La empresa cementera Holcim apuesta por la innovación mediante tecnologías de impresión 3D, un modelo que promete reducir costos, acelerar procesos y disminuir el uso de materiales.
Se trata de un terreno prácticamente inexplorado en México, donde la construcción mediante 3D apenas comienza a ganar espacio.
“Dentro de los pilares de innovación del grupo Holcim, hay uno que tiene que ver con construir mejor con menos, y es ahí donde surge la tecnología de impresión 3D”, explicó Carlos Eduardo Juárez Cruz en entrevista con MILENIO.
“Validamos los primeros métodos de ensayo para liberar los productos de impresión, principalmente el desarrollo de morteros para impresión en 3D”, señaló Juárez Cruz.
¿De qué es capaz esta tecnología?
La primera etapa del proceso ocurre en un espacio donde se fabrican piezas pequeñas que permiten probar la llamada 'tinta' (el mortero especializado) antes de pasar a impresoras de mayor tamaño.
Pero la innovación no termina ahí, la empresa busca producir parapetos utilizados en cierres viales, similares a los de plástico que se observan en carretera, pero fabricados mediante impresión 3D para reducir el uso de polímeros.
“Nuestro objetivo no es comercializar diseños o piezas en este momento, sino validar la tinta para su futura venta”, aclaró el investigador.
Este laboratorio, equipado incluso con impresoras capaces de diseñar elementos arquitectónicos personalizados, ha permitido renovar fachadas completas con figuras hechas a medida.
El acabado de las piezas muestra un aspecto rústico característico del proceso aditivo.
Las capas dependen del tamaño de la boquilla y de los parámetros programados, elementos que el equipo analiza para evitar colapsos y mejorar el desempeño del material.
El especialista explicó que esta tecnología permite reducir procesos constructivos, volúmenes de concreto y elementos estructurales innecesarios.
“Es construir mejor con menos material. Holcim busca siempre estar a la vanguardia en soluciones sostenibles”, afirmó.
“La impresión de 3D también influye o impacta en la parte de sostenibilidad”, indicó Juárez.
Proyectos e infraestructura
A nivel global, la cementera ya ha impulsado proyectos en varios países como:
- La primera escuela impresa en 3D en Malaui
- Torres eólicas en Estados Unidos
- Puentes en Francia
Ese avance internacional abrió la puerta para que México fuera considerado uno de los diez países más innovadores del grupo.
“Pareciera mentira, pero hoy ya hay proyectos en México que están buscando la tecnología de impresión 3D”, aseguró.
“Aunque la demanda crece, todavía existen retos importantes, pue es una tecnología nueva. También hay que explorar la parte normativa, porque no hay normas oficiales en ese sentido”, reconoció el investigador.
Holcim se define como proveedor de la tinta, pero trabaja con estructuristas, fabricantes de maquinaria y clientes interesados.
Su marca oficial para este segmento, Tector Print, ya avanza en la etapa de investigación.
La inversión tecnológica incluye dos máquinas de impresión: una de pórtico adquirida en 2023 y una de brazo robótico llegada este año, maquinarias traídas desde China y Francia.
Con ellas, la cementera ha logrado imprimir desde piezas ornamentales hasta una escalera completa, prueba tangible de que la tecnología funciona.
Los próximos pasos apuntan a tres sectores clave:
- Mobiliario urbano
- Arrecifes de coral
- Vivienda en 3D
Sobre la resistencia estructural, Juárez Cruz subraya que la impresión no sustituye la ingeniería.
“La parte estructural existe… lo que se puede realizar con impresión 3D es la parte de muros”, explicó.
“En esto radica la esencia de la innovación. Para mí, la impresión 3D es colocar el concreto donde debe ir y no poner de más”, concluyó.
AG