Tras el cambio que hizo en la perspectiva de México, de estable a negativa, por la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), la calificadora HR Ratings informó que la volverá a revisar en función del acuerdo al que llegue el próximo gobierno con los inversionistas de esta obra y de la evolución de las variables macroeconómicas.
En entrevista con MILENIO, el director general de análisis en HR Ratings, Félix Boni, explicó que normalmente cuando se hacen cambios en las perspectiva de un país con un gobierno que está en el poder, la revisión obedece a los ritmos de la macroeconomía, que se dan entre nueve y doce meses, o más, pues son factores que no cambian de la noche a la mañana.
Pero en este caso, agregó, hay factores macroeconómicos, pero también políticos, que se dependerán de las pláticas entre inversionistas y ese proceso no se sabe cuánto va a tardar.
“Tenemos una combinación de factores macroeconómicos y de confianza, y el tiempo que se necesita para restablecer cierto nivel de confianza, con un acuerdo que sea benéfico para los dos lados, puede ser algo que se puede determinar mañana o en un año, es algo muy impredecible”, dijo el directivo.
Para HR Ratings, la decisión de cambiar la perspectiva de México fue tomada porque la cancelación del NAIM puede reducir la confianza de los inversionistas, tanto nacionales, como internacionales, y eso tener afectaciones muy importantes, pues si no invierten se reduce la tasa de crecimiento, la estabilidad del tipo de cambio y el costo para invertir en el país aumenta.
“Si rompe este acuerdo, qué puede pasar en el futuro en cualquier otro proyecto que tenga con el gobierno o si, en general, México se percibe como un país con mayor riesgo para invertir”, expuso Boni.
Ante la postura de la próxima administración en torno al respeto en el cumplimiento de contratos, indicó que, dependiendo de la satisfacción de los inversionistas, puede reducir o eliminar el incremento en riesgo que se está percibiendo, pero hay que ver si las compensaciones van a ser adecuadas.
“Si son adecuadas para la percepción de los inversionistas, el daño que se hizo se va a restituir y posiblemente cambiarían la perspectiva a estable”, aseguró Boni.
El analista dijo que habrá que esperar al Presupuesto 2018 para ver si éste contendrá apartados o ciertos lineamientos para hacer las compensaciones por la cancelación del NAIM.
“Los inversionistas quieren su retorno, pero sí retorno es demasiado alto, tampoco el gobierno tiene la obligación de satisfacerlo. Tenemos que buscar un punto intermedio entre las necesidades del gobierno y las necesidades de los inversionistas, para que sea un juego ganar-ganar los dos, y es lo que queremos ver”, concluyó.
LVM