector general de la FAO y representante regional para América Latina y el Caribe, Julio Berdegué, añadió que estamos ante un aumento del hambre y la pobreza, donde preocupan muchos temas, pero uno es que las cosechas se queden sin poder ser vendidas porque se rompieron las cadenas de logística.

Otros factores de preocupación son: aumento del consumo de alimentos más baratos y menos nutritivos que lleven a obesidad; impacto sobre el empleo femenino; actividades dependientes de mano de obra temporal; restricción del acceso a mercados de la agricultura familiar; e impacto adicional de los fenómenos climáticos

Proponen bono contra el hambre

Por tanto, abundó Berdegué, ante la situación actual es necesario reconstruir el sistema alimentario, para lo cual ambas organizaciones proponen un decálogo que incluye reforzar el ingreso básico de emergencia propuesto por la Cepal, con un bono contra el hambre; fortalecer los programas de alimentación escolar, y garantizar alimentación para niños y adolescentes; y apoyar con subsidios monetarios o con donaciones de alimentos por parte de empresas y gobiernos a las iniciativas de la sociedad civil.

Además, las organizaciones también proponen reprogramar deudas, postergar pagos y flexibilizar la operación de programas de fomento, con enfoque en pequeñas y medianas empresas agrícolas y alimentarias; ajustar los protocolos de sanidad y salud en la producción, el transporte y los mercados mayoristas y minoristas; y expandir y garantizar el funcionamiento de los programas de apoyo a la producción de autoconsumo.

Asimismo, proponen asegurar el financiamiento, la asistencia técnica y el acceso a insumos y mano de obra a los aproximadamente 4 millones de agricultores familiares y 2 millones de pescadores artesanales; establecer o mantener mecanismos ágiles de consulta y coordinación público-privada entre todos los sectores del sistema alimentario; impedir que los mercados y agroindustrias cierren o disminuyan sus operaciones; y continuar con las políticas que ha mantenido el comercio mundial de alimentos.


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